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Rebecca Martínez

Los bebes producen emociones fuertes para aquellos que los cuidan, los cargan o los observan. He descubierto que esto es cierto, aún cuando sepamos que el bebe en cuestion no es real.

Yo fotografío muñecas que han sido creadas para parecer bebes vivos. Están construidos, tomando en cuenta cuidadosamente su forma y peso, para semejar un infante pequeño, incluyendo el hecho de que es necesario detenerle la cabeza mientras cargas en brazos. Son los objetos más poderosos con los que yo he trabajado hasta ahora. Me llama la atención las reacciones tan fuertes y visibles que provocan. Además del instinto biológico, que es la reacción más común, ocasionalmente he presenciado repulsión (ya que algunas personas tienen la sensación de estar cargando una criatura muerta), hostilidad, e incluso en algunos casos, el hecho de que algunas personas ven en ese momento una oportunidad para comportarse de manera inapropiada con un menor.

Básicamente hay tres componentes esenciales en la serie:

En primer lugar, Carrie Fisher ha sido una de mis musas principales en esta serie. Ella ha utilizado su talento como actriz y escritora, para crear escenarios inspirado por estas entidades artificiales. A mi me sorprende su capacidad para transformarse y su habilidad para expresar y crear escenas provocadoras, crudas y emotivas con estos bebes. Carrie hace uso de su humor negro, su profundo ingenio y su genio creativo para construir escenarios y representar a personajes tales como una ama de casa maltrecha, una madre aburrida o una hermosa y sofisticada esposa, y al mismo tiempo escenificar impulsos y pensamientos prohibidos. Para mi ha sido un verdadero placer capturar su capacidad performatica que le permite desempeñarse instintivamente y sin censura ante la cámara de foto fija, como lo hiciera para una película o en un escenario.

En otro grupo de imágenes, he llevado a los bebes a distintos espacio públicos y situaciones sociales en donde he documentado las reacciones de la gente. Cuando traigo conmigo a un "bebe" mi status cambia. La gente me percibe como una madre, una abuela, una tía. Constantemente se me acercan y me preguntan sobre mi "bebe" Siempre explico que el "bebe" no es real y que estoy trabajando en un proyecto. Pregunto si quisieran cargarlo. Mis fotografías, en estos casos, captan las reacciones reales de las personas, no son puestas en escena. La gente adopta al "bebe" y crea y actúa sus propias narrativas.

En el tercer grupo de la serie, vemos imágenes de la subcultura de mujeres que crea y adora estas muñecas. En los últimos años he participando en varias convenciones y eventos públicos. La mayoría de la gente que he encontrado son parte de una comunidad que tienden a cuidar y a nutrir. Tienen una enorme pasión por los bebes y para ellos esto representa una manera de que los pequeños se hagan presentes en su vida. Algunas mujeres, coleccionan o crean muñecas, por que no pueden continuar teniendo hijos, o en algunos casos por que no pueden tenerlos o han perdido a un hijo.

Esta serie es la última encarnación de mi trabajo, en el que he explorado distintos aspectos del artificio y nuestro impulso por crear situaciones y objetos que satisfacen nuestras distintas necesidades, ya sean emocionales, espirituales o psicológicas.