La fotografía y sus rastros que llevan fuera de Kosovo PDF
Escrito por Pedro Meyer   

 

Pedro Meyer © 1999

 

Llevaba dos días caminando, vistiendo la ropa de alguien más, tratando de encontrar un camino que lo sacara de Kosovo cuando se encontró con una fotografía tirada boca arriba a la orilla del camino.


Miró, y volvió a mirar el bonito cabello rubio y los ojos azules de la niña sonriente que le devolvía la mirada desde la fotografía arrugada. Era su hija.

 

Chris Stephen en Morine, Albania recuenta en un artículo para el Evening Standard de Londres cómo, para entonces Bashkim estaba a punto de sufrir un colapso mental. Cuatro días antes paramilitares serbios vestidos con balaclavas negras habían llegado a su pueblo, Krajlan, cerca de la ciudad central kosovar de Klina.


Habían reunido a todos, separando a los hombres de las mujeres y los niños, y Bashkim había temido lo peor. Junto con alrededor de otros 500 hombres se les ordenó dirigirse a un campo en las afueras del pueblo y se les dijo que se desvistieran. La ropa de los hombres se apiló en un montón, pero las esperadas ejecuciones jamás ocurrieron.


En vez de eso, los hombres pasaron una noche sin dormir desnudos bajo la lluvia, antes de ser divididos en dos grupos. Se apartó a noventa hombres y se los llevaron. Bashkim no tenía idea alguna de lo que les ocurriría. A él, como al resto, se les dijo que se pusieran ropa -cualquier ropa de la enorme y empapada pila- y que se fueran, cosa que hicieron rápidamente. Mientras se alejaban, se oyó el fuego de las ametralladoras desde el lugar hacia donde se había encaminado a los noventa.


Bashkim jamás averiguó qué fue lo que les pasó. A la mañana siguiente estaba con otros 150, cansado, hambriento y temeroso de toparse con más paramilitares serbios, cuando se encontró con la fotografía. Un poco más adelante en el sendero, advirtió otra -de su tío- y aún más adelante una de su esposa. Y entonces comprendió.


Su esposa, en su desesperación por guiar a su esposo fuera de peligro, había desbaratado el álbum familiar dejando fotografías para marcar un camino que él pudiera seguir que lo sacara del país a donde estuviera a salvo. Pronto otros hombres encontraron fotografías similares en el suelo o atoradas entre las rocas y los arbustos, todas ellas marcando un sendero de papel que acabó llevándolos a la frontera albanesa.

 

 

editorial 15

En otro periódico, el Daily Record de Escocia, descubrimos aun otro de los senderos que registra la fotografía en este éxodo masivo de nacionales albaneses. Se nos dice que después de un tortuoso trayecto atravesando el continente, los hombres pensaron que encontrarían asilo cuando emergieran finalmente de su escondite secreto. Pero ayer, los oficiales franceses de la aduana los agarraron en una imagen de rayos-X mientras esperaban dentro de un lorry (camión) el arribo de un tren de carga del Canal en Calais.

 

En un caso tenemos el ingenio de los humanos usando las fotografías en un gesto casi de cuento de hadas al dejar un rastro de fotos en medio de la región de los Balcanes asolada por la guerra; en el otro caso tenemos imagénes de rayos-X de alta tecnología hechas de un camión entero para detectar la presencia de seres humanos escondidos entre la carga de mercancías. Es extraño cómo la fotografía se encuentra en el corazón de ambas historias. Las imágenes nos acompañan en todas partes en estas guerras: las encontramos en los monitores que utilizan los pilotos para observar lo que van a bombardear abajo, en la tierra, a 15 000 pies , o en el noticiero televisivo que reporta estos mismos acontecimientos. Las fotografías son usadas por la institución militar para confirmar que sus misiones han sido llevadas a cabo. La industria noticiosa emplea imágenes para comunicar al público lo que está sucediendo. Se toman fotografías de los refugiados para sus papeles de identificación. Pero todo esto mal que bien ya lo sabemos, sin embargo, lo que me pareció bastante diferente y sorprendente esta vez fue el haber recibido un correo electrónico de alguien en Macedonia, lugar que está en medio de la región de los Balcanes asolada por la guerra, comentándome, mientras veía fotografías, su visita a ZoneZero

 

 

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Subject: saludos

Date: Fri, Apr 9, 1999, 5:03 PM

 

Ya leí su revista. Es maravillosa. Soy Dragi Nedelcevski de Tertovo, República de Macedonia.

 

Mi dirección de correo electrónico es: nedelcevski.yahoo.com

 

Hago fotografía blanco y negro y a color. ¡Quizá le envíe algo de mi trabajo a Usted!

 

Pedro Meyer
Abril de 1999

 

 

P.D. Digno de mencionarse, debido al internet tenemos hoy en día accceso a un sitio dentro de Serbia (Yugoslavia). http://www.inet.co.yu/

No sabemos quién está colocando estas páginas que contienen el lado Serbio de la historia, pero por encima de todo, encontramos que estas fotografias mayormente no vistas o publicadas en Occidente, son por sí mismas una fuente de información muy importante.

 

De nueva cuenta podemos apreciar como la fotografía tiene ese don de la ubiquidad, y como a pesar de los bombardeos, de los apagones, el internet sigue enviando mensajes que nos mantienen informados y así lograr una mejor comprensión de todo lo que ocurre en la medida que buscamos más información de fuentes diversas y de todo tipo de tendencias.

 

 


 

 

http://zonezero.com/editorial/abril99/aprilsp.html

 

 

 

 
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