Jack Welpott
La personalidad doméstica de Jack Welpott era tan ilusoria como sus fotografías poéticas. Sin embargo, debajo de esta imagen estaba un inteligente y articulado artista. Fue un buen escritor y un pianista de jazz amateur. Welpott también fue un talentoso educador que inculcaba la pasión por la fotografía y amaba guiar a los estudiantes para descubrir su propio “plan de juego”. Fue mentor de numerosos fotógrafos -Judy Dater, Leland Rice, Harvey Himmelfarb, John Spence Weir, Michael Bishop y muchos otros.
En tiempos de especialización en la fotografía, Welpott fue un generalista y esa fue la razón, quizá, por la que no fue tan reconocido como debió haberlo sido. También fue un poco rebelde, pero con una causa justa, su forma de arte, que era dibujar con luz. Había estudiado pintura, dibujo y fotografía.
Ambos, retratos y desnudos, fueron las hazañas de Welpott. En Women and Other Visions (Mujeres y Otras Visiones) colaboró con Judy Dater creando una serie de retratos sobre “femineidad”. Encontraron a extrañas en cafés, tiendas y en la calle. Como dijo Jack, “La fotografía de retrato es una experiencia entre dos seres humanos, una experiencia compartida con el espectador a través de la fotografía resultante. Si el momento está cargado con el sentir la imagen, puede ser personal y revelador.” Sus retratos intensos de Kathleen Kelly, Aaron Siskind y Trish son especialmente memorables.
El mirar sus desnudos como una preocupación principal acerca del sexo es una simplificación excesiva. Su acercamiento a los paralelos del desnudo su acercamiento al retrato con su preocupación por la luz, espacio y estructura son igualmente importantes. Cada imagen es única y algunas veces sugiere, abstrae, erotiza, pero siempre eleva. Welpott fue también un pintor y estudiante de arte e historia y admitió que la pintura francesa del siglo XIX influenció sus desnudos, especialmente Henri Matisse. Welpott frecuentemente aplasta y comprime el espacio como en Pamela y Sherry o lo abstrae como en Judy’s Elbow. Sabine, una de las modelos en Arles, Francia le causaba una fascinación desconcertante. En una ocasión, mientras hurgaba entre viejas fotografías familiares, encontró una fotografía de su madre y había una similitud impactante entre ella y Sabine. Welpott se imbuyó en los escritos del psicólogo suizo, Carl Jung, quien influencio tanto su manera de pensar como sus fotografías.
Cualquier cosa era relevante para el lente de Welpott, por lo que no es sorprendente que también fotografiara paisajes. Una de sus favoritas fue la fotografía extraña y sin título tomada en el desierto con cámara de gran formato y un perro. La consideraba una de sus favoritas. En New Sacramento rinde honor a la tierra fértil de California. Y después de la muerte de su esposa, Brooke, en 1998, fotografió las dunas de arena cerca de su casa en Marin County, pero en memoria de su esposa, erotizó las dunas que ella amaba. Su actitud hacia los paisajes urbanos era radicalmente distinta, por ejemplo, Money Drop, donde la basura del día se suma a la soledad de la calle. Y en una de sus fotografías encantadoramente surrealista, un paisaje psicológico, Verrieres, surgen las preguntas, pero no se da respuesta alguna.
Acerca de la creación de una fotografía, Welpott reveló un lado místico cuando dijo, “Hay una sensación de que la luz penetra todo. El mundo se vuelve luminoso. Algunas veces uno puede ver un mundo más amplio, más brillante, más significativo, más detallado que lo que aparenta para otros.” Y con nosotros, los espectadores, comparte su visión incisiva.
por Darwin Marable, Ph.D.
Darwin Marble es un fotohistoriador, conferencista, crítico y curador independiente con base en San Franciso Bay Area.
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