El pincel de la cámara |
Escrito por Pedro Meyer |
¿Y ahora hacia dónde vamos? El concepto del momento decisivo ha sido trabajado a lo largo de décadas en una gran variedad de imágenes. No obstante, llegó un punto en el que yo ya sólo estaba mirando imágenes que se parecían mucho unas a otras, y sobre todo a la de tantos fotógrafos importantes, y solamente el tema variaba un poco de un autor a otro. ¿Qué es lo que podría seguir después de tales “fotografías importantes", que se repetían hasta la saciedad? eso era para mí la gran interrogante.
En el arte siempre ha existido esta búsqueda de nuevas soluciones formales para expresar el siempre cambiante potencial ofrecido por y a través de las nuevas herramientas. Así tenemos que, durante toda la historia del arte, el panorama siempre ha estado en un proceso permanente de transformación. Y el momento actual no es la excepción.
Con respecto a la fotografía, el pictorialismo fue un importante movimiento de fines del siglo XIX y principios del XX.
“El uso moderno del término "pictorialismo", puede dar una idea equivoca del movimiento tal como surgió en la segunda mitad del siglo XIX, en todo caso, sucede lo mismo con esa palabra que abarca todo: la palabra “arte”, que es un término tan esquivo, intangible y altamente subjetivo. En su uso moderno, el término a veces sugiere conservadurismo y la negativa a explorar nuevos enfoques. En su significado original, “pictorialismo” era todo aquello que ponía a la imagen terminada en primer lugar y al tema en segundo. Con tal significado, el “pictorialismo” de ninguna manera excluía tendencias más modernas; cualquier foto que resaltara la atmósfera o el punto de vista por encima del tema caía dentro de esta categoría.
Para la segunda mitad del siglo XIX empezó a decaer la novedad de la posibilidad de capturar imágenes, y algunas personas comenzaban ahora a cuestionar si la cámara, tal como había sido usada hasta ese momento, era efectivamente demasiado precisa y detallada respecto a lo que registraba. Esto, aunado al hecho de que la pintura disfrutaba de un status mucho más alto que este nuevo proceso mecánico, llevó a algunos fotógrafos a adoptar técnicas que, desde su perspectiva, hacían a la fotografía algo más parecido a una forma de arte. Estas nuevas técnicas también fueron conocidas como “Fotografía con Criterios Artísticos”.
Efectivamente, el término “Pictorialismo” se utiliza para describir fotografías en las que la escena presentada es menos importante que la calidad artística de la imagen. Los Pictorialistas estaban más preocupados por la estética y a veces el impacto emocional de la imagen, que por lo que realmente estaba frente a su cámara.
Puesto que el Pictorialismo era visto como fotografía artísitica, uno no debe sorprenderse de que los estilos artísticos de actualidad se vieran reflejados en su trabajo. Puesto que el Impresionismo estaba en boga en ese entonces, muchas fotografías tienen mucho más que un cierto parecido a las pinturas de este estilo. Ejemplos de esta tendencia incluyen impresiones combinadas, el uso del enfoque, la manipulación del negativo y el uso de técnicas como la goma bicromada, la cual disminuía enormemente los detalles y producía una imagen más artística.”
De hecho el conservadurismo sería la percepción que definiría al Pictorialismo, por su negativa a explorar lo nuevo. Uno podría decir que hoy en día ha empezado a ocurrir precisamente lo opuesto. Allí es donde los practicantes de la “foto directa” parecen estar a la defensiva y rehusarse a explorar el uso potencial de todas las nuevas herramientas digitales a nuestra disposición.
Este arsenal de nuevas opciones provisto por las herramientas digitales, revelan horizontes que son muy distintos a las nociones históricas del pictorialismo.
Permítanme señalar algunas de ellas, para que podamos observar qué es lo que es nuevo y diferente. Comenzaría por el aspecto de mayor relevancia que he encontrado en mis propias exploraciones: El nivel de control, que existe hasta el último píxel de la imagen. Tal precisión en el corte y edición de la imagen era inimaginable en el pasado.
Lo que este nivel de control nos da, es la opción de definir y combinar estilos, lo que habría escapado a la mayoría de los practicantes de la fotografía en el pasado. Siempre dudo al sugerir que esto no se haya hecho anteriormente, ya que tan pronto como se hace una afirmación como esta, seguramente alguna persona nos citará algún ejemplo de alguien que hizo algo similar hace cien años.
El problema no es tanto si algo no se ha hecho nunca antes, sino si ese algo fue producido de tal manera que ese esfuerzo no sea sólo un evento aislado. La fotografía se convirtió en un fenómeno cultural a nivel mundial precisamente por ser usado a nivel masivo y su facilidad de uso que ciertamente se encuentra en el eje de tal vivencia.
El poder combinar en una sóla imagen varios estilos -en donde lo pictórico y la esencia hiperrealista tan particular a la fotografía directa pueden ser unidos en una imagen sin costuras visibles- está directamente relacionado con la posibilidad de controlar cada pixel dento del cuadro.
Estoy muy consciente de que a los defensores de la “imagen directa” les gustaría retener el aura de veracidad de la fotografía, aún cuando todos los hechos apuntan en contra de tal argumento. La fotografía es un mero fragmento de evidencia de algo que tuvo lugar frente a la cámara, no un fragmento de realidad como algunos gustarían interpretar.
Como bien sabemos, tal evidencia es en gran medida una representación subjetiva, porque es todo lo que puede llegar a ser. Aún las imágenes científicas creadas por robots montados en vehículos situados en planetas distantes necesitan ser interpretadas para que se entienda si tienen alguna evidencia. ¿Quién le daría crédito a una pequeña figura que apareciera viendo a través del visor de ese robot visitando un planeta lejano, sería una prueba de la existencia de la vida allí?
Pero regresando a la vida en este planeta, El Pictorialismo es el término que se emplea para describir imágenes que enfatizan la calidad artística de la fotografía por sobre la escena que retrata. El objetivo principal de este movimiento fue llevar a la fotografía al reino de las Belles Artes. También preocupados por la estética y el impacto, los Pictorialistas buscaban producir imágenes que no sólo fueran objetos frente a la cámara. Las técnicas usadas por estos fotógrafos para crear un efecto que las acercara a la pintura, incluyeron impresiones combinadas, enfoque y manipulación del negativo.
Así que se puede decir que lo que ha cambiado a estas alturas del partido es el énfasis en la representación de "la realidad fotográfica" al incorporar simultáneamente la "cualidad de lo artístico" de los elementos pictóricos. Me imagino que al combinar lo pictórico con indicios del realismo fotográfico, llegamos a un nuevo territorio que vale la pena explorar. ¿Es acaso esto un "neo-pictorialismo"? ¿O quizá un nuevo "neo-realismo"? ¿O incluso algo totalmente nuevo y diferente? Creo que la dirección que tome este tipo de exploración depende de qué es lo se está tratando de enfatizar en la imágen. En todo caso, nos encantaría oír su opinión, ya que el tema se presta a muchos debates de gran interés.
Pedro Meyer
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