Fidencio y el remedio de la aflicción
No son pobres los pobres, ni ricos los ricos,
sólo son pobres quienes sufren de algún dolor.
José Fidencio Síntora Constantino
Quién sabe qué pensarías hoy, Fidencio. Quién sabe cómo te moverías entre tanta gente que hoy te recuerda, entre tanto desprotegido, entre tanta aflicción reunida, entre esas manos, llagas y corazones que buscan alivio, entre tanta esperanza que acaba a palos con la realidad más dolorosa.
Mira cómo brilla, Fidencio. Es como una culebra que serpentea luminosa en medio del desierto que avanza lenta. Es una columna que se abre paso lanzando destellos. Son sus túnicas las que brillan, Fidencio. Son las telas que, engañando a la vista, se vuelven ropajes de seda: es en tu honor. ¿Qué es eso que resplandece? Es el sudor de las frentes, los escapularios, las medallitas y cruces que llevan a bendecir a tu templo.
Oye el murmullo que se acerca, Fidencio. Vienen hablándote a ti, te invocan, te piden la curación en la Tierra. Escúchalos, cantan:
Niñito Fidencio /santo y milagroso,
tú guías a las almas / y las llenas de gozo.
Fidencito Constantino /escogido del Señor,
para darnos curaciones/ en el campo del dolor.
Ana Luisa Anza
El texto completo se puede consultar en la página www.cuartoscuro.com.mx
Pedro Valtierra su último trabajo ha sido visitar Espinazo, Nuevo León para documentar el rito entorno al santo Niño Fidencio. Este último trabajo se puede ver en la revista Cuartoscuro 93. Al respecto Valtierra ha dicho que aún está en busca de una buena fotografía en este proyecto.
|