Gordon Parks (1913-2006) PDF
Escrito por Andy Grundberg   

 

Gordon Parks, un maestro de la Cámara, falleció a los 93 años.

 

© Pedro Meyer

 

 

Gordon Parks

Gordon Parks, fotógrafo, cineasta, escritor y compositor, en gran medida auto didacta, y que utilizó sus prodigioso talento para relatar la experiencia de los afro-americanos y su propia historia personal, murió el pasado 7 de marzo en su casa en Manhattan. Tenía 93 años.

 

Gordon Parks fue el primer afro-americano en trabajar tiempo completo para la revista Life y el primer artista afro-americano en dirigir y producir una película para Hollywood “The Learning Tree” (El Árbol del Aprendizaje) en 1969.

 

Consiguió un gran número de seguidores como fotógrafo para Life durante mas de 20 años, cuando cumplió 50 años de edad, ya era considerado como uno de los creadores de imágenes más influyentes de la posguerra. En la década del 60 empezó a escribir sus memorias, novelas, poemas y guiones cinematográficos, lo que lo llevó a dirigir películas. En 1970 ayudó a fundar la revista Essence de la cual fue editor de 1970 a 1973.

 

El Sr. Parks fue un iconoclasta que no cabía en ninguna categoría. Sin importar el medio que escogiera para expresarse, buscaba acabar con los estereotipos, pero sin dejar de comunicarse con el gran público. Al tener éxito tempranamente en su carrera como fotógrafo, y a pesar de no tener una formación profesional, se convenció de que podía lograr lo que se propusiera. Y, de una manera asombrosa, tenía la razón.

 

Gordon Parks desarrollo una gran habilidad para superar barreras en su infancia, enfrentando la pobreza, los prejuicios y la muerte de su madre cuando el era un adolescente. Sobreviviendo por sí mismo durante lo que debieron ser sus años en la preparatoria, estuvo cerca de convertirse en víctima de la pobreza urbana y el crimen. Pero su naciente talento, tanto musical como visual, fue su pase de salida.

 

Su éxito como fotógrafo se debió en gran parte a su persistencia y capacidad de persuasión para fotografiar, ya fueran estrellas de cine, figuras de la sociedad o un niño de las favelas brasileñas.

 

Parks colaboró en la revista Life, la revista con imágenes de mayor circulación en su época, de 1948 a 1972 y esto reafirmó su reputación como un foto-periodista humanista y como una artista con un gran ojo para la elegancia. Se especializó en temas como el racismo, la pobreza y la vida urbana de la comunidad negra, pero también tomó fotografías ejemplares de la moda parisina, celebridades y políticos.

 

Las películas del Sr. Parks. “Shaft” (1971) y “Shaft’s Big Score”(1972) fueron los prototipos de lo que se denominó las películas de la blaxploitation. Entre los logros de Parks, tenemos una segunda novela, cuatro libros de memorias, cuatro volúmenes de poemas, un ballet y varias orquestaciones para el cine. Como fotógrafo, Parks combinó una devoción hacia el realismo del documental con un goce por hacer evidentes sus propios sentimientos. El estilo que adoptó era resultado de un proyecto fotográfico de la época de la Gran Depresión de la Farm Security Administration, al cual se unió en 1942 cuando tenía 30 años.

 

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Quizá su fotografía más conocida sea la que tituló American Gothic (Gótico Americano) que tomó durante su breve estadía en la agencia, esta foto muestra a una empleada de limpieza de nombre Ella Watson parada adustamente frente a una bandera norteamericana, con un trapeador en una mano y una escoba en la otra. Parks deseaba que la foto denunciara la existencia de los prejuicios raciales y la desigualdad en la capital del país. Estaba de mal humor cuando le pidió a la mujer que posara, por que unas horas antes, se le había rehusado el servicio en una tienda de ropa, en un cine y en un restaurante.

 

Gordon Parks

 

La ira contra la desigualdad social fue la raíz de muchas de sus mejores historias fotográficas, incluyendo su más famoso articulo para Life, que trataba sobre un niño desesperadamente enfermo que vivía en una favela de Río de Janeiro. Parks describió la situación apremiante del niño, Flavio Da Silva en toda su realidad. En una imagen, Flavio yace en su cama, casi moribundo. En otra, está sentado atrás de su hermano menor, metiéndole la comida en la boca mientras el bebé saca más comida del plato con sus manos húmedas y sucias.

 

Las fotos de Parks causaron revuelo en el público al ser publicadas en 1961. Los lectores de Life enviaron 30 mil dólares en donativos y la revista llevó al niño a Denver para su tratamiento contra el asma y pagó una nueva casa para su familia en Río.

 

Parks daba el crédito de su conciencia del poder de la imagen fotográfica a las fotos tomadas por sus predecesores en la Farm Security Administration, que incluían a Jack Delano, Dorotea Lange, Arthur Rothstein y Ben Shahn. Vió por primera vez sus fotos sobre trabajadores migratorios en una revista que recogió mientras trabajaba como mesero en un vagón-comedor del ferrocarril. “Vi que la cámara podía ser un arma contra la pobreza, el racismo y otros males sociales”, declaró en una entrevista de 1999. “Supe en ese momento que tenía que tener una cámara”.

 

Muchos de los primeros ensayos de Parks para Life , como la historia de una pandilla de jóvenes de Harlem, llamada los “Midtowners” en 1948, fueron una revelación para la mayoría de los lectores de Life, predominantemente blancos y una prueba del poder de la cámara de Parks para formar la opinión publica.

 

Pero principalmente, Parks dejó su huella en imágenes memorables de sus ensayos como American Gothic, que se convirtieron en íconos. Sus retratos de Malcolm X (1963), Muhammed Ali (1970) y los exiliados Eldridge y Kathleen Cleaver (1970) evocaban los distintos estilos y fortalezas del liderazgo afro-americano y la turbulenta transición de la lucha de estos por los derechos civiles hasta la militancia radical.

 

Sin embargo, en Life, Parks también usó su cámara para fines más convencionales, menos politizados, como el retrato de la dama de sociedad, Gloria Vanderbilt, quien se convirtió en su amiga; de una parisina muy a la moda con un sombreo con velo dando fuertes bocanadas a un cigarrillo, y de Ingrid Bergman y Roberto Rossellini al comienzo de su muy comentado romance.

 

En su tiempo libre, fotografiaba desnudos femeninos, experimentaba con la doble exposición de película de color y fotografiaba escenas pastorales al estilo Pictorialista de la foto artística de principios del siglo XX.

 

Muchas de sus mejores fotos aspiraban a ser metáforas, Parks relataba su propia vida como una cuento didáctico sobre la superación del racismo, la pobreza y la falta de una educación formal. Este fue el propósito que persiguió en sus memorias y su novela, en ellos se mezclan el realismo del documental y la sensibilidad de la ficción.

 

La combinación de su apreciación de la belleza y de las duras texturas de las urbes, lo hacían un candidato natural para Life. Después de él mismo conseguir una entrevista con Wilson Hicks, el renombrado editor de fotografía de Life, se le encargaron dos importantes tareas: Una era un ensayo fotográfico sobre la guerra de las pandillas de Harlem y la otra era fotografiar las últimas colecciones de la moda de París.

 

Life encargaba a menudo a Parks tareas que hubieran sido imposibles de llevar a cabo para un fotógrafo blanco, tales como la cobertura del movimiento Musulmán negro y del Partido de las Panteras negras.

 

Pero Parks también disfrutaba el poder realizar los mejores retratos de Bárbara Sterisend, Samuel Beber, Aarón Copland, Alberto Giacometti y Alexander Calder. De 1949 a 1951 fue asignado a las oficinas de la revista en París, en donde fotografió desde el funeral del Mariscal Pétain, a todo tipo de escenas cotidianas. Durante su estadía en París frecuentaba al autor expatriado Richard Wright y escribió su primer concierto para piano, utilizando un sistema de escritura musical de su propia invención.

 

Mucha de las energía creativa de Parks durante las décadas del 80 y 90 fueron dedicadas a resumir su años de mayor producción con la cámara. En 1987, su primera exposición retrospectiva fue organizada por al Biblioteca Pública de Nueva York y el Museo de Arte Ulrich de la universidad de Wichita State.

 

Su más reciente retrospectiva "Half Past Autumn: The Art of Gordon Parks," fue organizada en 1997 por el Corcoran Museum of Art de Washington, que después fue llevada a Nueva York y otras ciudades. Se le rindieron muchos honores, que incluyeron la Medalla Nacional de las Artes, que le fue concedida por el presidente Ronald Reagan en 1988. El hombre que no pudo terminar la preparatoria recibió más de 40 doctorados honoris causa de colegios y universidades de los Estados Unidos e Inglaterra.

 

“Soy una especie de ave rara”, Parks dijo en una entrevista al New York Times en 1997. “Supongo que mucho dependió de mi determinación de no ser detenido por la discriminación”. Nunca olvidó que una de sus maestras les dijo a sus alumnos que no desperdiciaran el dinero de sus padres en la universidad si de todos modos iban a terminar como sirvientas o porteros. Le dedicó uno de sus doctorados para demostrarle su error.

 

“Tuve una gran curiosidad y un gran deseo por lograr cosas” dijo “Lo único que olvidé fue que yo era negro, iba a pedir trabajo tratando de estar preparado para lo que se requería.

 

Andy Grundberg
©The New York Times
8 de marzo del 2006

 

 


 

 

http://www.zonezero.com/magazine/obituaries/parks/indexsp.html

 

 

 
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