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Autor:Nubar Alexanian
  Pesando poco menos de 5 libras, las características físicas de Caos (Phaidon Press), el último libro de Josef Koudelka, son por sí solas dignas de ser comentadas. Con 110 páginas, el libro mide 12 por 17 pulgadas de largo, y está lleno de imágenes panorámicas que miden 29 pulgadas de largo cuando se extienden individualmente abarcando dos páginas. Aún más extraordinario es el hecho de que hay 61 imágenes verticales (recuerde, estamos hablando de panorámicas enteras)de un total de 108 fotografías contenidas en este libro hermosamente reproducido.   El efecto combinado creado por el tamaño y el peso de este libro hicieron que me fuera imposible hojearlo de atrás para adelante como suelo hacer con los libros de fotografía. E incluso si uno tiene la fuerza suficiente para sostener el libro en el brazo extendido, las imágenes más grandes rebasan cualquier límite razonable de lo que pudiera considerarse la distancia adecuada para mirarlas. Esto, por sí solo, me obligó a descansar el libro en una mesa y a empezar en el principio. Sea o no intencional, el diseño de este libro en sí constituye una declaración. Tuve que empezar con la determinación de aceptar que no vería este libro de la manera como suelo ver los libros de fotografía.   Las fotografías panorámicas han existido desde hace mucho tiempo. En los últimos años este formato se ha vuelto muy popular. Sin embargo, la forma del encuadre panorámico es tan espectacular, que a veces me parece difícil evaluar si una imagen funciona o no. Hay veces en que la relación entre forma y contenido en estas imágenes es engañosa, casos en los que una fotografía parece ser fuerte simplemente porque se ve tan espectacular.   Esto no ocurre en el caso de Koudelka. De hecho, toda la obra es tan seductora, tan puramente vista, que casi acaba por neutralizar cualquier énfasis en el encuadre. Esto no quiere decir que Koudelka no se deleite con el formato panorámico. Muy al contrario. Pero Koudelka es Koudelka, y tiene cosas más importantes que hacer.   Cuando veo las imágenes de Caos, escucho la música de Miles Davis, una música de oscuridad y belleza. Uno podría sostener que el tema de este trabajo es la desolación y el vacío. Y ciertamente ambos rasgos forman parte de casi todas las imágenes. Pero la profundidad y la amplitud de este trabajo se desprenden de una especie de reto autoimpuesto, uno que se pregunta qué tan oscura puede llegar a ser una imagen y aún mantener la belleza. Y yo me pregunto ¿cuánto tiempo puede un fotógrafo sostener este tipo de imágenes sin ser repetitivo o técnico? Los músicos de jazz se enfrentan a un problema semejante cuando les llega el turno de tocar su solo. Con este trabajo, Koudelka alcanza con absoluta certeza una nota baja deslumbrante (en su caso, piénsese en un contrabajo o un chelo acústico, una nota producida con un movimiento largo del arco) y la sostiene con entera confianza hasta la resolución de la nota misma, que en este caso equivale a la entera extensión del libro. Es asombroso.   Sólo Koudelka podía descubrir un cielo celestial habitando dentro de lo que parece ser un trozo de hojalata hecho pedazos colgando en un paisaje urbano desolado (p. 41). O por ejemplo, un edificio bombardeado, las paredes acribilladas con agujeros de bala, terminaría siendo en el caso de una imagen más predecible hecha por cualquier otro fotógrafo, un comentario sobre los horrores de la guerra. Pero para Koudelka, es aquí donde el pasado y la eternidad se juntan en el mismo momento. Esta relación no es forzada. Está ahí, completamente reconocida y documentada para que nosotros la atestigüemos (p. 17).     Existe, por supuesto, una que otra imagen basada en una realidad que es más familiar para el resto de nosotros. Una enorme estatua de Lenin está amarrada a una inmensa barcaza que flota en una corriente de agua debajo de un cielo triste y gris. No hay gente, nada que indique movimiento o dirección. ¿A dónde se dirige Lenin? ¿Es que ha llegado a su lugar de descanso? Esta imagen perturbadora le habla no sólo al pasado, o a una época que ya se ha ido, sino habla de asuntos que no se han terminado, de cosas desafortunadas que van a persistir y que quizá jamás mueran (p. 59).   A diferencia de su trabajo anterior, sólo hay cuatro fotografías en las que aparecen personas. Y en cada caso, no son sólo imágenes anónimas, sino casi bizarras, viviendo de alguna manera extraña fuera del tiempo. Es decir, fuera de cualquier tiempo con el que pudiéramos estar familiarizados nosotros.   Aunque todo este cuerpo de trabajo me parece fortísimo, el libro tiene un defecto. Con un vocabulario visual tan extenso y poético como el de Koudelka, estoy acostumbrado a ver sus fotografías presentadas como imágenes individuales, sin ninguna referenciación directa de una imagen a otra. Exilios, su último libro, es un ejemplo perfecto de esto mismo bien hecho, un libro en el que se usó una imagen por cada dos páginas. En Caos, ya que aparecen hasta tres imágenes verticales en una sola página, se vuelve virtualmente imposible que no se informen la una a la otra. Esto crea una distracción así como una interrupción en la cadencia y el ritmo del libro. ¿Son intencionales estos agrupamientos o resultado de compromisos forzados por el diseño y el formato de la panorámica misma? De cualquier forma, lo que terminé haciendo fue cubrir las verticales con papel blanco para poder verlas individualmente.   Dicho esto, Caos constituye una actuación virtuosa por parte de Koudelka, no sólo porque nos muestra en toda su extensión su dominio y comprensión del medio de la fotografía, sino que al exhibir su singular habilidad de aventurarse lejos de la melodía (la fotografía documental) sin perderla de vista, continúa definiendo lo que puede ser una fotografía documental: una reflexión tan completa que es a la vez profundamente humana, ricamente poética, y modestamente espiritual en el sentido más amplio.   Un terapeuta jungiano me dijo una vez que aunque todos disfrutamos interpretar nuestros sueños, lo que realmente quiere un sueño es otro sueño, y otro y otro. Esto es verdad también en el caso de las fotografías. Y nadie parece entenderlo mejor que el mismo Koudelka.   Usted puede contactar a Nubar Alexanian en: nubar@nubar.com       http://www.zonezero.com/magazine/articles/nubar/koudelka.html    
Martes, 22 Mayo 2007
Autor:Nubar Alexanian
Seis años. Treinta y cinco países. Trescientas sesenta y tres fotografías en un libro. Ochenta y tres fotografías en un libro de tema relacionado. Tirajes de cien mil ejemplares cada uno en seis idiomas. Dieciséis exposiciones. Un fotógrafo.   En cualquier momento dado -ahora mismo por ejemplo- hay cualquier cantidad de fotógrafos arriesgando todo desde su solvencia económica hasta su seguridad física, al fin de documentar situaciones en todo el mundo. Ninguno de estos fotógrafos está trabajando por encargo, ni existe ninguna garantía de que su trabajo será publicado. En cualquier parte. Verdaderamente motivados desde adentro -con una vocación e impulsados por completo como están por una pasión desenfrenada por sus sujetos- estos fotógrafos ejemplifican el nivel práctico y la tradición más altos de la fotografía documental, esencialmente cumpliendo la promesa mayor de la fotografía: el ser testigo. (Ser testigo y la verdad objetiva no son necesariamente intercambiables en este caso. A los ojos de todos, Sebastião Salgado siempre ha mantenido un lugar privilegiado en la lista de fotógrafos documentales. Pero con Migrations (Migraciones) y The Children (Los niños) (Aperture), sus dos libros más recientes, Salgado se ha colocado de un tiro en una categoría propia con un cuerpo de trabajo que podría silenciar incluso a sus críticos más severos. Al narrar la historia de la humanidad en tránsito, Migrations (Migraciones) documenta la situación de los refugiados en África, Asia y América Latina, que huyen de todo desde la guerra, la pobreza, la represión y la limpieza étnica, hacia la promesa de una vida mejor. Dada la premisa de este trabajo, que "el mundo ha pasado de ser en su mayoría rural a ser urbano en su mayor parte," Migrations (Migraciones) no es simplemente un documento sino un libro fotográfico de consulta que atestigua uno de los mayores trastornos poblacionales de nuestra era.   Y el trabajo es hermoso. Aun la menos lograda de estas fotografías funciona narrativamente, contando la historia dentro de una historia, algo que muy pocos fotógrafos logran tan bien como Salgado (pienso en Eugene Richards también). Una niña pequeña está sentada entre barras paralelas mientras le ajustan una pierna protésica. Un hombre de una mansa seguridad se inclina sobre ella desde atrás, cubriéndole los ojos con una mano, y tiernamente sosteniéndole la barbilla con la otra. Ella ríe. La están queriendo (p.179). Una mujer palestina, evidentemente lo bastante mayor para recordar lo que sucedió en 1948, vive en un campamento de refugiados en el sur de Líbano. Está mirando directo a la cámara. ¿Guarda la llave de su casa en Palestina como hacen tantos refugiados palestinos? ¿Hay esperanza para ella? ¿Cuánto tiempo esperará y con qué fin? Es la simple franqueza de imágenes como ésta que hacen de este libro un documento extraordinario.   Pero Salgado va más allá. Haciendo un buen uso de un sofisticado vocabulario visual, es capaz de aventurarse desde lo literal hacia lo poético y metafórico. A diferencia de alguien como Koudelka, cuyo ímpetu fundamental es lo esotérico (al mismo tiempo que mantiene fuertes vínculos con la fotografía documental), Salgado hace esto al mismo tiempo que intenta mantener vínculos plenos con lo narrativo. Y es aquí donde se mete en problemas con algunas personas. ¿Es que nos está diciendo cómo se siente acerca de lo que ve, o cómo nos deberíamos sentir frente a lo que él está fotografiando? ¿Es éste un trabajo al que se le cargó la mano o simplemente una verdad personal plenamente reflejada?   Con todo y lo comprensible que sea hacerse estas preguntas, este cuerpo de trabajo las supera. Y son éstas fotografías las que definitivamente resistirán el paso del tiempo y en las que estoy más interesado. En un campamento de refugiados en Tanzania (pp. 184-185), la gente se ocupa de sus quehaceres cotidianos, captada sin darse cuenta bajo un cielo amenazador. Hay tiendas de tela improvisadas por todas partes. Parece que fuera otro día cualquiera, excepto para el fotógrafo. Las nubes de la tormenta que se está formando aparecen resaltadas en parte porque de hecho se ven más definidas que el campamento que está debajo. ¿Es esto el cielo y el infierno, la belleza y el dolor, todo en el mismo encuadre, vistos en el mismo momento? ¿Está viva la esperanza en este campamento? ¿O está a punto de ser arrastrada para siempre? Es este uso de lo poético lo que me atrae en este trabajo, y por lo que Salgado merece elogios sin reserva. Con Migrations (Migraciones) ha refinado su maestría en este tipo de imágenes dramáticas.   Su primer libro, The Other Americas (La otra América) estaba lleno de una versión cruda, menos refinada de este tipo de imágenes y fue muy bien acogido. Workers (Trabajadores), su segundo libro, contenía algunas imágenes extraordinarias y memorables, pero era menos logrado como libro. En primer lugar porque la edición no era buena . Y en segundo porque intentaba ser épico a cada vuelta de página. Pero ahí donde Workers (Trabajadores) fracasó, Migrations (Migraciones) acierta. En parte porque la repetición, que era la falla en Workers (Trabajadores), se usó con prudencia en Migrations (Migraciones), dejándonos saber que la misma desgracia humana está sucediendo al mismo tiempo en distintos países del mundo. Sólo esto basta para elevar el trabajo a dimensiones casi épicas.     Cuántos de nosotros hemos viajado a países tercermundistas, enviados o trabajando en proyectos personales sólo para encontrarnos con grupos de niños siguiéndonos a cada paso, que quieren que los fotografiemos sin ninguna garantía de que nos van a dejar trabajar. Llenos de sentimientos desde la culpa hasta el enojo, cada uno de nosotros ha sido obligado a desarrollar estrategias sensibles para hacer frente a este fenómeno. Lo que hizo Salgado fue hacer un trato con cada grupo de niños: "Me voy a sentar aquí. Si quieren que les tome una foto, hagan una fila y les tomaré una foto. Y luego se van a jugar." El juego funcionaba hasta que entraba en una zona nueva. Así que los enfilaba otra vez para fotografiarlos de nuevo, y esto se repitió todo el tiempo que duró el proyecto de Migraciones.   Para sorpresa suya, y mía, éste es un conjunto de retratos digno de ser publicado. The Children (Los niños), que consiste de 83 retratos, son todas imágenes verticales, un formato que no aparece con frecuencia en la mayor parte de su otro trabajo. Casi todos los retratos están tomados desde la misma, aparentemente indiferente distancia. Sin embargo, son retratos hermosos y compasivos realizados por un fotógrafo que realmente está conectado con ellos. Estos retratos, tiernos, honestos, directos e intensos, se inscriben en la tradición de Lewis Hine y Jacob Riis. Y aunque estas imágenes no son exactamente iguales, los fotógrafos de retratos harían bien en volverse a familiarizar con este enfoque olvidado. Un retrato fuerte no necesariamente tiene que ver con lo que puedas hacer que otros hagan frente a tú cámara: donde hay una vida, hay una historia. Y simplemente el hecho de que un sujeto mire a la cámara, especialmente si se siente conectado por un momento con la persona que está detrás de la cámara, puede producir resultados fuertes y efectivos.   Sebastiao Salgado © Por último, no es raro preguntarse quién se beneficia de un cuerpo de trabajo, sobre todo cuando ese trabajo consiste en circunstancias fuertes y desafortunadas por las que atraviesan personas en todo el mundo. En muchos casos, la respuesta honesta es que el fotógrafo se beneficia muchísimo más de lo que podría beneficiarse cualquiera de sus sujetos. No estoy sugiriendo que esto está mal (aunque sí tengo un problema con la pretensión de que esto no es así). Salgado rebasa este problema a fuerza de puro trabajo. Salgado, su esposa y su equipo hicieron todo lo posible por asegurar que este trabajo fuera útil en el mundo. Entendiendo que su responsabilidad va mucho más allá de producir las imágenes, las fotos que aparecen en The Children (Los niños) serán exhibidas en Las Naciones Unidas en el otoño, con quince exposiciones adicionales y una tirada enorme para ambos libros en seis idiomas. No puedo pensar en otra persona que trabaje más, y que esté más apasionada y totalmente comprometida en la realización de su trabajo. Puede contactar a Nubar en: nubar@nubar.com http://www.zonezero.com/magazine/articles/nubar/salgadosp.html
Martes, 22 Mayo 2007
Autor:Nubar Alexanian
  En el prólogo del nuevo libro de Sylvia Plachy, Signos y reliquias (Signs & Relics),Wim Wenders escribe: "Quien sea el que se le ocurrió primero ese dicho de 'una imagen vale más que mil palabras' no entendía nada de ninguna de las dos." A continuación Wenders describe una revelación personal, dice que no fue hasta que vio este libro que comprendió que las fotografías podían hacer "todo tipo de cosas" que él jamás había pensado.   Wim Wenders tiene razón. Signos y reliquias tiene la amplitud y la profundidad de un libro que es poco común en nuestra acelerada cultura, inundada como está con imágenes pretenciosas. Esto no se debe simplemente a que Sylvia Plachy toque constantemente todas las bases de cómo hacer buenas fotografías. De hecho, se podría sostener (acertadamente) que ella no está interesada para nada en lo que nosotros consideramos como buena fotografía. Más bien ella es una de esas fotógrafas excepcionales cuyo trabajo es expresivo y sincero, con un vocabulario visual tan inmerso en lo poético, que sus imágenes celebran a sus sujetos y a la vez al medio de la fotografía que tanto quiere. Todos estos factores, combinados con el valor de compartir su sentido del humor, su tristeza y su placer al ver el mundo, crean un cuerpo de trabajo que verdaderamente aumenta la definición de lo que es la buena fotografía.   No me acuerdo de cuándo fue la última vez que me sentí tan emocionado por un libro de fotografías. En efecto, en mis clases Signos y reliquias se ha convertido en una mirada (y lectura) obligatorias. En una ponencia reciente sobre mi propio trabajo, me sorprendí a mi mismo mostrando este libro, asegurándole al público que contenía todo lo que cualquiera necesita saber o entender sobre la fotografía.Y es verdad.   Haciendo a un lado mi entusiasmo, después de haber pasado tiempo con Signos y reliquias usted jamás volverá a ver un tenedor de la misma manera. O una silla. O los árboles, las ranas y los caminos. Y quizá usted también algún día mire el humo que ondea de un tren y vea su conexión con la luna en una fría noche de invierno en un escenario ominoso a no ser por esto.   Mejor conocida por su trabajo en el Village Voice, su primer libro, Unguided Tour (Visita no guiada) es una maravillosa colección de fotografías de su tiempo como fotógrafa ahí. Su segundo libro Red Light (Luz roja) se publicó en 1996 y es una mirada valiente y atrevida a la industria del sexo.   Pero Signos y reliquias es por mucho su mejor trabajo. Y aunque estoy tentado a compararlo con la proliferación de libros de fotografía pretenciosos que se están imprimiendo por toneladas hoy en día, esta inquietud personal cargaría injustamente este tesoro.   Usted puede contactar a Nubar Alexanian en: nubar@nubar.com       http://www.zonezero.com/magazine/articles/nubar/planchysp.html    
Martes, 22 Mayo 2007
Autor:Pedro Meyer
Se ha dicho que la democracia es la peor forma de gobierno, exceptuando a todas las otras que se han intentado anteriromente. Winston Churchill     Lo he escuchado una y otra vez, en muchas partes del mundo. Cómo las nuevas tecnologías digitales están distribuidas injustamente debido a que siguen un patrón de distribución regido por la riqueza. ¿Cómo puede uno estar en desacuerdo con una realidad tan básica que se aplica, en nuestro caso, a la fotografía y a las nuevas tecnologías? No podemos, ¿o sí?   Examinemos esto con un poco más de escepticismo y reflexión y podremos llegar más allá de las simples obviedades.   Quisiera decir que esta falta de igualdad no solo es verdadera respecto de la fotografía y las nuevas tecnologías, sino también respecto al acceso al agua, la salubridad, la educación, etcétera.   ¿Cómo es que alguien puede hacer declaraciones acusando a la fotografía y a las nuevas tecnologías y dejando de lado asuntos que son mucho más vitales para la supervivencia de un ser humano?   Quizá puedan estar de acuerdo en que no tiene mucho sentido dar tal importancia a la desigualdad de la distribución de la fotografía y las nuevas tecnologías, cuando de hecho hay factores más importantes que están muy lejos de ser resueltos respecto a un acceso democrático al bienestar de toda la humanidad.       Con esto en mente, creo que podemos rebasar esta retórica, ya que estoy seguro de que en este simposio probablemente no podremos resolver ninguna de estas desigualdades básicas, aunque podamos contribuir indirectamente de muchas maneras para evitar tal destino.   Esta mañana, el jefe de gobierno de la Ciudad de México anunció que en tres años todos los parques y escuelas tendrán conexión gratuita a Internet. Hace solo unos años, todas las áreas más pobres de la Ciudad de México tenían que robarse la electricidad, como puede verse en la imagen. Así que en la nueva era digital, todos vamos a estar conectados de maneras muy diversas.       A propósito de puntos de referencia, miren esto: encontré esta banca de piedra en 1974 cuando tomé la foto. En una visita reciente a la misma área, descubrí para mi sorpresa la misma banca, 34 años más tarde. Pero antes de ver la próxima imagen, les diré algunas cosas sobre esta imagen. Por favor, observen, el techo es de cartón comprimido, y recuerden la distancia de la pared del frente a la banca.   Si ven a la misma banca, la pared frontal de la casa se ha movido a donde estaba la banca, el techo ahora es de concreto y se está construyendo un segundo piso. Efectivamente, ha habido progreso.   Uno de los vecinos pintó la pared. Se ve que les ha ido muy bien a algunos de los vecinos. Han permanecido en el barrio en que crecieron. Claro que algunos se han ido, pero otros se han quedado y lo han mejorado. Solo recuerden cómo se veía esta área hace no mucho.                           Bien pues les daré algunas noticias que nos pueden llevar al optimismo. La Coca-Cola está en todo el mundo. Esto es algo a considerar por parte de todos aquellos que claman por un acceso igualitario en todo el planeta.   Estoy seguro de que entienden lo que quiero decir, que la idea de que algo es accesible para todos no significa de modo alguno que exista democracia de ninguna especie. Tener un producto ubicuo como la Coca-Cola no significa que hay democracia ¿verdad?   Por supuesto, remitiré mis observaciones al mundo de la fotografía, que es con el que estoy familiarizado.   Así que empecemos con algo tan básico como el costo de la película. Me parece que cuando el precio ha llegado a ser de cero, es algo muy democrático. Esto lo haría bastante accesible si fuera lo único a tomar en cuenta. Pero sabemos que las cámaras, así como el resto del equipo e infraestructura necesarios deben ser tomados en consideración.   No obstante, la continua caída de los precios de los artículos necesarios para tomar fotos, nos da esperanza, además del costo nulo de la película.   La erosión continua en los precios ha sido de un 30% anual en los últimos años. Si comparamos la caída de los precios al costo de un automóvil Rolls Royce, éste costaría lo que cuesta una cajetilla de cigarrillos. Tal ha sido la escala en la reducción de los precios.   Recuerdo cuando adquirí uno de los primeros discos duros a mediados de los 80, un Jasmine de 10 megabytes. Pensé que este disco podría ser usado por mis bisnietos. Me costó 2,000 dólares. Cada megabyte costaría unos 200 dólares.   En la actualidad, un disco duro La Cie de 250 megabytes comprado en la tienda local de Apple cuesta menos de 100 dólares. Esto significa un costo de menos de 4 centavos por megabyte. ¿Necesito decir más? Y este precio será aún menor en los próximos 20 años.   Este ejemplo no es único, existen muchos otros respecto a todo lo relacionado con las nuevas tecnologías y la fotografía.   Ya que la economía tiene un rol tan importante en la distribución de cualquier cosa en la que se busque una participación más democrática, uno puede afirmar con seguridad que las tecnologías digitales tienen un papel clave para lograr que la información sobre el mundo sea más accesible a todos los pueblos de la tierra.   Quiero señalar algunos ejemplos notables de algunas de estas tendencias.   Raúl Ortega, uno de mis colegas en México, es un fotógrafo que vive en Chiapas, y su cuerpo de trabajo es más que sobresaliente. Un libro tradicional de sus imágenes fue publicado a blanco y negro en España. Esta edición tuvo un tiraje de 4 mil ejemplares y fue patrocinada por el gobierno de Chiapas. Cuatro años después, la mitad de la edición seguía sin venderse, básicamente debido a la pobre distribución de los libros en general, y éste no fue la excepción.   En ZoneZero, decidimos publicar este mismo libro en formato electrónico PDF, y ofrecerlo gratuitamente a nuestros lectores por un período de 30 días. Durante este lapso, 24,000 libros fueron descargados. Estoy seguro de que muchos fueron de países a los que la versión impresa nunca hubiera llegado, sin tomar en cuenta el que tal vez no lo hubieran comprado aunque así hubiera sido. En 4 años se distribuyeron 2 mil libros, en 30 días, se distribuyeron 24 mil versiones electrónicas, me imagino que ya ven hacia dónde me dirijo.   Ahora les daré otro ejemplo, hace unos 10 años, un museo estadounidense, con una gran colección fotográfica, me pidió escribir un ensayo para su catálogo, a sabiendas de que su colección estaba conformada principalmente por fotografía norteamericana y europea, y en la que la fotografía del resto del mundo casi no tenía representación. Lo que escribí en ese entonces fue un reconocimiento del hecho de que tales omisiones no tienen el mismo peso en el mundo actual que el que tuvieron en épocas anteriores.   En esos años, carecíamos de herramientas como el Internet, al que hay que agregar a los buscadores que hacen toda la información disponible. Nuestra ausencia de tales colecciones, prácticamente significaba nuestra no existencia.   Si vemos la historia de los libros de fotografía, verán que un subcontinente entero como es Latinoamérica, cuando mucho se remitía a gente como el mexicano Manuel Álvarez Bravo. Después se llegó a encontrar a artistas de la talla de Martín Chambi del Perú, y en algunos casos inclusive yo mismo, cuando existía algún interés por lo que ocurría en Latinoamérica.   Comparen esta realidad con nuestro proyecto de publicación en ZoneZero, que es producido en la Ciudad de México. De por sí un concepto poco común, el que un proyecto de escala mundial sea producido fuera de los tradicionales centros de poder cultural fotográfico como Nueva York, París, Londres o Los Ángeles, es, me atrevo a decir, una prueba de que el proceso de democratización sí está ocurriendo de alguna manera.   Consideren que en los tres últimos años, el número de páginas vistas en ZoneZero ascendió a los 114 millones, con visitantes de 110 países. Semejantes cifras son impresionantes, de cualquier manera que se les quiera ver, pero más aún si pensamos que éste es el resultado de las nuevas tecnologías y su impacto en la redistribución del acceso a la información a escala mundial.   Al ver los trabajos presentados, notarán que hay muchos fotógrafos que nos son muy conocidos fuera de sus localidades, aunque su trabajo es impresionante, y lo que tenemos es una enorme apertura al llevarles el trabajo de fotógrafos de toda clase en cantidades nunca antes vistas.   Una de las cosas que más me agrada de ZoneZero es que está siendo utilizado por cientos de maestros de fotografía en todo el mundo, ya que los alumnos pueden ver trabajos en los libros de texto tradicionales usados en el pasado, producidos, desde luego, en las metrópolis culturales, en las que vemos los mismos nombres siempre citados en las aulas, lo que evidentemente perpetúa la hegemonía de las ideas y conceptos de las personas que controlan los centros de poder. Esto ya no ocurre de la misma manera y me parece que este es un importante paso hacia un proceso más democrático del acceso a la información. Recuerden que las identidades culturales están fuertemente ligadas a tales oportunidades para descubrir los méritos de la herencia cultural propia en comparación con la metrópoli.   Tengo otro ejemplo más de estas transiciones tecnológicas y lo que significan para la fotografía. A principios de los 90, produje el primer CD ROM con sonido e imagen continuas. En su tiempo fue una obra seminal en la que se llevó por vez primera a la pantalla de la computadora algo que nunca se había visto en una pantalla de computadora. Algo personal y emotivo, desde luego, me refiero a “Fotografío para recordar” Estaba increíblemente feliz con el potencial ofrecido pro el CD ROM, que posibilitaba publicar este tipo de trabajo y distribuirlo en algo tan transportable como un disco. Sin embargo, la distribución se convirtió en un problema. Algo tan novedoso no tenía un “lugar” asignado. ¿Quién vende éstas cosas? Al principio algunas tiendas de discos, luego algunas librerías, luego algunos otros establecimientos. Pero era muy nuevo ,y los consumidores carecían de experiencia. Las drogas tenían mejor distribución que un CD ROM.   Entonces Internet apareció y las pocas tienda que vendían el CD desaparecieron al instante, entonces fue que decidí ocupar con rapidez un lugar en la red, suponiendo que los problemas de distribución se resolverían por sí solos, y así ha ocurrido en gran medida. Me conecté al Internet con un puerto IPTR, yendo en contra del consejo de mucha gente, pero al final, resultó que tuve la razón, ya que el IPTR permitió que la distribución mundial tomara un nuevo rumbo, algo que era imposible con su encarnación previa, el CD ROM. El ITPR viaja fácilmente por Internet y la integridad de los datos es la misma que tiene un CD ROM, pero con una importante ventaja, que ya no es necesario programar para plataformas distintas como Windows y Mac. Todos pueden verla.   Ahora ha surgido una nueva plataforma: el iPod, y ya hemos hecho una versión que puede ser descargada a un iPod, y de todas las opciones me parece que ésta es la más íntima. Como pueden ver, el mismo cuerpo de trabajo puede emigrar de una tecnología a la próxima. Pienso que todavía estamos por descubrir todo el potencial ofrecido por el iPod a los fotógrafos como una plataforma específica para la exhibición de obras fotográficas.   Si se concibe esta posibilidad para todo tipo de proyectos educativos, narrativa, entretenimiento, guías para museos, etc. pronto habrá fotógrafos que puedan narrar sus historias usando una multiplicidad de tecnologías para que su trabajo esté disponible en los emergentes canales de las plataformas pequeñas.   ¿Qué es lo que estoy planteando?, Que la computadora ya no el único hardware con capacidades para crear imágenes fotográficas y multimedia, y también les digo que los precios seguirán bajando, ampliándose así las posibilidades de dar a conocer su trabajo. Los teléfonos celulares también se convertirán en algo importante para sus fotografías. No solo toman fotos, sino que también se pueden ver en ellos, y por lo tanto también las historias que narren. Y con esos miles de millones de teléfonos que existen, probablemente tengan algo interesante que ofrecerles.   Así que si el público aumenta y los precios bajan ¿no estamos acaso ante un proceso de democratización?   Para terminar, permítanme comentarles acerca de otro proyecto en que estoy involucrado.   Este es el proyecto llamado HEREJÍAS. Este proyecto es una retrospectiva de mi obra, que será inaugurado simultáneamente en octubre del 2008, en unos 100 museos en todo el mundo.   Me parece que este proyecto encarna muchas ideas que pueden colocarse bajo la noción de la democratización de la fotografía.   No solo se presentará en las 100 instituciones mencionadas, sino que también será presentado en varias galerías en Internet al mismo tiempo. La intención no es que compitan entre ellas, sino que se complementen.   Probablemente ningún museo muestre el mismo trabajo que otro, y eso tiene mucho que ver con la estructura que ofrecí a los museos, puesto que pueden seleccionar las imágenes que deseen de un banco de datos, y de aquí se sacarán la impresiones que soliciten.   Pero nada de esto podría ser logrado sin las nuevas tecnologías de impresión, las cuales pueden lograr la mejor de las calidades, mejor que la que yo pude lograr jamás con cualquier tipo de impresión analógica, y con mayor longevidad, imagínense, 200 años de vida garantizados, mientras tanto, la impresión sobre pedido se convierte en el estándar.   Agreguen a esto el que hemos creado una base de datos con todas las imágenes que he producido en mi carrera, todas accesibles a todos aquellos que posean una razón legítima para tener dicho acceso a esta base de datos, la que contiene casi 500,000 imágenes y documentos. Esta ya no es una de esas bases de datos cerradas que son protegidas por aquellos que quieren proteger un cuerpo de trabajo por razones de poder personal.   La inquietante naturaleza de una base de datos abierta se hará sentir fuertemente, por lo menos en el mundo académico, el cual también está siendo afectado por la democratización. El mundo académico promueve las ideas de la democratización pero difícilmente las aplica.   Debido a las nuevas posibilidades, todas esas instituciones que no quieren abrir sus archivos tendrán que rendir cuentas a otro nivel. Tal como los monjes de antaño, quienes vieron su poder desvanecerse ante el advenimiento de la imprenta. Ahora veremos que algunos bibliotecarios, académicos, fotógrafos o curadores tendrán que defender la manera en que defienden sus archivos. Acceso será la palabra mágica.   La noción de montar una exposición, y luego llevarla a cualquier lugar sin importar su tamaño o características nunca había funcionado, pero además, solo costara al museo mil dólares, cuando en el pasado semejante proyecto costaría por lo menos veinte veces más. Así que hemos logrado reducir los costos considerablemente, además de montar una exposición sobre pedido, yendo precisamente en la dirección opuesta de lo que había sido una exposición tradicional hasta ahora.   Esperamos que mucha gente pueda ver este trabajo durante la duración de esta exposición, que será cuando menos de 8 semanas, y que puedan hacerlo en alguna de las múltiples maneras en que puede verse. Me parece que esto añade una nueva dimensión a lo que es el proceso de democratización en el área de la fotografía. Nada de esto hubiera sido posible sin el acceso a las nuevas herramientas digitales.   Recuerdo cuando en los años 70, no existía un solo espacio para exponer en México. Encabezamos una revuelta contra el status quo del mundo del arte que rechazaba por completo a la fotografía. También realizamos grandes esfuerzos para descubrirnos a nosotros mismos y ganar alguna visibilidad en el panorama de la fotografía mundial. Todos esos esfuerzos, vistos 40 años después, parecen muy básicos y románticos, sin embargo se convirtieron en la plataforma de muchas cosas que pudimos archivar a través de los años. No obstante, es la presencia de las nuevas tecnologías la que permite que esto sueños tengan siquiera la oportunidad de convertirse en realidades.   Al estar frente a ustedes puedo decir, con la mayor humildad, que el proceso de democratización es una realidad cada vez más tangible, por lo menos de acuerdo a nuestras experiencias, y parafraseando a Winston Churchill, se ha dicho que usar tecnologías digitales es la peor forma de trabajar, exceptuando a todas las que se han intentado anteriormente.   Well today, a megabyte of hard disc, bought at your local Apple store looks like this: a La Cie 250 Gigabyte hard drive costs less than $100.00 US. That would be 4 cents a megabyte. Need I say more? And this price is even going to be reduced by an order of magnitude similar in proportions, over the coming twenty years.   Now this example is not unique, it can be crossreferenced almost across the board with regard to anything related to new technologies and photography.   As economics play such an important factor in the distribution of anything with the intention of a more democratic participation, one can safely say that digital technologies play one of the key roles in making information about the world more accessible to peoples all over the world.   I would like to point out some noticeable examples of some of these trends.   Raul Ortega, one of my colleagues in Mexico, a photographer living in the state of Chiapas, produced a body of work that I found to be outstanding. A traditional book with his images was published in black and white, printed in Spain. The edition was of 4,000 copies sponsored by the state of Chiapas. Four years later half the edition was still unsold, basically due to the poor distribution of books, with his not being an exception.   In ZoneZero, however we undertook to publish that same book in electronic PDF format, and to offer it for free to our viewers for a period of thirty days. During that time frame, 24,000 books were downloaded. I am sure that there were a lot of people who got access from countries that the printed book would have never reached, let alone that their pocket books might not have been open to pay for such a book. Four years to distribute 2,000 books, 30 days to distribute 24,000 books, I can imagine you get the drift of what I am talking about.   I will offer you another example. Some ten years ago, I was asked by an American Museum that had an enormous collection of photographs, to write an essay for their catalogue, precisely knowing that their collection was so slanted to US and European photography, with the rest of the world totally under represented. What I wrote at that time, was an acknowledgement to the fact that in today’s’ world such omissions, do not carry the same weight that such neglect might have produced in a previous era.   In those years in which we did not have the tools, such as the Internet for instance, and you might want to add real quickly, the search engines, which make all that information available, the absence from such collections in essence made it so that most of us did not exist for practical purposes.   Look at the history of photography books, and you will find that an entire sub-continent such as Latin America was represented at best by the likes of Manuel Alvarez Bravo from Mexico. Later on you would find other token artists were added such as Martin Chambi from Peru or in some instances even myself, in order to maintain, some semblance that there was an interest in Latin America.   Compare such a reality to our publishing project at ZoneZero, which is being produced from Mexico City. Already an unusual concept, were a project of worldwide consequence can be produced outside the traditional centers of photographic cultural power such as New York, Paris, London or Los Angeles. I would venture to say that this is some sort of proof that the process of democratization is taking hold somehow.   Consider that over the past three years the number of page views, that is the number of pages actually seen in ZoneZero, were 114 million pages, with our viewers coming from one hundred and ten countries. Such numbers are impressive in any way you wish to look at them, but more so if you think that this is the result of new technologies and their impact on a redistribution of access to this information on a worldwide scale.   But then if you look at the work that we have shared, and you will see that there are a lot of photographers that are not that well known outside their local communities, but never-the-less with impressive work, and what you have is an opening of flood gates by bringing the work of photographers across all sorts of boarders, in numbers unheard off before.   One of the things I like the most, is that ZoneZero is being used by hundreds of teachers of photography all over the world, as their pupils get to see the work of not only the traditional text books that were used in the past, produced of course, you guessed right, in the cultural metropolis, with the same names that existed always being taught, which obviously perpetuated the hegemony of ideas and concepts of those that control the centers of power. That is no longer happening in the same manner, and I find this to be an important process towards a more democratic process of access of information. Remember that cultural identities are strongly linked to such opportunities to discover the merits of your own cultural heritage vs, that of the metropolis.   I will give you yet another example of these technological transitions, and what they have in store for photography. In the early nineties, I produced what was the first CDROM with continuous sound, and images. It was at the time a seminal work, in so far that it brought to the computer screen content that was at the time considered to be outside the realm of what one could find on a computer screen. Something personal and emotional, I am of course making reference to I Photograph to Remember. I was incredibly happy with the potential of the CD ROM that allowed one to publish such work, and distribute it on something as transportable as a disc. However, the problem became distribution. Something as new as that object, had no“place” were something like that could be found. Who sold such things? At first a few record stores, then books stores, and then increasingly other outlets. But it was all quite new and therefore without any sort of experience on the part of consumers. I think drugs were better distributed than CD Roms.   Then the Internet appeared, and the few stores that did sell CDs evaporated into thin air, I immediately sized upon the opportunity to make myself present on the internet assuming that the problems of distribution would now take care of themselves, and they largely did. I ported IPTR to the Internet, against the better recommendations of a lot of friends. But in the long run they were proven wrong, the internet allowed IPTR to take on a new direction with distribution the world over, something that was well nigh impossible in it’s previous incarnation as a CDROM. IPTR today runs off the Internet with the same sort of audio and video integrity it had coming off the CDROM with one important added advantage, it was no longer necessary to program for different platforms such as windows and Macs. Everyone could see it now.   A new platform has emerged, the iPod, and we have now made a version that you can download to you iPod, and of all the options I think this one is the most intimate. As you can see, the same body of work, can migrate from one technology onto the next. I think we have yet to discover the potential that the iPod has for photographers as a platform to plan for, to use it to make their works available for such audiences.   If you project this possibility to all sorts of educational projects, story telling, entertainment, museum guides, etc. you can find that all of a sudden photographers will be able to tell their stories using a multitude of technologies to make their work known to ever new small platform channels.   What am I telling you, with this idea? Is that the computer is no longer the only hardware that can deliver photographic images and multimedia, and in so doing I am also telling you that the prices will increasingly come down, expanding the base to which you can make your work available. Cell phones will also become a large market you will find important for your photographs. They not only take pictures but of course also display them, and if they do that, then they can also display your stories. And with a few billion phones out there, you just might have something to offer them that could be of interest.   So if the audience expands, if the prices come down, aren’t we in essence dealing with a process of democratization?   In closing let me tell you about another project I have been involved.   This is called the HERESIES project. This project is a retrospective of my work that will open in October 2008, in about one hundred museums around the world at the same time.   I believe that this project epitomizes many notions that one can put under the umbrella of democratization of photography.   It will not only be presented in those one hundred institutions mentioned before, but it will also be presented in web galleries over the Internet, all coexisting at the same time. Their intention is not to compete with each other but rather to complement one another.   Probably no two museums will show the same work that the others will, and that has largely to do with the structure that I offered to the museums, were by they can make a selection of what ever images they want to chose from a given data bank, and these are the ones that they will get prints off.   But all of this could not be accomplished with out the presence of new printing technologies, were we can get the outmost quality, better than any analog prints ever made by me, and with greater longevity than these, imagine 200 years guaranteed, while printing on demand becomes a standard.   But add to this the fact that we have built a database with all the images that I have ever produced, all of this will be accessible to all those people who have a legitimate reason to have such access to an open database with nearly 500,000 images and documents. No longer is this one of those closed databases which are so dear to those who want to protect a body of work for personal power.   The disruptive nature of an open database will long be felt, at least in the academic world, as the word democratization also comes creeping in to this world as well. The academic world is long on ideas about democracy and quite short on living up to them.   All those institutions that keep their cards too close to their vests and don’t want to open their archives, will be held to a new level of accountability of what could be possible. Much as those monks of yesteryear, who saw their power erode with the advent of the movable printing press. We shall now see certain librarians, academics, photographers or curators having to defend the way they go about in dealing with their archives. Access will be the magic word.   The notion that you would make an exhibition, and then travel the show where one size fits all, never worked, has now found a new tailor to order format, which to boot, will only cost the venue showing, one thousand dollars per participant, where as in the past such a project would cost at least twenty times more. Thus we have been able to reduce the price considerably while making the show made to order. Going in precisely the opposite direction of what traditional shows have been up to now.   We expect many people will get a chance to see this work, over the duration of this exhibition of, at least, eight weeks, and do so in any one of it’s multiple forms of being viewed. I think that this is adding a new dimension to what is a democratization process in the area of photography. Now, none of this would have been even remotely possible without access to all the new tools that the digital age has to offer.   I can remember when in the seventies, there wasn’t a single space to exhibit photography in Mexico. We led a revolt against the status quo in an art world that would dismiss photography entirely. We also made serious efforts to discover ourselves and to gain some visibility in the world of photography at large. All those efforts, as seen now forty years later seem quite basic and romantic, yet they became the cornerstone for many of the things we were able to achieve as time went on. However, it is mainly due to the presence of new technologies that our evolving dreams even had a fighting chance of becoming a reality.   As I stand before you, all I can say with the greatest of humbleness, is that the process of democratization is an ever present reality, at least so in our experience, and in paraphrasing Winston Churchill, It has been said that using digital technologies is the worst form of working except all the others that have been tried before.   © Pedro Meyer Abril, 2007         http://zonezero.com/magazine/articles/pedromeyer/indexsp.html    
Lunes, 30 Abril 2007
Autor:Gary Kamiya
        Temerosa de retar a los líderes norteamericanos o de la noción convencional sobre el Medio Oriente, una prensa sin agallas se desmoronó.   Abril 10, 2007. No es un secreto que el período transcurrido entre el 11 de septiembre y la invasión de Irak representa uno de los más grandes derrumbes en la historia de los medios de comunicación estadounidenses. Todas las ramas de los medios fallaron, desde los diarios, las revistas y los sitios Web, hasta las cadenas de televisión abierta, los canales de cable y la radio. No voy a entrar en detalle sobre las fallas específicas de cada medio, su credulidad acerca de tubos de aluminio y nubes atómicas y el no aclarar que Saddam Hussein nada tuvo que ver con el 11 de septiembre. Se sabe bien que lo repetirán. En todo caso, la falla real no fue solo en un área, fue en todas. Las mentiras y distorsiones de la administración Bush no fueron cuestionadas o fueron promovidas activamente. Presunciones elementales y problemáticas sobre el terrorismo y la “Guerra contra el Terror” rara vez fueron debatidas o siquiera discutidas. Casi nunca se proporcionó un contexto histórico que era primordial. Y no fue solo una falla en el análisis. Salvo algunas honorables excepciones, el buen reportaje de la vieja escuela también estuvo ausente.   Aunque quizá la falla más notable de la prensa fue su incapacidad para determinar el porqué se inició esta desastrosa guerra. Kristina Borjesson, autora de Feet to the Fire (Pies al Fuego), una colección de entrevistas con 21 periodistas sobre cómo la prensa se vino abajo, resume brevemente “Lo que encontré realmente profundo es que no había un consenso entre el liderazgo nacional sobre el porqué hicimos esta guerra. Borjesson dijo a AlterNet”[La guerra] es la actividad más extrema en la que una nación puede comprometerse, y si no fueron claros sobre ella, eso quiere decir que el público no estaba necesariamente claro sobre las razones reales. Y pienso que todavía el pueblo norteamericano no lo tiene en claro.”   Desde luego, los medios no se derrumbaron solos. El Congreso cedió y autorizó a Bush ir a la guerra. Y la mayoría del pueblo norteamericano, traumado por el 11 de septiembre, siguió a su a su alucinado presidente por las senda triunfal. Aunque los medios hubieran hecho su trabajo, quizá Bush hubiera logrado su guerra, pero nunca lo sabremos.   ¿Por qué los medios fallaron tan desastrosamente en su respuesta al mayor tema de toda una generación? Para responder esto, necesitamos revisar tres grandes aéreas interrelacionadas, que he denominado psicológica, institucional e ideológica. Los medios adolecían debilidades desde antes en los tres frentes, y cuando un devastador ataque terrorista y una administración extremista, hipócrita e irresponsable se juntaron, el resultado fue una tormenta perfecta.   La categoría psicológica es la más amorfa de las tres y la denominada con menos exactitud, fácilmente la podríamos llamar sociológica. Por ella, entiendo a la manera –sutil, interna y a menudo inconciente- en que los medios apoyan o difieren de ciertos valores e ideales sacrosantos. Los periodistas gustan de verse como agentes autónomos que buscan la verdad sin temor o buscando favores, pero de hecho, los medios, y en especial los medios masivos, obedecen toda una serie de códigos, a veces tácitos, que regulan lo que creen que pueden decir. Las cadenas de televisión son el ejemplo más claro. Desde códigos de decencia a tema principal, las cadenas siempre han estado rodeadas de una vasta e invisible red de restricciones.   Vistos a ésta luz, los medios masivos son una institución cuasi-oficial, una nana de la información, responsable de mantener una especie de consenso nacional. Tal como nuestro sistema jurídico se basa en gran parte en lo que pensaría una persona “razonable”, nuestros medios masivos están encargados de presentar no solo una visión precisa del mundo, sino también una visión “apropiada”.   Lo que “apropiado” signifique en términos absolutos es imposible de definir. Sin embargo, en la práctica, el significado es claro. Se refleja en unos medios cautelosos, de centro, que se someten a los dogmas nacionales aceptados y se permiten discretamente opinar sobre los temas únicamente cuando creen que la opinión popular les otorga esa licencia. Las “guerras culturales” de las décadas recientes son, en gran medida, la reacción de enfurecidos conservadores, que perciben legítimamente que los medios “liberales” han conferido su sello de aprobación a temas como los derechos de los homosexuales y el derecho al aborto. De hecho, los principales medios masivos solo se atreven a desviarse del imaginario centro nacional desde un discurso “apropiado” que se encuentra en un lugar marcado con límites bien definidos.   Los padres de familia pueden tener justificación para basar sus decisiones en lo que es “apropiado”, pero el que los medios lo hagan es en extremo peligroso, y más aún en tiempos de guerra o trauma nacional. Después del 11 de septiembre, el espacio de maniobra se restringió aún mas. Lo que era “apropiado”, se convirtió en sumisión a los líderes del país. El patrioterismo y la unidad nacional eclipsaron a la verdad.   El despliegue de patrioterismo mediático después de los ataques revela lo frágil que es la barrera ente periodismo y propaganda. Fox News, cadena cuyos reporteros lucían botones con la bandera americana y cuyas noticias consistían en una constante adulación a las políticas de la administración Bush, fue desde luego, el caso más notorio. Un mes después de que los Estados Unidos comenzaron a bombardear Kabul, el periodista de Fox, Brit Hume de hecho dijo “En ABC News, donde se prohíbe el uso de botones con la bandera, Peter jennings y su equipo han dedicado mucho más tiempo a cubrir las noticias sobre víctimas civiles que todos sus competidores de las otras cadenas”. Leer esta declaración cinco años después es un útil recordatorio de cuan omnipresente fue en esos días -y hasta el día de hoy- en Fox, esta especie de histeria colectiva patriotera y cuasi estalinista. Fox fue el peor, pero el resto de los principales medios masivos estaba claramente influido por la necesidad percibida de ser “americanos primero, periodistas después”. Esto se manifestó menos en los reportajes obviamente falseados o prejuiciados que en maneras más sutiles: la simple falta de investigación de los pretextos la administración Bush, el salir del “circulo mágico” de los expertos autorizados, o en general, cuestionar agresivamente toda esta aventura surrealista.   Esta falla fue todavía más notable por que la preparación para la guerra fue en cámara lenta. Durante nueve meses o más, todos sabían que Bush estaba decidido atacar Irak y nadie sabía realmente por qué. Aun así, los principales medios masivos fueron incapaces de salir de su estupor. En un momento decisivo, el estupor parecía casi literal.   En una tristemente célebre conferencia de prensa, el 6 de marzo del 2003, solo unos días antes de la invasión a Irak, los peces gordos de los principales medios presentes, estaban tan letárgicos y aparentemente tan resignados ante la inevitabilidad de la guerra, que parecían estar drogados. El corresponsal de la ABC en la Casa Blanca Terry Moran dijo que la prensa se retiró “como si fueran zombis”.   No digo que no haya un lugar para el patriotismo o la solidaridad, el 11 de septiembre fue un caso especial. Miles de norteamericanos acababan de ser asesinados y esto aumentó la conciencia de nuestra identidad nacional, lo que era inevitable e inobjetable. Quien, por ejemplo, podría ponerle un pero a la serie de “Retratos del Dolor” que publicó el New York Times para homenajear a las víctimas del 11 de septiembre? Esta publicación tenía claras implicaciones políticas. Por ejemplo, el Times nunca publicó una serie de las 3,000 o más víctimas que mueren en accidentes automovilísticos cada mes en los EEUU. Pero fue una decisión editorial legítima.   Pero si se trata de análisis previsor y reportaje (en lugar de una cobertura aduladora), la patriotería y la histeria colectiva son venenos para el periodismo.   El argumento implícito de Hume de que reportar extensivamente sobre las víctimas civiles era “antiamericano” fue un ejemplo extremo. Pero en las redacciones en todo el país, tuvieron lugar miles de casos más pequeños de autocensura o cobertura selectiva.   EL 11 de septiembre fue un tabú sagrado que hasta el periodista con sangre más fría y desapasionado, temía tocar. Habían visto lo que le ocurrió a Susan Sontag, quien fue crucificada por atreverse a decir que los que efectuaron el ataque no eran unos cobardes, que la bravuconería del presidente Bush era “robótica” y que Estados Unidos necesitaba replantear con urgencia sus políticas en el Medio Oriente. (el New Republic publicó un artículo titulado “¿Qué tienen en común Osama Bin Laden, Saddam Hussein Y Susan Sontag) Bill Maher perdió su programa de TV al rehusarse a plegarse a la línea de “los terroristas son cobardes” y Noam Chomsky fue declarado traidor por llamar a los Estados Unidos un estado terrorista, y advertir que una respuesta violenta la 11 de septiembre sería contraproducente.   Un ejemplo personal: En un artículo que escribí en “Salon” antes de las elecciones de 2004, cuando ya había pasado lo peor de la ola patriotera, escribí: “Aunque sea una herejía, los ataques terroristas probaron que es posible reaccionar en exceso, y específicamente reaccionar tontamente a un ataque que dejó más de 3,000 muertos.” La idea de que habíamos “reaccionado en exceso” ante este sagrado evento, fue tan explosiva que hasta mi editor me cuestionó sobre ello. Pero la frase se quedó. Pero yo escribo para Salon, uno de los pocos medios grandes que se opuso a la guerra desde el comienzo, un medio que no es propiedad de las corporaciones y es agresivamente independiente. ¿Cuántos sentimientos terminaron en los cestos de basura o ni siquiera fueron escritos?. Tal como Mark Hertsgaard señaló en su estudio sobre las debilidades de los medios en la época de Reagan On Bended Knee The Press and the Reagan Presidency, la censura más efectiva es la autocensura.   En resumen, los ataques no solo mataron a casi 3,000 norteamericanos, sino también la capacidad de los medios masivos para cuestionar la administración, que se convirtió en una experta para calificar como casi una traición cualquier desacuerdo con ella. Cuando Ari Fleischer declaró el infame “todos los norteamericanos necesitan cuidarse de lo que dicen, ven y hacen”, los principales medios masivos obedecieron. Esta cobardía fue compensada por la mucho más combativa y crítica perspectiva de los analistas, a menudo académicos que no escribían para un público masivo y que por ende no habían aprendido a someterse a la opinión de los “mejores y más brillantes” y a encuadrar su opinión dentro de un imaginario centro norteamericano.   Una y otra vez, durante la preparación de la guerra y su primera etapa, me sorprendió la diferencia entre el claro análisis de los libros y el batiburrillo centrista de los periódicos y la TV. Esta fue especie de batalla surrealista entre los libros y los medios masivos, que los libros ganaron patentemente.   El libro Resurrecting Empire (Imperio resurgente) de Rashid Khalid, escrito antes y durante los primeros días de la guerra en Irak, predijo con exactitud el predicamento en que los Estados Unidos se acababa de meter, desacreditando la idea de que la gente del Medio Oriente, que tiene una larga memoria histórica de la opresión imperialista, iba a aceptar a los estadounidenses como “ liberadores”. El libro Incoherent Empire (Imperio Incoherente) de Michael Mann, escrito en la misma época, expuso la incoherencia de la “guerra contra el terrorismo” de Bush. Mann señala que existe una diferencia fundamental entre terroristas “nacionales” como Hamas y los “internacionales” como Al-Quaeda y que tratarlos como si fueran lo mismo, como hizo y hace Bush era un error catastrófico. También en A Fury for God (Una Furia por Dios), de Malise Ruthven, publicado antes de la guerra, se investigan las raíces históricas del Islamismo violento a través de la Hermandad Islámica hasta Sayyid Qutb, señalando el corrosivo efecto del conflicto palestino-israelí en la mente musulmana y advirtió que “otra Guerra del Golfo causará más mal que bien.”   No todo estaba perdido. Algunos de los mejores comentarios estaban en el Internet en blogs como el Informed Comment de Juan Cole y Just World News de Helena Cobban, pero estos sitios tienen un número limitado de lectores. Hubo notables excepciones de la prensa impresa, como el excelente reportaje de Knight Ridder, Jonathan Landay y Warren Strobel, quienes denunciaron las falsas afirmaciones de la administración Bush acerca de la “amenaza” que representaba Saddam Hussein. Walter Pincus, del Washington Post también cuestionó las afirmaciones de Bush sobre las armas de destrucción masiva (esta historia fue relegada a la página 17 antes del inicio de la guerra). Seymour Hersh, del New Yorker, y Mark Danner del NewYork Review of Books, también se distinguieron por su cobertura de la prisión de Abu Ghraib, yendo desde los muros manchados de sangre en las afueras de Bagdad hasta el Secretario de la Defensa, Donald Rumsfeld.   Pero tales autores y periodistas eran contados, y nunca aparecían en la TV. Ya que la guerra tenía rato, la mayor parte de los medios masivos seguían obsesionados con las desaparecidas armas de destrucción de Saddam Hussein y los “retos de la reconformación del Oriente Medio”, ignorando los argumentos de fondo. Fue un descarnado ejemplo de la diferencia entre el periodista y el académico.   Aun antes de que se revelaran los pies de barro de Irak y de la administración Bush, el periodismo americano no estaba en una de sus fases heroicas. La prensa es menos agresiva de lo que fue en al época de Wateragate. Su papel beligerante se ha debilitado. Se pliega más ante al autoridad, es más dócil y menos amenazante hacia lo que la gran periodista israelí Amira Hass denomina “los centros de poder”.   Existen una serie de razones para este ablandamiento de la prensa. Una es económica. El declive de los periódicos, el surgimiento de “infotenimiento”, y la obstinación de los dueños de las compañías para producir grandes dividendos para los accionistas, han disminuido los recursos y llevado a una fijación que impide el reportaje agresivo. Hay mucha plata en el reportaje agresivo y combativo, pero la mayoría del dinero se encuentra en la derecha, no en la izquierda. El espectacular éxito de los medios de extrema derecha como Fox News y de estridentes demagogos como Rush Limbaugh y Ann Coulter no ha alentado a los dueños de los medios, demasiado miopes para ver que existen alternativas viables al desabrido rol de niñeras informativas de las cadenas nacionales y poder alentar el periodismo verdadero. (la blogósfera representa el comienzo de una revuelta nacional contra los ahora desacreditados centinelas de los medios masivos).   El otro es el efecto narcótico de la cultura corporativa: Los principales medios cada vez se vuelven más desabridos y timoratos, tal como las enormes burocracias de las que son propiedad y cada vez se vuelven más indistinguibles del gobierno federal y de entre ellos mismos. Cada vez es más difícil “monitorear a los centros de poder” cuando trabajas para una gigantesca corporación que se encuentra en el mismísimo centro del poder.   Hay un intercambio “faustiano” para el “periodismo de acceso” al que cada vez más periodistas prominentes han sucumbido, tal como lo revela la debacle de Judith Millar. Tal como el informante del Pentagon Papers, Daniel Ellsberg dijo a sus editores en el 2003, éste es un pecado capital del periodismo. “Es irresponsable que cualquier miembro de la prensa se guíe únicamente solamente por las fuentes gubernamentales, sean el presidente, los secretarios u oficiales de menor rango. Eso definitivamente incluye a los personajes semiocultos que alegan tener la “verdadera” historia. Así como las conferencias de prensa son un vehículo para mentirle al público, estos personajes semiocultos lo son para mentirle a la prensa, convenciéndola de que están obteniendo una historia vendible”.   Mientras resonaban los tambores de la guerra, la prensa compró y compró hasta que se dieron cuenta que ellos habían sido vendidos.   Un asunto muy relacionado es el advenimiento de una súper clase de periodistas de TV, que son tan ricos y famosos como la gente que cubren, y que rutinariamente socializan con ellos en fiestas y eventos. Estos periodistas-celebridades podrán presumir de su “dureza”, pero nadan cómodamente en las aguas del conocimiento convencional a su alrededor, y en lo relativo al Medio Oriente, ese conocimiento convencional está en la bancarrota.   Esto nos lleva a la tercera y última área en donde el periodismo fracasó después del 11 de septiembre: La ideología. El evaluar el porqué los Estados Unidos fueron atacados requería que los periodistas aprendieran sobre la historia del mundo árabe y musulmán, y no leer a medias algún tendencioso artículo de Bernard Lewis descalificando los reclamos árabes. El evaluar lo peligroso que realmente era Saddam Hussein, requería tener un conocimiento del Medio Oriente contemporáneo, no solo una rápida lectura de The Threatening Storm (La Tormenta amenazante) de Kenneth Pollack, que decía que la amenaza que representaba Saddam era tan grande, que la guerra era necesaria. Evaluar toda la “Guerra contra el Terrorismo” de Bush, precisaba una desapasionada exploración del terrorismo en sí mismo, libre de lo emotivo del 11 de septiembre, y comprender que el terrorismo es esencialmente una forma de guerra asimétrica, que a menudo tiene éxito al provocar una reacción excesiva, y que puede esgrimirse al servicio de metas legítimas, y que la mayoría de los terroristas no son ni cobardes ni dementes. En verdad cada una de éstos temas necesitaba ser visto con completa objetividad, sin vacas sagradas de ninguna especie.   Nada de esto ocurrió debido a tres razones relacionadas entre sí. La primera fue simple ignorancia: La mayoría de los periodistas de los grandes medios, sencillamente no sabían mucho del Medio Oriente y poseídos por una especie de humildad malentendida, creyeron que aprender no era algo que tenían que hacer.   En segundo lugar, la sociedad americana en general tiene una tendencia pro israelí, que generalmente es compartida por los periodistas (que están demasiado intimidados o son demasiado ignorantes para cuestionar), lo que inmediatamente los lleva a hacer suposiciones y adoptar creencias respecto de los árabes, el terrorismo y el Medio Oriente en general. El historiador Tony Judt opino en el London Review of Books, que el apoyo brindado por tantos periodistas liberales y expertos a la guerra de Bush se explica por su apoyo a Israel. Puesto que ésta orientación es considerada la “apropiada”, prácticamente afecta todos los aspectos de la cobertura de los medios en el Oriente Medio. Las perspectivas musulmanas y árabes no tienen casi cobertura mediática en los EEUU, debido a que tienden a ser anti-Israel. Si hubieran sido cubiertas, muchos norteamericanos hubieran sopesado de manera muy distinta las oportunidades de éxito de la guerra en Irak. En lugar de eso, los medios norteamericanos trabajan dentro de un espectro ideológico muy estrecho del Medio Oriente, usando una y otra vez las mismas fuentes de centro-derecha y derecha. Para dar un ejemplo específico, el New York Times, cuando requiere opiniones expertas sobre asuntos israelíes, recurre al Washington Institute on Near East Affaires (Instituto de Washington sobre Asuntos del Medio Oriente), un grupo intelectual pro-israelí de centro-derecha. El Times rara vez recurre a expertos de centro-izquierda o izquierda como Cobban o MJ Rosenberg para comentar sobre Israel. No hay evidencia de que el desastre de Irak, que estos expertos de derecha apoyaron de manera casi unánime, haya servido para que los medios replanteen sus fuentes o su orientación ideológica.   Peor aún, quizás el tabú de discutir este tema públicamente, ha contribuido a ahogar el crucial debate sobre la guerra. Como señaló Michael Kinsley hace más de 4 años en Slate, una de las grandes motivaciones para el gran apoyo de los neoconservadores a Israel a favor de la guerra se dió debido al proverbial “elefante en la habitación”, todos lo ven pero nadie habla de él. Kinsley señala correctamente que había motivos honorables para tal silencio, nadie quería que se dijera que la guerra era promovida por judíos que únicamente debían lealtad a Israel. Esta es una caricatura. Tal como Kinsley y yo hemos dicho, para los judíos neoconservadores que jugaron un papel clave en la planeación de la guerra, simplemente se tomo como un axioma el que los intereses de EEUU y los de Israel son idénticos. Pero la suposición de los intereses compartidos es altamente problemática, por decir lo menos. Algunos comentaristas, como Philip Weiss, han llevado a la mesa de discusión el sensible tema del papel jugado por la preocupación de los neoconservadores por la seguridad de Israel. En los años por venir, los historiadores cavilarán el porqué los EEUU bajo Bush, adoptaron, en efecto, la posición israelí respecto al mundo árabe, sin que se discutieran las implicaciones – o por lo menos se reconocieran los paralelos- de esta arriesgada y radical postura.   Para terminar, los medio fueron incapaces de lidiar con las motivaciones, altamente abstractas e ideológicas, de la guerra de Bush, especialmente por que esas motivaciones, como fue admitido notoriamente por Paul Wolfowitz, nunca fueron aclaradas. Para oponerse a la guerra frontalmente, uno debía retarlas dos razones reales detrás de ella, la cruzada neoconservadora contra el “Islamofascismo” y el frío deseo de los guerreros para reafirmar el poder norteamericano. Pero esto significaba no solo enfrentarse a las vacas sagradas del 11 de septiembre e Israel, sino también lidiar con la negativa de la administración para reconocer públicamente estas abstractas razones y retar el que la Casa Blanca se oculte detrás de pruebas amañadas sobre la existencia de las armas de destrucción masiva de Saddam, debido a “razones burocráticas”, para usar las palabras de Wolfowitz. Para los medios masivos -sin preparación, intimidados y atrapados en el torrente del conocimiento a medias y el patrioterismo- esto era demasiado. Tal como dijo Kristina Borjesson, el resultado fue que los medios masivos se fueron de la guerra y no la llegaron a entender. No puede haber una acusación más seria.   Debemos señalar otra razón del fracaso de los medios en Irak: la administración Bush. Los medios masivos, especialmente en su debilitada posición actual, simplemente no están equipados para lidiar con un régimen tan manipulador, disimulado, vengativo y –para andarse sin rodeos- maligno como éste. Ver a la prensa tratando de enfrentarse a la pandilla Bush-Cheney es como ver a la caballería polaca cargando contra los tanques alemanes en 1939.   ¿Aprendieron los medios la lección?¿Que nos depara el futuro? De muchas maneras, los medios definitivamente han mejorado. Después que la guerra comenzó a ir mal y las armas de destrucción masiva no aparecieron, la mayoría de las agencias de noticias comenzaron a endurecer su posición contra la administración Bush. El New York Times en particular, halló sus agallas criticando a la administración por su incompetencia e hipocresía y siendo escépticos ante sus supuestos progresos en Irak. Y desde el comienzo de la guerra, el trabajo de los corresponsales en el campo ha sido muy superior al de los analistas.   El problema, desde luego, consiste en que la prensa se volteó contra Bush solo cuando bajó su popularidad, otra señal de que el Cuarto Poder se ah convertido más en un anemómetro que en un relator de la verdad.   El veredicto final no ha llegado. Los medios han mejorado, sin duda, pero tienen mucho que resarcir. Los problemas estructurales-psicológicos, institucionales e ideológicos- que jugaron tan importante papel en su derrumbe, siguen ahí y no hay razón para pensar que se irán. Y además, está la guerra, que redujo a gran parte de los medios a meros hinchas agitando la bandera. Si los medios aprendieron que un tonto puede hacer sonar el clarín de guerra, que no todas las guerras iniciadas por los EEUU son correctas o necesarias, y que las pretensiones de superioridad moral no constituyen un argumento, entonces tal vez algo pueda rescatarse de este lamentable capítulo después de todo.     Gary Kamiya       http://zonezero.com/magazine/articles/salon.com02/02sp.html    
Martes, 10 Abril 2007
Autor:Pedro Meyer
    Realizamos una encuesta que fue contestada por nuestro público en más de 32 países. Queremos agradecerles por sus valiosos comentarios, que nos servirán como una importante guía para avanzar en las cuestiones que esperan y que desean ver realizadas.   La mitad de ustedes sugirió que el tema “de lo análogo a lo digital” se encuentra agotado en su mayor parte, y que ahora ya vivimos totalmente en un ambiente fotográfico digital, y la otra mitad cree que la película y el cuarto oscuro siguen estando bien y estarán dentro del futuro próximo.   Les presento algunas evidencias de lo que he presenciado en los últimos treinta días y que les darán una clara indicación de que las cosas al parecer no lucen tan prometedoras para aquellos que siguen apegados a la tradición análoga. No estoy emitiendo un juicio acerca del mérito de sus preferencias, sólo presento hechos, para ser evaluados de acuerdo con sus predilecciones personales.   La primera prueba que, francamente me sorprendió, fue entrar a una tienda, que había reemplazado toda su sección de venta de película con baterías de todo tipo.     Lo segundo que me dejó anonadado, fue ver una repisa en una tienda de foto en la que uno de los nombres tradicionales del papel fotográfico ILFORD, había sido reemplazado, no por un nuevo nombre sino por el mismo de la era analógica Ilford Gallerie, en papel de inyección de tinta. Tengo entendido que Ilford atravesó una dura época en lo financiero durante la transición a la era digital y ahora tienen nuevos dueños y administración. Uno de los resultados de este proceso de renacimiento, es que el papel con base de sales de plata ha sido sustituido por papel que ya no pasa por el cuarto oscuro, sino por la impresora de inyección de tinta en el “cuarto luminoso”.     También encontré que las galerías y coleccionistas parecen haberse enamorado de las impresiones con base de plata. Las mismas hojas de papel que en el pasado no eran siquiera consideradas arte, ahora repentinamente tienen gran cantidad de seguidores. Por supuesto me parece irónico que el mundo del arte “no lo entienda”, porque si en verdad se preocuparan por coleccionar imágenes, en lugar de explotar el fetichismo de un objeto escaso, lo que harían sería imprimir las mejores fotos en los papeles más lujosos, cuya diversidad es completamente nueva en el campo de la fotografía, y por cierto dura por muchísimo más tiempo que sus “preciosas” impresiones de plata.   Me permito decirles que cuando comencé a imprimir en formato digital a principios de los noventa, las tintas no eran muy estables y las impresiones se desvanecían en unos pocos años. Los coleccionistas en aquella época no compraban fácilmente estas impresiones por esta razón. Yo defendería precisamente lo contrario, ya que éstas impresiones se convertirían muy pronto en artículos de colección, debido al período en el que fueron hechas, en otras palabras, las impresiones digitales más tempranas pronto aumentarían enormemente su valor. Y eso es exactamente lo que ha ocurrido, pero la mayoría de los coleccionistas no alcanzan a percibir esto.   Tal vez lo que necesitamos es que tanto coleccionistas como artistas tengan una visión de la dirección que han de tomar las cosas, lo que creo constituye el mayor reto. Los que posean la visión del futuro serán los que podrán cosechar los frutos de sus premoniciones.   Pasando a otro tema, debo decir que necesitamos revisar una cuestión que parece que no termina de irse... los fotógrafos que son despedidos de sus empleos por alterar sus imágenes para sus periódicos o agencias. El último escándalo se relaciona con el fotógrafo Allan Detrich, que trabajó para el Toledo Blade. El editor del periódico dijo que Detrich también había entregado algunas otras fotos cuestionables este año.   Si bien no estoy a favor de la alteración de fotos en el contexto de las imágenes de noticias, cuando esta alteración cambia significativamente el contenido de lo que transmite la imagen, creo que es también muy importante que comencemos a examinar a los inquisidores que se han puesto en contra de los fotógrafos, en algunos casos con argumentos muy cuestionables.   Un artículo muy importante a este respecto fue publicado recientemente en Salon.com, que creo puntualiza la situación actual con la prensa. Personalmente, creo que un buen número de profesionales de la prensa deberían también de ser cuestionados, y no señalar solamente a los fotógrafos.   Pedro Meyer Abril, 2007 Nueva York   Como siempre, por favor pongan sus comentarios en nuestros foros.         http://zonezero.com/editorial/abril07/abril07.html      
Lunes, 02 Abril 2007
Autor:El Universal
  Mercedes Iturbe, directora del Museo de Arte Carrillo Gil (MACG), falleció en la madrugada del 1 de abril del 2007, en su domicilio de la Ciudad de Cuernavaca, Morelos, informó hoy el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL).   En un comunicado, la institución destacó la labor de esta importante promotora de las artes en México y el extranjero, quien hasta hace unos meses fuera directora del Museo del Palacio de Bellas Artes.      
Sábado, 31 Marzo 2007
Autor:Amy Benfer
          Escribiendo en un Mundo Libre   Jonathan Lethem explica porque la legislación de derechos de autor frustran la creatividad y porque está regalando los derechos para hacer una película con su nueva novela. por Amy Benfer   25 de marzo, 2007. La séptima novela de Jonathan Lethem You don’t love me yet (“Todavía no me amas”) es una especie de parábola sobre las maneras en que se crea el arte y se convierte en mercancía mediante un proceso de préstamos, robos y transformaciones. Situada en Los Ángeles, la novela trata sobre cuatro músicos de rock indie que se encuentran más cercanos a cumplir los 30 años que al éxito. La atractiva bajista, Lucinda traba amistad con un cliente anónimo de su empleo en una línea telefónica de quejas de una galería de arte. El hombre, apropiadamente llamado “el Quejoso”, resulta ser un genio para las palabras. Lucinda da a conocer las disertaciones del Quejoso a Bedwin, el letrista de la banda, quien las transforma en canciones que finalmente le dan un reconocimiento a la banda. Las cosas se tornan difíciles cuando el Quejoso, en lugar de buscar una compensación monetaria, desea unirse a la banda.   La semana pasada, Lethem, autor de best sellers tales como Motherless Brooklyn (Brooklyn Sin Madre) y The Fortress of Solitude (La Fortaleza de la Soledad) propuso una igualmente inventiva, aunque mucho más generosa manera para otorgar los derechos para hacer una película con su novela. En su sitio Web, ofreció la opción de regalar dichos derechos a aquel cineasta que le presente la mejor propuesta para el 15 de mayo. A cambio, el cineasta acuerda pagarle el 2 por ciento del presupuesto total de la película cuando ésta logre un contrato de distribución, y permita que los derechos regresen al dominio público, para el uso gratuito de cualquier persona, incluyendo a otros cineastas , cinco años después del lanzamiento de la película.   Lethem también ha escrito un ensayo para la edición de febrero de la revista Harper’s llamado “El éxtasis de al influencia”, en el que hace un alegato a favor de un nuevo enfoque de la legislación de los derechos de autor, basada en el reconocimiento de que “la apropiación, la imitación, la cita, la alusión y la colaboración sublimada constituyen un sine qua non del acto creativo”. Se basa en el reconocimiento de que todas las obras de arte son en cierto sentido, una colaboración entre los artistas y el resto de la cultura. Hablé con Lethem sobre el tema del derecho de autor en su nueva novela y ensayo en su residencia en Brooklyn, Nueva York.   You don’t love me yet trata sobre músicos que tienen otros empleos durante el día. Esta clase de músicos casi no cuenta con el apoyo de una disquera y se encuentran perpetuamente de gira, sacando dinero de la venta de camisetas, esto es, vendiendo subproductos de sus lindas canciones. Cuando me subo al caballo pro derecho de autor, debo decir que estos músicos ponen en riesgo sus relaciones personales al estar todo el tiempo de gira, y cuando llegan a la mayoría de edad, que en el caso de un músico de rock indie puede ser a los 30 años…   Así es, no poseen una propiedad intelectual para ayudarles en el asilo de ancianos. Lo primero que quiero decir es que es enteramente una ficción de lo que, para efectos de esta discusión, llamaré la “oposición” de los absolutistas corporativos del derecho de autor, que el cuestionar de cualquier modo la actual locura privatizadora significa proponer la abolición anárquica del derecho de autor.   Yo me gano la vida licenciando mis derechos de autor. Todo lo que he tratado de decir en el ensayo de Harper y en otras partes es que hay una gigantesca zona gris. Se vuelve uno de esos temas como el que no apoyar que se realicen grabaciones de llamadas telefónicas privadas en los EEUU me convierta en un terrorista.   Lo que busco explorar es esa increíblemente fértil zona gris en donde la gente controle algunos derechos y obtenga importantes beneficios de esos controles y sin embargo contribuyan a un dominio público saludable y sistemáticamente renuncien a controles sin sentido que empobrecen al dominio público.   Dicho esto, no hay una descripción simple. Existe una intrincada serie de juicios dadas las variantes tecnológicas y las diferencias entre los distintos medios. No hay un estándar simple a aplicar. Es una cuestión de entender las necesidades de un dominio público sano y un incentivo saludable en cada campo específico.   Pero diré esto: Los problemas de los artistas, músicos, escritores y cualquiera que reciba un ingreso por realizar su trabajo más libre e independiente no son nuevos. La actual situación de maximización de la propiedad intelectual azuzada por las corporaciones, no parece haber impedido a las bandas independientes realizar sus giras.   Soy un artista muy afortunado. Me gano la vida con ello. No sabía si lo podría hacer. Estoy convencido por la imagen ofrecida por Lewis Hyde de que un artista se halla , por definición, sin importar el medio, nivel de éxito o contexto cultural, en la producción de la cultura, y el participar de ella haciendo cosas es inherentemente realizar una transacción en la que se hace un obsequio y se crea un bien mercantil. Y siempre será así. La pregunta es ¿Cómo afirmamos y damos claridad a esta relación? Por que es muy extraña, ya que se crean bienes de consumo que a la vez son obsequios.   Supongo que al avanzar en tu carrera estás en una mejor posición para realizar obsequios de tu propia obra   ¡Irónicamente así es! Me encuentro en una mejor posición que antes. Pero la verdad es que la alharaca se hace sobre todo al comienzo de las carreras de los artistas, o artistas que han descubierto la inutilidad o la frustración de su esperanza de poder vivir del arte. Se deja esto a las personas que más bien lo hacen como una especie de impulso voluntario desde los márgenes.   Hemos visto recientemente ejemplos de gente que ha hecho trabajo comercialmente viable y a la cual se les ha jugado muy suciamente, como Hank Shocklee de Public Enemy , quien casi inventó un nuevo lenguaje musical y que vio como se le puso prácticamente en la ilegalidad debido a la aplicación de las leyes del derecho de autor. Siento que los artistas ya no pueden permitirse el quedarse con los brazos cruzados.   Sé que hablo desde una posición muy cómoda. No quiero decir eso en términos de mis situación financiera, que sube y baja, sino en términos de un novelista que es casi inmune a estos temas. He expresado mi molestia por no poder citar alguna letra de Brian Wilson en una novela por no poder costearlo. O cuando algún editor pone en mayúsculas la palabra “curita” en mis páginas, me parece ofensivo, por que yo y mis personajes la hemos usado como un sustantivo. Simplemente lo es. Lo siento pero esa palabra se ha convertido en un sustantivo.   La verdad es que podría escribir un libro entero sobre un capítulo entero de “los Simpson”, describiendo la piel amarilla y protuberantes ojos de Homero y nadie podría siquiera interferir con mi decisión como artista o lograr que fuera incosteable que lo hiciera. Pero si un artista visual o un cineasta o un montaje digital intentasen capturar la misma imagen, que es solo parte del lenguaje visual que flota en el aire, ellos no tendrían mi libertad.   ¿Y si transcribieras el guión del episodio ¿No sería el equivalente de tomar el lenguaje sin alterarlo?   Probablemente alcanzarías el punto estético de rendimientos decrecientes antes de lograr que alguien se excite por tu violación de derechos de autor. Pero el punto es: ¿Alguna de estas cosas realmente constituye un rival de ese episodio de “Los Simpson” en la televisión? Probablemente no. ¿Por qué pensamos de esta manera sobre la propiedad corporativa, que es de lo que realmente hablamos?¿O de ciertos modelos de negocios?   La gente habla de estos derechos como si tuvieran un poder moral tangible, comparable a los Diez Mandamientos. Pero son nociones corporativas muy locales y convenientes. No todas las cosas pueden moverse de un lugar a otro libremente por las personas que desean hablar de ellas o representarlas o hacer bromas de ellas o mezclarlas con otras cosas.   Esta el lado negativo. Platiquen con académicos de James Joyce, quienes se han visto en terribles aprietos debido al exceso de celo de albaceas literarios que no permiten citas directas de la obras. Hay una epidemia de esta tipo de control. Todos pueden protestar diciendo que Samuel Beckett no hubiera visto “Esperando a Godot” escenificada con atavíos de samurai mientras él viviera. Parece apropiado que él hubiera impedido semejantes intentos, puesto que era un tipo muy severo e intenso. Pero si sus herederos consideren que existe una prohibición eterna contra la recontextualización de las cosas que él ofreció a nuestra cultura, solo hay que aplicar la misma regla a Shakespeare y ver lo empobrecedor que eso resultaría.   Recibiste una adelanto de USA $ 6,000 por tres años de trabajo en tu primera novela, lo que tristemente, resulta común. Obviamente, si todavía ganaras esa cantidad, sería muy difícil que pudieras seguir haciendo arte y mucho menos pensar en poder hacer esta clase de experimento social.   Seguramente, pero el fortalecimiento del control de derechos de autor no fue lo que después me dio más dinero, fue que encontré algunos lectores. Aunque mis derechos estuvieran grabados en kriptonita y duraran 1000 años, si nadie los leyera, no valdrían un centavo. La economía de la atención humana es preciosa, mucho más escasa que cualquier otra. Tengo la suerte de estar en la posición de que, para empezar, alguien se de cuenta de que estoy regalando algo.   En tu ensayo, usaste el blues como modelo de un material de “fuente abierta”. Mencionas que Led Zeppelín robaba a los músicos de blues. O podrías ver a Brian Eno y a David Byrne, modelos de buen comportamiento que son, hurtando cosas de otras culturas musicales. O a Picasso saqueando a los “Africanos Primitivos”. Cuando una persona o cultura en el poder se lleva algo de otra persona o cultura con menos poder, sobre todo cuando se obtienen ganancias demenciales en el intercambio, es cuando la gente se pone muy incómoda.   De acuerdo. Por eso pongo estos ejemplos. Quería aclarar que existe una increíble variedad de relaciones que los artistas pueden tener con sus fuentes. Algunas nos incomodan, algunas llegan a lo deplorable o patético como “Opal Mehta”. Pero pienso que hay estándares innatos que la gente aplica por instinto, sin importar que puedan articularlos o no.   Está la cuestión del valor agregado. Parecía que David Byrne era como un turista, pero aplicó su genio transformador a los trabajos que se apropió, al igual que Picasso. Carlos Mencia no parece agregar valor alguno a las bromas que otros cómicos dicen que se ha robado. El solo las recogió. Así que éste es un estándar.   Otro es el engaño. A la gente no le gusta que le tomen el pelo. Hay hasta cierto punto un grado de si no citas, por lo menos la sugerencia de que hay fuentes. La tercera es el tema de Led Zeppelín: Espera, acabas de ganar mucho dinero con esto. Este era blues sin registro de derechos ¿y tu solamente lo registraste a tu nombre? Esta es la acción Disney/Zeppelín. Estos creadores podrían pasar sin problemas la prueba del valor agregado. Pero parece que la cantidad de dinero que se generó a partir de fuentes que no eran bienes mercantiles anteriormente, es algo desproporcionada.   Eso es lo que hace que la gente tenga miedo de hacer su material disponible sin protección legal.   Creo que ahora hay una cultura de escarnio público bastante fuerte que se encargaría de tipos como esos. Claro hay dos sentimientos que no siempre congenian por completo. Esa es una razón por al que no llamo a éste una proyecto de fuente abierta. Los proyectos de fuente abierta requieren que cualquier uso subsidiario haga que su situación como un bien no comercial se perpetúe. Decidí que no era éste el control que deseaba imponer. Parte de lo que quería celebrar era el aspecto no controlado de mi obsequio.   Por ejemplo, he puesto letras de mi nueva novela en mi sitio Web. Y no es que diga ”Como no tengo una canción de éxito y hago dinero con éstas letras” No se si alguien pueda hacerlo, pero si lo logran estaría feliz por ellos. Para mi, el escribirlas es suficiente. No busco una recompensa en esa área y no me interesa prohibir que alguien la busque. Así que es algo diferente de la descripción de la fuente abierta.   Eso va para el sentimiento de Samuel Beckett o mejor el de la sucesión de Margaret Mitchell [quienes demandaron por violación de derecho de autor a The Wind Done Gone”]. Si haces cosas no puedes determinar su destino en el mundo. ¡Dios! Debes estar agradecido si es que tiene uno. Si a alguien le importa un bledo es una bendición. Todos los artistas deben recordase a sí mismos constantemente lo afortunados que son por que a la gente se preocupe, para empezar. Si la gente hace algo con mi trabajo que no es tan interesante como yo esperaba, o si hacen algo que les de mucha plata, no poder ordenar su destino es algo que debo aceptar como parte de este gesto.   Pero para ser totalmente obvio, las letras y hasta proyectos de películas no son novelas. Algo que siempre conservaré son los derechos de mis novelas. Con mi nueva novela, invito a algún cineasta que haga un acto de fe conmigo y diga que cinco años después del lanzamiento del filme montemos una obra de teatro o un cómic o un musical o una segunda parte. Probablemente no haría esto con todas mis novelas. Con algunas, todavía me atrae el tener algún control. Con ésta, sentí que disfrutaría mucho el obsequiarla. I es mi decisión. Esa es la clave. Proviene de mi elección. Pero no creo que 50 o 100 años después de mi muerte, todavía deba haber alguien que diga que es lo que se puede hacer o no con mi obra. No tiene sentido. Como señala Lawrence Lassig, no se puede motivar a un creador muerto para que haga más arte ofreciendo protección de sus derechos de autor.   Me da curiosidad ver lo que pasa cuando se invierte esta prueba del valor agregado. Por ejemplo, esa mujer que dice haber inventado los “muggles” antes que JK Rowling o el ejemplo del tipo que escribió una mala versión de “Lolita”. Si hacer buen arete legitima el préstamo, ¿es verdad el corolario? Si hacer arte malo ¿Repruebas esa prueba del valor agregado y de repente tu fracaso artístico se vuelve ilegal también?   El mal arte nunca es no ético. Es importantísimo aclarar esto ya que todo artista hace mucho mal arte antes de hacer buen arte y a menudo hay intervalos en que se hace más mal arte durante la producción del bueno. Ha de ser alentado de igual manera que el hacer buen arte.   Parece atrevido inventar una banda ficticia   Si, a menudo no funciona tan bien. Creo que he evadido la prueba de algún modo, primero que nada por que inventé una banda de medio pelo. No se supone que te convenzan que se van a apoderar del mundo. Inventar arte ficticio que parezca que va a poner al mundo de cabeza, siempre se siente muy falso.   Si alguien novelara las cosas que sí tienen éxito, tampoco sonarían bien. En lugar de hacer eso, inventé algo como la película vanguardista de Fortress of Solitude, inventé un arte al que a nadie importa. Es mucho más fácil persuadir a la gente, por que eso ocurre mucho.   La otra cosa que hice no fue una estrategia conciente -aunque después de que lo hice me percaté que era una estrategia inconciente-, y fue que no trabajé afondo las letras de la canción. Detesto que haya letras ficticias para una canción completa. Me hacen avergonzarme. No creo que muchas letras reales sean persuasivas en papel, aún de canciones que te gusten. Así que solo doy el fragmento de una línea –aún en el caso de “Monster Eyes” (Ojos de Monstruo). Solo doy el estribillo. Aún así te da libertad para creer que la canción te gustaría si la oyeras entera.   Muchas de las frases del Quejoso podrían ser eslóganes de comerciales. Se establece un interesante paralelo entre las canciones pop y los jingles publicitarios.   Es cierto. Estaba muy interesado en cómo muchas grandes canciones pop se escriben de lenguaje inicialmente indiferente o aparentemente descompuesto. Están todas esas grandes canciones de soul que toman eslóganes comerciales populares u ocurrencias baratas como “no rasques donde no hay comezón” o “prefiero pelear que cambiar”, o cuando Buddy Holly tomó la frase “That’ll be the Day” (Ese será el día) de la película “The Searchers” Aún dentro del filme, una de las cosas embarazosas es que John Wayne repite demasiado esa frase. Sientes que están tratando de grabártela. Así que Buddy Holly se da cuenta de esto y hace una canción inmortal por la emoción que le provocó esta frase.   Estas cosas flotan en el ambiente y no pertenecen a nadie en particular, por lo menos no a la gente que las usa. No solo son vernáculas, sino que se sienten vulgares, como cuando alguien recoge un envoltorio de chicle y lo pone en un cuadro. Yo quería darle esa calidad de calcomanía barata.   Pero el Quejoso es una especie de idiota sabio. Posee esa cualidad de ser irritante e imposible de ignorar, como el lado malo de una canción pegajosa, cuando el pop goza de éxito y deseas que no lo hubiera obtenido. Tiene una cualidad viral. Aquí es cuando la publicidad y un buen gancho pop convergen, el ruido en tu cerebro del que no puedes alejarte.   Copyright ©2007 Salon Media Group, Inc.       http://www.zonezero.com/magazine/articles/benfer/indexsp.html  
Domingo, 25 Marzo 2007
Autor:Asca S.R. Aull
  Date: March 17, 2007 5:20:52 PM   Good evening, Pedro   Thank you for your ever-generous and fraternal opportunity to share in your devotion and support for the photographic arts... I'd also like to say it is an absolute pleasure to experience and participate in your quality and website... You and your organization are truly remarkable and I will forward your site to my friends around the globe who are photographers as well... I have submiited some of my work for both your portfolio and gallery opportunities...bien sur...(smile)   Respectfully and most-appreciatively...Asca S.R. Aull  
Sábado, 17 Marzo 2007
Autor:Katsunori Osoegawa López
  Date: February 18, 2007 3:55:26 PM   Señores zonezero.com   Envío este mensaje con objeto de registrarme y solicitar informacion acerca de como poder publicar mis trabajos en su pagina. Mi nombre es Katsunori Osoegawa López, nací en Santa Cruz de la Sierra - Bolivia el 02 de Octubre de 1974, soy estudiante de Comunicación Social y Fotografia. Actualmente vivo en Cochabamba - Bolivia. De antemano agradezco y felicito por el trabajo que llevan adelante con la difusion del arte fotografico y sus exponentes. Atte. katsu  
Domingo, 18 Febrero 2007
Autor:ZoneZero
  Estoy consciente de que no todas las culturas tienen las mismas celebraciones para un mismo evento o no lo hacen el mismo día, en este caso, la mayoría de las culturas occidentales celebran el día de San Valentín con algunas variaciones. Por otra parte, en la cultura china por ejemplo es “La Noche de los Sietes”, en Japón y Corea es llamado el “Día Blanco”, que es de origen más reciente y asociado con los esfuerzos de mercadotecnia de los fabricantes de dulces.     Ver exhibición      
Miércoles, 14 Febrero 2007
Autor:Pedro Meyer
    Imaginen mi sorpresa al leer que el primer ministro de la Gran Bretaña ha propuesto una serie de restricciones para tomar fotografías en espacios públicos.http://petitions.pm.gov.uk/Photography/   He escrito sobre esta paranoia hace algunos años, en el 2001 cuando visitaba Londres unos furiosos maestros me gritaron mientras tomaba fotos de una excursión de unos alumnos de secundaria frente a la galería Tate. Les recomiendo que lean lo que entonces dije en la editorial no.32 (día 9), y cómo la dirección de las políticas actuales no es sino una continuación de las mismas actitudes que en aquel momento prácticamente no sufrieron oposición alguna.   Recientemente me topé con otro evento muy perturbador, sucedido en Egipto tal como fue reportado por Wired News. Un blogger egipcio, un ex-estudiante de 22 años de edad de la Universidad Al Azhar llamado Abdel Kareem Nabil, fue condenado a 4 años de prisión. Abdel Kareem que es un notorio laico, y duro crítico del conservadurismo musulmán en su blog, a menudo atacó a Al Azhar, el centro religioso más importante del Islamismo Sunita, llamándola “la universidad del terrorismo” y acusándola de promover el extremismo.   El Comité para la Protección de los Periodistas, una organización de defensa de los derechos de los medios con sede en Nueva York, informó que los escritores y editores del Internet son el segmento de periodistas encarcelados que ha crecido más rápidamente, con 49 tras las rejas en diciembre del 2006.   Al escribir estas líneas, recibí noticias de Apple, acerca de que el sitio Washingtonpost.com está utilizando toda clase de tecnologías interactivas (foto fija, video, sonido, animación) para informar de cualquier noticia que consideren relevante.   La convergencia de todos estos eventos como la he descrito, me dice algo de lo que debemos estar muy preocupados. Al avanzar en el uso de todas estas nuevas herramientas para explorar la narración de historias en la era digital, la mayoría de las sociedades en el planeta tratan de restringir severamente su uso. Estoy seguro de que hay una relación directa con la facilidad de su uso, que ha demostrado otorgar poder al ciudadano promedio para expresar su propio punto de vista, lo que evidentemente escapa a los tradicionales medios de control utilizados por los poderosos.   El proceso de la democratización de la información ha provocado una fuerte reacción para restringir el uso de las nuevas herramientas digitales, entre las que está la fotografía. Después del desastre de Abu Ghraib en Irak, la milicia estadounidense impuso nuevas reglas de censura que prohíben el uso de cámaras digitales por los soldados.   Les pedimos que nos hagan llegar todas las restricciones con las que se hayan encontrado, para comenzar a compilar una base de datos con esta información. Esto nos permitirá ampliar al conciencia que se necesita y no sólo poner cara de palo ante los tiempos difíciles. Estoy seguro de que hay acciones que pueden llevarse a cabo, tal como la petición que actualmente busca recolectar firmas en el Reino Unido para detener la locura de no permitir tomar fotos en la calle.     Pedro Meyer Febrero 2007   Como siempre, por favor pongan sus comentarios en nuestros foros.         http://zonezero.com/editorial/febrero07/febrero07.html    
Viernes, 02 Febrero 2007
Autor:Juan Antonio Molina
  Jamás se da un documento de cultura sin que lo sea a la vez de la barbarie. De igual forma que él mismo no está libre de barbarie, tampoco lo está el proceso de transmisión en el que pasa de uno a otro. Por eso el materialista histórico se distancia de él en la medida de lo posible. Considera cometido suyo pasarle a la historia el cepillo a contrapelo. -Walter Benjamín-       Cuando Raquel Tibol escribió la introducción al catálogo del Primer Coloquio Latinoamericano de Fotografía, propuso, más que una caracterización de la producción fotográfica en cuestión, un modelo de lo que debería ser la fotografía latinoamericana, para ser fotografía y para ser latinoamericana. Ese breve texto (y la exposición que acompañó al Coloquio) ha sido una referencia obligada, sobre todo para entender cuáles eran los esquemas ideológicos desde los que se evaluaría la fotografía latinoamericana durante varias décadas. La participación de Raquel Tibol en ese proyecto fue también significativa porque representaba la legitimación de la práctica fotográfica por parte de la crítica y la historia del arte. Sin embargo, es evidente que la autoridad del discurso crítico estaba más en función de proponer una ética que de aportar a una teoría de la fotografía en Latinoamérica.     El esfuerzo por construir un modelo ético para la fotografía latinoamericana, tiene un antecedente, menos citado, pero mucho más significativo, en el trabajo de Edmundo Desnoes. Sobre todo en un ensayo verdaderamente ambicioso como el que se publicó en el libro Para verte mejor América Latina, acompañando las fotografías de Paolo Gasparini (México, Siglo XXI Editores, primera edición 1972, segunda ed. 1983). Tanto ese ensayo (que tiene todas las características de un manifiesto, y también el tono “vagamente apocalíptico” que diría Berman) como la imagen fotográfica del subdesarrollo formulan una crítica de los usos de la imagen en las sociedades latinoamericanas (con la salvedad de la sociedad cubana, que por esas fechas era mayoritariamente considerada un modelo viable en términos sociales y culturales).   Desde esos discursos se presenta la fotografía como incorporada a un mecanismo de enajenación colectiva. Un mecanismo dirigido a crear una masa de sujetos consumidores, que están colocados al margen de la realidad. Estar al margen de la realidad en este caso significaría varias cosas: estar al margen de la imagen (puesto que es la imagen lo que ratifica la realidad como real), es decir, estar al margen de la representación, acceder a la representación solamente como consumidores y no como propietarios (ya en este nivel, términos como “creadores” o incluso “productores” resultarían insuficientes). Estar al margen de la realidad implica también acceder a lo real solamente de manera mediatizada, ilusoria, engañosa, en última instancia. Pero sobre todo, estar al margen de lo real debe ser entendido como estar al margen de la historia.       Desnoes está hablando en su ensayo de sujetos que no tienen la posibilidad de construir, narrar, representar su propia versión de la historia. Que están incapacitados, por lo tanto, para entenderse como sujetos históricos. Pasa por alto que la eficiencia de la fotografía dentro de este aparato de enajenación se debe a la capacidad persuasiva del realismo. Y sin embargo, propone usar esa capacidad persuasiva para socavar el sistema, para denunciar sus perversiones. La fotografía realista (propagandista en última instancia) debería servir de vehículo para introducirse en la historia, para revertir (simbólicamente al menos) las relaciones de poder.     Ni Raquel Tibol ni Edmundo Desnoes plantearon la posibilidad de subvertir la cualidad persuasiva de la foto, de restarle credibilidad, o de jugar con los límites entre credibilidad y ficción. Esto hubiera llevado el análisis al campo de lo estético (o a lo que el propio Desnoes llama “la ridícula mansión del arte”), cuando de hecho, como ya he mencionado, lo que interesaba era mantenerse dentro de los límites de la ética.   Cualquier análisis suficientemente desprejuiciado de la fotografía contemporánea latinoamericana demostraría que mediante la fotografía no realista se están abriendo puertas alternativas para una nueva relación entre los sujetos y la historia. Como ya he sugerido antes, estas relaciones alternativas con la historia se dan básicamente mediante la construcción de historias alternativas. Pero también mediante la legitimación de sujetos alternativos, no necesariamente colectivos, que son definidos (o más bien indefinidos) como sujetos débiles.       Si en su estudio sobre la muerte del arte, Gianni Vattimo –a quien inevitablemente conduce el concepto de fotografía como objeto débil- introduce el término de explosión de lo estético; de su análisis sobre el fin de la modernidad podemos deducir una especie de explosión de la historia, que es también explosión de lo real, y explosión de las identidades. De esta explosión surgiría el “dialecto” como paradigma de la diversidad y de la marginalidad en el lenguaje. Y también como evidencia de un nuevo proyecto de emancipación, que Vattimo explica a partir del “…compendioso efecto de desarraigo que acompaña al primer efecto de identificación”.   El panorama de la fotografía contemporánea en América Latina es un muy buen ejemplo de cómo se comporta este sistema de dialectos en el espacio artístico. Una expansión del campo lingüístico. Un escepticismo y una irreverencia hacia lo histórico. Una aceptación –y a veces una multiplicación casi festiva- de la pluralidad y fugacidad de lo real. Una amplificación de lo local, que termina resultando en un efecto de deslocalización. Una construcción precaria de identidades que oscilan entre la autoafirmación y la autonegación. Y sobre todo, una renuncia a exhibirse como cuerpo homogéneo, sólido y estable.   En esas condiciones, si la fotografía puede abrir puertas para la participación en la historia, lo hace renunciando a la vocación mesiánica que se le quiso atribuir a la imagen en otros momentos. Ya no se siente tanto el deber de redimir al sujeto ante una historicidad que lo rebasa (como el mar de Lefebvre), sino más bien la necesidad de llevar dicha historicidad a la escala de los sujetos, aunque en ese esfuerzo se trabaje sobre la base de fragmentos, residuos e incluso desechos.   De todas formas, ésta puede ser otra manera de pasar a contrapelo el cepillo a la historia. De hecho, toda esa reversión de lo histórico, que propicia la postmodernidad, responde a ese reclamo que es esencialmente moderno. Un reclamo que hereda la fotografía desde sus inicios. Tal vez, si una posibilidad inédita puede ser atribuida a la foto, no es tanto la de reflejar con fidelidad (por demás sospechosa) la realidad exterior, como la de evidenciar, de manera crítica, las estructuras ocultas de lo real, sus zonas blandas, discontinuas e inestables. El fotógrafo contemporáneo puede seguir haciendo suya la duda de Lefebvre:   ¿Estoy en el sueño, en lo imaginario, en lo más duro de lo real? Ya no lo sé.     Juan Antonio Molina juanmolinacuesta@yahoo.com.mx     * Créditos: La historia a contrapelo. Modelos visuales y teóricos para el análisis de la fotografía contemporánea en América Latina. Situaciones artísticas Latinoamericanas. San José de Costa Rica. TEOR/éTICA/The Getty Foundation, 2005 El texto se publica por cortesía de TEOR/éTICA       http://zonezero.com/magazine/zonacritica/contrapelo/indexsp.html    
Miércoles, 31 Enero 2007
Autor:Joseba Bengoetxea Perfecto
  Date: January 25, 2007 7:24:49 AM   Hola, estoy encantado con vuestro espacio que visito con asiduidad. Me parece uno de los referentes mas importantes sobre fotografía en la red. Admiro vuestro trabajo, Creo que lo haceis con mucha dignidad y seriedad…no es fácil esto. Os solicito me incluyáis en vuestro registro y que me enviéis la información que estimeis oportuna a esta mis dirección. Pronto os enviaré un portafolios para que lo valoreis.   Un saludo.   Joseba Bengoetxea Perfecto  
Jueves, 25 Enero 2007
Autor:Susan Sermoneta
  Date: January 23, 2007 1:18:38 PM   I'm registering - and I'm really happy to have been led to this site.   Photographs of my father are on Flickr, and Cathy Greenblat (whom I don't know) saw them and emailed me the link for "I Photograph to Remember." Then Daniel Meadows responded to my email sending him the link to "I Photograph to Remember" by telling me about this site and more. (Hooray for Flickr, hooray for the internet!)   I look forward to exploring the site in depth and at length....   Susan Sermoneta New York NY http://www.flickr.com/photos/en321/  
Martes, 23 Enero 2007
Autor:Pedro Meyer
    La pintura que observamos arriba, fue presentada en la Bienal de Arte de Shangai en el 2006. Esta pintura se basa en las percepciones asociadas a la fotografía, a tal grado que los hombres mostrados en ella, tienen una pose normalmente asociada al retrato fotográfico, y si quedara alguna duda sobre esto, detrás de estos tres chinos podemos ver otra pintura mostrando a otro hombre en el proceso de tomar una foto de esos mismos tres hombres retratados en la pintura. Ustedes de hecho están viendo todo esto en una fotografía en la que se ve la pintura completa. Tenemos los rebotes de los ecos entre la fotografía y la pintura que son el tema de esta editorial. Mucho del arte moderno se basa en el uso de la fotografía como referencia, como dice Francis Bacon: “Algo que nunca se ha examinado realmente es cómo la fotografía ha alterado por completo a la pintura figurativa”.       Lo que sí ha quedado claro, desde hace tiempo, es cómo la fotografía ha influido a la pintura. Pero lo que no es tan claro es cómo la pintura ha influido a la fotografía. No obstante, esto ha empezado a cambiar con la aparición de todas las herramientas digitales que permiten a los fotógrafos la misma libertad creativa que tanto ha prevalecido en la pintura.   A continuación tenemos una foto tomada en la India y que después transformé para que quedara como una pintura con el programa “Painter” de Corel. La pregunta que muchos me hacen es por qué manipulo la imagen para que no sea una fotografía simple, pero tampoco sea realmente una pintura, en el sentido de cómo se utilizan los materiales.   Estamos ante algo que es realmente diferente y nuevo, y que todavía debe ser entendido por completo como implicaciones técnicas y artísticas. Ya he discutido sobre algunas de estas ideas en nuestra Editorial No. 68 de noviembre del 2006, la cual les invito a leer nuevamente.     2006 © Pedro Meyer. Imagen pintada Haga click en las 2 diferentes áreas marcadas para ver detalles de cada una.   Creo que hemos entrado a una nueva era en la cual los alguna vez definidos límites entre fotografía y pintura, y sus respectivos campos de actividad, ya no tienen fronteras significativas.   Nos hemos percatado de que la alguna vez sacrosanta noción de que una fotografía era una muy fiel representación de la realidad nunca fue verdadera, y una nueva variable ha entrado en juego, y ésta consiste en que la representación subjetiva de cualquier tema es también una manera muy significativa de tratar serias preocupaciones humanas que a su vez nos hacen reflexionar sobre el mundo a nuestro alrededor.   En este contexto me gustaría presentarles a los gemelos Pingyao. Encontré esta vieja foto en mi reciente viaje a China, y tuve la oportunidad de conocerlos, lo que me llevó a entender que la foto no era tan vieja, sino que estaba muy descuidada. Estos hermanos seguían usando la misma vestimenta utilizada en el tiempo del dirigente Mao, en el cual más de 75 millones de personas perdieron la vida.     El nacer gemelos fue la manera en que sus padres dieron la vuelta a la prohibición oficial de tener más de un hijo, sin embargo debido a esa ley, perdían el subsidio gubernamental. Sus padres se sintieron bendecidos por el nacimiento de dos varones. Tener un varón es algo que la mayoría de las familias deseaban, las niñas eran toleradas pero no eran realmente bienvenidas a este mundo, por lo menos no tanto como los niños. La presencia de un varón era la manera de asegurar la manutención de los padres en la vejez, una especie de seguro de retiro. Así que podrán imaginarse la satisfacción que el nacimiento de esos niños provocó en ese hogar.   El que se vistieran de manera igual no era inusual, de hecho casi todos los chinos usaban el mismo tipo de ropa. Sólo en tiempos más recientes, cuando China se convierte en la fábrica del mundo, y la mayoría de la ropa tiene la etiqueta “Hecho en China”, es que los chinos han adoptado la moda occidental. Por eso no es tan raro ver que los hombres mayores usen la ropa de la era anterior, algo así como la barba que era asociada con la era anterior a la época moderna en China.   El hombre de la izquierda es el Sr. Ping y el de la derecha es el Sr. Yao; lo cual es sorprendente, ya que el nombre de la ciudad es Pingyao, pero al parecer era un honor para ellos llevar el nombre de su ciudad de esta manera. Pingyao fue alguna vez el Wall Street de China, localizado entre las rutas comerciales entre Beijing y X'ian. Pingyao se convirtió en un centro mercantil en donde los empresarios locales fundaron los primeros bancos. Estas fueron las primeras instituciones en China en usar cheques y los negocios alcanzaron su cima en el siglo XIX, cuando la ciudad era sin duda el centro financiero del gobierno Quing.   La mayoría de la gente de Pingyao viene de familias de negociantes, y los gemelos no son la excepción. Venían de una familia adinerada, claro que la revolución les quitó todo, y hoy en día son unos modestos tenderos.   Lo que debemos considerar ahora es lo que esta dañada fotografía representa para ellos en términos de imagen documental y cómo se relaciona con el arte. Se nos dice que si una foto es vieja, se convierte por su propia naturaleza en documento de una época pasada, y por lo tanto, la pátina de la vejez, es una manera de garantizar su naturaleza documental. El término “artístico” también se asocia con una imagen que muestra las huellas del tiempo, aunque no sea más que por una supuesta escasez. Algo que es muy apreciado en el mundo del arte.   Pero ¿Qué pensarían si les dijera que esta imagen no tiene nada que ver con lo que les acabo de contar y que la he creado con mis herramientas digitales?   La verdad detrás de la imagen es que al estar paseando por Pingyao (cuya historia sí es como la he contado) en una carroza impulsada por una bicicleta, iba tomando fotos por el camino. Con la ayuda de una cámara rápida que me permitía tomar fotos velozmente (por supuesto digitalmente), pude obtener dos imágenes consecutivas del mismo hombre. Después recorté una de las imágenes y la sobrepuse en la segunda imagen, creando el efecto de los gemelos.   Desde luego que el recorte tuvo que ser hecho con muchísimo cuidado para no perder el cabello y la transparencia de los anteojos respecto al fondo. Después añadí el marco de película, también digitalmente y utilicé un archivo que tomé de mi base de datos de alteraciones de película para agregarle la pátina. (ver aquí archivos originales)   Así que ahora deben preguntarse sobre lo que tienen frente a sus ojos. ¿Cuál es la diferencia entre una pintura que toma una foto como su fuente de origen y una foto que es la fuente de origen, pero parece una pintura, o una foto que parece ser artística sólo por la pátina del tiempo y una historia creíble pero que en realidad es ficticia, aunque tenga información esencialmente verdadera? Lo único no basado en los hechos es que los gemelos nunca existieron y que la fotografía no es antigua.   En la reciente película BORAT, el cruce entre realidad y ficción y la constante duda respecto a la veracidad de lo que parecemos haber presenciado, es parte de su encanto. A pesar de estas dudas, la película lleva a la mesa innumerables temas que es importante discutir respecto de cómo el público norteamericano se ve a sí mismo y al resto del mundo.   Espero hayamos llegado a una etapa en la que podamos realmente liberar a la fotografía y desatar todo su potencial creativo para poder hacer grandes ficciones documentales que nos hagan ver al mundo de nuevas maneras.     Pedro Meyer Enero 2007   Como siempre, por favor pongan sus comentarios en nuestros foros.         http://zonezero.com/editorial/enero07/enero07.html      
Domingo, 14 Enero 2007
Autor:Andrew Orlowski
        El apasionado ensayo del foto reportero británico Sion Touhig Cómo el cabildeo contra el Derecho de Autor enriquece a las grandes empresas, hizo que nos llegara una docena de e-mails durante las vacaciones   El análisis de Sion describe la concentración de poder en el negocio de la fotografía durante los últimos veinte años, pero fue poco usual en el sentido de que rompió con un tabú.   Cuando se discute sobre “nuevos medios” y nuevas tecnologías, es fácil alabar la transformación y la “transferencia de poder”. Pero rara vez encontramos una discusión sobre las consecuencias –especialmente si las consecuencias hacen que el pasado sea mejor que el presente-. El resultado de toda esta “transferencia de poder” al individuo, según Sion, es que las grandes empresas se han enriquecido más, y han obtenido más poder aún.   Tal vez hasta dos tercios de los e-mails que recibimos se oponen fuertemente a esta idea. Muchos de ellos reflejan un lúgubre fatalismo, “no hay nada que podamos hacer, y los foto reporteros se lo tienen que tragar y buscarse otro trabajo”.   (Una pequeña parte de las respuestas alegan en contra de puntos que ni siquiera fueron tratados por él o sobre organizaciones que ni siquiera mencionó, lo cual puede o no ser significativo.)   He aquí una pequeña selección de los correos recibidos:   Muy buen artículo, que señala un gran problema que tiene la llamada “comunidad de Internet”. Dejemos a un lado al público que tomará cualquier cosa que sea gratis y veamos a los autoproclamados defensores de Internet, quienes al parecer tienen la misma miopía maniquea de esa gente que cree que instalar un programa es lo que entendemos por programar.   El tema con el derecho de autor no es malo en sí, sino la descarada apropiación que llevan a cabo las empresas. A mí no me importa pagar 13 libras por un DVD, pero lo que sí me importa es que tengo que pagar 19 libras por los periféricos para mi “playstation” y tener que pagar una segunda licencia.   La culpa la tienen esos estúpidos que gritan en contra del derecho de autor y están acabando con los pequeños negocios y echando en tierra sus propios argumentos y perdiendo una batalla tras otra en contra de los codiciosos oligopolios en los tribunales.   Vishal Vashisht.   Bienvenidos al mundo de la globalización. ¿Creían que no estaban invitados? Los fotógrafos no son diferentes a lo obreros, operadoras de teléfono o los alguna vez muy bien pagados ingenieros de software. Repentinamente se encuentran en un mundo mucho más grande, en donde hay plenitud de contenido y los precios y salarios se ajustan a esto.   ¿Cuántas fotos de stock se necesitan en el mundo? Si tengo un millón, ¿necesito otras mil? ¿Y si tengo 10 millones? El trabajo tradicional de los fotógrafos era debido a la ineficiencia, los editores no tenían otra opción que enviar a un fotógrafo a tomar fotos. Ahora tienen elección, es muy eficiente para ellos, aunque malo para ustedes.   Pienso que el Internet, por su misma naturaleza y no por maquinaciones de las multinacionales, será muy duro para los periodistas y creadores de contenido desechable como las noticias y la ficción. Si alguna vez aprendemos a leer libros electrónicamente, también les tocará a los autores de éstos.   Recuerdo ver que todos los trabajos se iban para Asia en los 80s y pensar “por lo menos no pueden exportar mi trabajo de ingeniero”. Si tienen suficiente edad, tal vez hayan cubierto la noticia. ¿Creían que ustedes estaban asegurados? Pues bien, en el 2001 fui de ser el tipo con más ofertas de trabajo que conocía, a ser desempleado. Fue una gran llamada de atención.   Esperamos que nuestros teléfonos celulares y computadoras se abaraten cada año. Esperamos que nuestros autos y artículos domésticos y comida sigan baratos. Todos vamos a las bodegas en busca de gangas. Claro que la calidad no es la misma que la de los productos de fabricación nacional que solíamos comprar, ¡Pero son tan baratos! ¿Qué derecho tenemos de quejarnos cuando nos despiden porque nuestro trabajo se fue a Calcuta o Taiwán? ¿Que derecho tenemos de quejarnos de la comida chatarra o bienes de mala calidad? Si eso es lo que estamos pidiendo, eso es lo que las corporaciones nos darán.   Esto no va a cambiar si los consumidores no cambian. Averigüen como hacer para que los consumidores paguen más por la calidad y tendrán la cura para salvar su trabajo.   Si yo quiero seguir teniendo un trabajo, tengo que encontrar maneras de hacer las cosas mejor que los tipos que hacen software en Beijing o San Petersburgo. Tengo que ser mucho más productivo para justificar mi gordo salario americano. Supongo que es lo mismo para los fotógrafos, si tu producción es realmente especial, puedes seguir teniendo trabajo. Si solo es buena, dudo que eso siga siendo suficiente.   Suspiro   Kurt Gunteroth   Extrañamente, un pequeño número de lectores pensaron que la nota de Sion era un ataque en contra de la FSF (Free Software Foundation, Fundación de software gratuito), que ni siquiera fue mencionada directa o indirectamente. Un par acusaron a Sion de solicitar periodos de pago de regalías extendidos o permanentes, lo que tampoco dijo.   Lamento que tu carrera esté en vías de desaparecer, tal como las fábricas de látigos de antaño. Eso no es culpa ni de los Creative Commons o la Free Software Foundation. Tu diatriba neo-Ludita en contra de esas organizaciones no va a cambiar eso. Tal vez es tiempo de renunciar a tu sueño y empieces un trabajo por hora como el resto de nosotros y renunciar a tu sueño de seguir recibiendo dinero por trabajo que ya terminaste hace mucho.   John Frey   No es la gente que fundó Copyleft la que ha instituido esta falta de respeto al derecho de autor, sino la codicia de la gente común, seguida muy de cerca por la de las corporaciones mediáticas, quienes desean poner un freno a la anterior para satisfacer la propia.   Es esto lo que genera el desprecio por el derecho de autor. La idea de que un individuo puede tomar un trozo de cualquier medio y usarla creativamente nunca ha sido puesta en duda y siempre fue permitida por la ley (dependiendo del país). No es de sorprenderse que las empresas busquen obras gratuitas y que presuman que el derecho de autor no existe, porque el trabajo que esta en Internet es enviado vía e-mail o es de dominio público.   Solo espero que el mundo creativo pueda encontrar su FSF; normalmente un simple programador o un equipo disperso por el mundo no tiene el poder de llevar a una compañía a los tribunales, pero la FSF si ha llevado a juicio a compañías que violan derechos de autor de software, esto podría ayudarles algo en su situación actual.   Martin Owens   Esta conducta deshonesta ofrece una falsa “interactividad” entre editor y público, y muestra un desprecio por los lectores, al asumir que aceptan basura y lo que es todavía peor, los anima a producir gratis lo que van a pagar por ver publicado.”   Si el lector acepta esta basura, e históricamente, -y lo han hecho demasiadas veces, si no ¿cómo se explica el éxito de el Weekly World News por ejemplo?- entonces el publicar periodismo de calidad es un suicido económico, por que la calidad siempre es más cara que la basura.   No me malinterpreten, detesto el mal periodismo. También reconozco que l a mayoría de la gente tiene un IQ de 75 en un muy buen día, que no tienen buen gusto y que no pueden distinguir entre Paris Hilton y Betty Ford sin ayuda de subtítulos. ¿Quién creen que compra la basura que se ofrece en el correo chatarra?   Una pequeña cantidad de bienes y servicios de calidad siempre tendrá un nicho de mercado, pero mientras la mayoría de la gente no sean más que máquinas de procreación con ingresos desechables, la gran mayoría de lo que se vende seguirá siendo basura.   Morley Dotes   Pero esperen ¡Se pone más lúgubre!   Mi pregunta gira alrededor de uno de los conceptos centrales en tu artículo: ¿Qué te preocupaba más, que te pagaran por tu “trabajo” o el trabajo en sí mismo. Eso me puso a pensar…   Solía haber mucho trabajo en la fotografía. A menudo los fotógrafos independientes tenían que tener sus cuartos obscuros. Además, las cámaras eran aparatosas y la película; por lo menos la buena; era muy cara. Después del revelado, el transporte del trabajo era de consideración, puesto que significaba el uso de paquetería especial para su protección.   Ahora la manufactura y distribución del trabajo terminado y las impresiones es increíblemente barato. A las cámaras digitales no se les termina la película por que siempre se pueden vaciar las fotos en la computadora, y su distribución es algo tan sencillo como mandar un correo o subir información a la red.   Si los fotógrafos esperan que se les pague por la labor de capturar imágenes ahora, pues ya no hay mucho dinero en ello. Es más, las herramientas de trabajo son accesibles a casi cualquiera, la especialización ha desaparecido.   Pero, correctamente señalas los efectos sociales del periodismo ciudadano u otras formas de basura periodística. Desafortunadamente, eso no es un fenómeno exclusivo de la fotografía, todos los medios se han visto afectados por un montón de aficionados que creen que pueden escribir/fotografiar/relatar algo mejor que los profesionales. La pérdida de autoridad del Cuarto Estado es el resultado de esta actividad, y ello va en detrimento de todos nosotros.   Matt   No tengo idea que edad tengas, pero apuesto mi sueldo a que eres más joven que yo. Cuando apareció la televisión, la reacción inmediata era que iba a destruir a la radio por completo. Tuvo un efecto devastador, pero la radio sobrevivió, y lo hizo al reinventarse a sí misma. Muchas estaciones cerraron, pero muchas sobrevivieron. ¿Cómo? No tengo idea, no es mi problema. Pero nunca ganarás si solo luchas y te quejas o tal vez expliques.   Albert Einstein alguna vez dijo algo como “si sigues haciendo la misma cosa esperando un resultado distinto, es posible que estés loco”.   No puedes hacer lo mismo cuando el mundo está cambiando y esperar sobrevivir. Piensa en las máquinas de escribir, los laboratorios de revelado y los relojes suizos.   Si, ya sé que están violando la ley o dándole la vuelta o aplicándola selectivamente. Mi amigo, la ley solo es ley cuando la gente cree que es la ley y la aplica. La ley puede ser cambiada en un instante y a menudo lo es. Y aquellos con dinero siempre tendrán la ventaja.   Nadie te obligó a tener ese oficio, esa fue tu elección. Si tu oficio ya no te funciona, pues tendrás que reinventarte.   David P. Correctamente llamas a las contribuciones del público un robo (me pareció un robo la primera vez que vi que lo solicitaban, y me asombra que mucha gente no lo vea así) y como un peligro para los profesionales del ramo, pero de hecho esto no tiene nada que ver con el cabildeo contra los derechos de autor.   Las organizaciones involucradas en las ”Contribuciones de Contenido del Público” podrían haber hecho lo mismo con la fotografía química (algunos lo hicieron), el surgimiento de las cámaras digitales baratas y las comunicaciones simplemente lo han hecho económicamente posible, al menos hasta que los lectores se harten de la pobreza del contenido. Esto hubiera sucedido sin los grupos “detractores” del derecho de autor, porque la persona que tomó la foto, generalmente es la titular del derecho de autor.   La gente tiende a creer que todo aquello que no está guardado bajo llave puede ser usado libremente. Si hay gente que quiere desaparecer por completo al derecho de autor y que cualquier cosa que se produzca debería ser gratis para todos, pero se encuentran en una (muy ruidosa) minoría. La gran mayoría no tiene problema alguno con que alguien saque provecho económico por su trabajo. De lo que si estan en contra, es de los abusos de este derecho (como el extenderlo por un tiempo que exceda a la vida del autor), y de que grandes organizaciones que roben o se apoderen de trabajo de personas creativas (como las grandes disqueras, que hacen cosas tales como firmar contrato con un músico por 5 discos y solo producen 4, impidiéndole producir ninguno por su cuenta)   En realidad, muchos “detractores” del derecho de autor estarían de acuerdo en que el autor retuviera sus derechos, pero estarían en contra de que fueran adquiridos por organizaciones (el titular del derecho de autor, por supuesto puede decir que cualquiera puede usar libremente su trabajo si lo desean).   Chris C. Simpatizo con tus alegatos, yo mismo soy un fotógrafo semiprofesional. Lo que haces tiene un valor que está siendo disminuido por las masas, pero…   El derecho de autor está muerto. Su muerte es atribuible a la tecnología y comenzó con la primera imprenta, se aceleró con las copiadoras y ha sido terminada por la copia digital y el reconocimiento de caracteres.   La tecnología no puede ser contenida por la legislación. Tu alegato es inútil.   Por lo que está pasando tu industria, es lago por lo que pasaron industrias enteras desde la Revolución Industrial. Tu eres un artesano en la era de la producción en masa. Solo es cuestión de tiempo antes de que toda la “artesanía” desaparezca excepto por un puñado que satisfaga a los muy ricos.   He visto que los periódicos han ido muriendo lentamente desde los 60. Son demasiado lentos e incómodos. En ese entonces la radio y la TV destrozaron a los periódicos. Ahora el Internet los acabará. Mis razones para cancelar mis suscripción no tuvieron nada que ver con la tecnología. Se cambió la tinta o el papel y esto me causó una severa reacción alérgica. El monitor de mi computadora no me enferma y me permite enfocarme a las noticias que me interesan.   Cuando ocurrió la tragedia del tsunami, identifiqué a las organizaciones de apoyo y realicé contribuciones un día antes de que la noticia llegara a los periódicos. Las revistas son peores. Puesto que es posible transmitir video desde cualquier parte del mundo, el fotoperiodismo ya no resulta competitivo en los medios.   Sugiero te dediques a ser fotógrafo de bodas. Abusaron de mi sobrina cobrándole 2 mil dólares por una sesión de 3 horas, que produjo las fotos de peor calidad que haya visto. ¡Los 2 mil dólares ni siquiera incluyeron un paquete estándar de fotos del novio y novia! La industria de fotografía de bodas necesita de nuevos talentos y al parecer pagan muy bien.   Buena suerte   Lee ¿Quién, entonces toma las fotos de la guerra? Emergerán espontáneamente, sin duda.   Fascinante artículo, muchas gracias por tomarte el tiempo de escribirlo y presentarlo de manera tan clara.   Ya dicho esto, me parece que al menos una parte del problema desde tu punto de vista, es que las imágenes no son ya un recurso escaso.   Junto con el robo indiscriminado de imágenes, también tenemos cámaras digitales buenas y baratas que producen imágenes decentes sin toda la monserga que nos encantaba en los días del kodachrome y el cibachome   Ahora las imágenes son abundantes. Los días en que se explotaba la escasez de imágenes para ganarse la vida se han ido. Todavía puede ganarse uno la vida proveyendo este servicio y es tan lucrativo como antes. Algunos fotógrafos de bodas han salido del negocio, pero muchos otros están explotando los nuevos medios y sacando grandes ventajas del mercado. La fotografía de bodas es solo un ejemplo fácil.   Continúa con el buen trabajo, ciertamente las cosas han cambiado, pero no todo está mal. En todo caso, si intentas restringir el acceso a algo que tiene mucha disponibilidad, no lo conseguirás. No lo intentes   Chip Mefford Así que esto el lo mejor que muchos lectores pueden dar. No hubo mucho en cuanto a innovaciones económicas o políticas novedosas para ayudar a los fotoreporteros. Solo una impresión de que cualquiera que obstruya la mecánica de las redes o las economías de las grandes empresas es un impertinente.   Es un nuevo mundo, Sean Felices. ®     Historias relacionadas: Cómo el cabildeo contra el derecho de autor enriquece a las grandes empresas por Sion Touhig       http://zonezero.com/magazine/articles/the_register/03sp.html    
Sábado, 13 Enero 2007
Autor:Iliana Ulloa
  Darwin mencionó: "No es la especie mas fuete la que sobrevive, ni la mas inteligente, sino la que se adapta mejor al cambio".   En una semana devastadora para la industria de los laboratorios de revelado profesionales, vemos esta teoria de Darwin demostrada plenamente.   Ceta y Metro Imaging UK, ambos reconocidos laboratorios profesionales Londinenses cerraron sus operaciones el pasado 1º de Diciembre, siguiendo los pasos de sus competidores Keishi Colour, quienes cerraron en Marzo del 2006.   Aún cuando los laboratorios de revelado fotográfico son una especie en peligro de extinción; extinción a la que voluntariamente llegan por no haberse adaptado a tiempo a la revolución de la era digital que ya venía manifestándose desde años atrás; el director de Sky, Mike Sherry seguiriá atendiendo a los clientes que aún necesiten de sus servicios.   Sherry comenta que trató de encontrar algún posible comprador, para rescatar algo del negocio, pero como director y responsable de su gente, no quiso exponerlos a otro mes difícil, sabiendo como es diciembre. Proveer servicios analógicos cuando el costo no es redituable no fue fácil para su staff, particularmente las semanas anteriores al cierre de la empresa. Las ganancias eran cada vez menores y la competencia más dura.   De igual manera, Steve Kent, dueño de Ceta, decidió cerrar debido a que las condiciones del mercado en esta área son extremadamente difíciles, tanto así, que el mismo día que sus competidores cerraron, Metro Imaging también cerró sus oficinas en Chelsea debido a que ya no contribuía con las ganancias del grupo y ni siquiera cubría sus propios gastos, como lo mencionó Ben Richardson, director de Metro Imaging. Sin embargo Metro Imaging aún conserva sus oficinas de Clerkenwell y Soho donde aún estan disponibles sus servicios.       Solo algunos sobrevivirán al final, después de que se ha desplomado el volumen de película que se recibe para ser procesada, tan sólo se tiene un 15% de lo que era hace 3 años. El cierre de estos laboratorios era inevitable. Aún así, Richardon mencionó que mientras exista película fotográfica que procesar, ellos continuarán.   En cambio, otros laboratorios Londinenses realizan cambios en sus procesos, como TapestryMM, quienes ya no realizan revelado de película en blanco y negro. Shea Nelly menciona que esto es debido a que la cantidad de trabajo que reciben no es suficiente para pagar los químicos necesarios del proceso y a que el revelado en blanco y negro es un mercado en el cual solo quienes trabajan por su cuenta pueden sobrevivir.       “Después de que Londres disfrutó de la abundancia en cuanto a trabajo de laboratorio, no es sorpresa que, tanto el mercado como el trabajo para los laboratorios fotográficos haya cambiado rápidamente. Han tenido que cambiar para especializarse y convertirse en un nicho que los diferencie de otros laboratorios”, finaliza Niguel McNaught de Photo Marketing Association UK.   Iliana Ulloa iliana.ulloa@gmail.com Enero 2007       http://www.zonezero.com/magazine/articles/ulloa/indexsp.html    
Viernes, 12 Enero 2007
Autor:Sion Touhig
        Comentario: Continuamente se nos dice que Internet da poder al individuo. Pero como alguien que se dedica a la actividad creativa, argüiría que lo único que esta revolución utópica ha conseguido, es quitar poder a los individuos que laboran en mi campo, fortalecer a las empresas multinacionales y reducir la cantidad de información disponible a todo tipo de público. Todo aquello que los utopistas de la tecnología decían que querían evitar.   Soy un fotógrafo profesional independiente y en años recientes la “economía del Internet” ha devastado a mi campo de trabajo. Es muy difícil ganarse la vida debido a la extendida violación de derechos de autor por parte de periódicos, medios masivos, individuos y el exceso de imágenes gratuitas o de bajo costo que circulan en la red. Lo anterior, combinado con el desplome del precio unitario de las imágenes de todo tipo, sin importar su calidad o valor intrínseco. Por ejemplo, la introducción de “micro stocks” sin pago de regalías, lo que significa que se puede comprar una imagen por solo un dólar, es solamente un factor que ha contribuido a la caída en los salarios de los profesionales.   Ya puedo oírles decir que deje de quejarme. Porque este mundo no tiene la obligación de darme una manera de ganarme la vida y que el aumento en la disponibilidad de imágenes ha democratizado al medio. Estoy parcialmente de acuerdo con ambos argumentos, ya que mi trabajo como fotorreportero de periódicos y revistas sólo es tan bueno como mi última foto, y en los últimos años, el fotoperiodismo se ha infectado con un malsano elitismo que bien merece una buena patada en el trasero.   ¿Cuál es entonces el problema? Veamos una tendencia que parecería sugerir mas “democracia” en el medio —pero que en realidad no es así— y esa es la “contribución de contenido por el público” o “periodismo ciudadano”.   Los principales medios masivos han hecho mucha propaganda a favor del periodismo ciudadano a partir de las imágenes tomadas con teléfonos celulares durante los atentados en Londres en julio 7, pero tristemente, este entusiasmo tiene poco que ver con el periodismo o con la democratización de los medios.   La “contribución de contenido por el público” debería llamarse “robo de contenido al público”, ya que los medios masivos rara vez pagan las imágenes de periodismo ciudadano y la mayor parte de las veces, o reclaman la titularidad de los derechos de autor o una licencia que otorga toda clase de derechos de las imágenes que les son enviadas. Eso es apoderarse del derecho de autor salvo por el nombre.   Sólo una fracción de las cantidades ahorradas o ingresos adicionales derivados de la publicación o distribución de las imágenes enviadas por el público se reinvierte en el periodismo. La mayor parte se va al pago de dividendos de los accionistas de las compañías dueñas de los medios masivos. Los grandes recortes de personal y reducciones salariales han hecho mella en las oficinas periodísticas este año, y lo que permite que sigan funcionando es a menudo el contenido robado a sus propios lectores.   Así que esta es la “democracia” de los medios. Algunos periódicos y revistas aceptan este “contenido” con entusiasmo, sólo porque es gratis o barato, y la calidad del contenido lo refleja plenamente.   Esta conducta deshonesta ofrece una falsa “interactividad” entre editor y público, y muestra un desprecio por los lectores, al asumir que aceptan basura y lo que es todavía peor, los anima a producir gratis lo que van a pagar por ver publicado.   Es una carrera al abismo y es una falla fundamental de los editores el no invertir en su negocio para beneficio de sus lectores. Como consecuencia, se ha puesto mucha presión a los fotógrafos profesionales, quienes han tenido que reducir sus honorarios o se han visto obligados a apoderarse de los derechos de autor de otros para poder conseguir trabajo, el cual agoniza y esta siendo reemplazado por contenido robado al público.   El —cómo se supone que quitarle el trabajo a los fotógrafos y periodistas aumenta la calidad del conocimiento que el público tiene de los sucesos—, es algo que escapa a mi entendimiento por el momento, ya que a pesar de la actual transformación de las imágenes en “materias primas”, no todas la imágenes son iguales.   Por ejemplo, no se verán ningunas imágenes de teléfonos celulares de Darfur durante algún tiempo y, como predijo un contribuyente en un blog en el Center of Citizen Media (centro de medios ciudadanos), habrá un “declive del fotorreportero profesional”.   “El 11 de septiembre generó una tremenda cantidad de contribuciones ciudadanas, pero es muy obvio para mí que los profesionales, sin duda, fueron los que se hicieron cargo de ese suceso. Los ciudadanos en general no tienen las agallas, la dedicación o el seso para entregarse a esa labor”.   Los verdaderos “periodistas ciudadanos” son gente como los reporteros iraquíes que laboran donde los fotógrafos occidentales no se atreven, para documentar la destrucción de su patria. A pesar de ponerse a sí mismos y a sus familias en grave peligro las 24 horas del día, la mayoría de ellos gana una miseria, y muchos de ellos renuncian a sus derechos de autor por imágenes y reportajes que se leen en los encabezados de los periódicos de todo el mundo. Solamente en este año han muerto 32 de ellos.   Existe una red de telefonía celular en Bagdad, pero la toma de fotografías mediante teléfonos celulares es virtualmente desconocida (excepto si retrata imágenes de una ejecución), puesto que, para la mayoría de los habitantes equivaldría a una sentencia de muerte. En su lugar, otra forma de periodismo nos mantiene pasivamente informados, el periodismo oficialista que trabaja junto con el ejército   En noviembre de 2001, yo fotografié un largo tiroteo en Kunduz en Afganistán, junto a un renombrado fotoreportero de guerra francés. Después de trasmitir sus imágenes del día, recibió un correo electrónico de su agencia de fotografía, en donde le comunicaban que ya no financiarían sus reportajes y que su relación con ellos estaba siendo “reestructurada” porque la agencia había sido comprada por una corporación.   Un informe del año pasado en la New York Review of Books señaló que el debilitamiento en el periodismo de investigación tiene profundas implicaciones para la democracia.   Muy bien, dejemos de lado a los ciudadanos, ¿qué hay de mí? Pues bien, me están robando, a mí y a muchos otros. Posiblemente sea usted.   ¿Derechos de autor? Eso ya ha muerto   Resulta irónico que los entusiastas del Internet se quejen tanto de las injusticias del derecho de autor y exalten las virtudes de una economía libre de éste, puesto que ya ha muerto. Esto es verdad tanto en la percepción como en la realidad.   La percepción es que “si está en la red, o es gratis o de todos modos me lo robaré porque les sale muy caro perseguirme”. La realidad es que en internet hay más imágenes gratuitas o casi gratuitas que protegidas por derecho de autor. La mayoría están en Flickr (que pertenece a Yahoo!), MySpace (perteneciente al consorcio periodístico de Rupert Murdoch) o los grandes portales corporativos de imágenes. Ni Flickr ni MySpace fueron creadas para el control comercial de las imágenes, pero los clientes los visitan en busca de contenido gratuito para no tenerle que pagar a un fotógrafo. Esto ha causado un desplome en el precio unitario de cualquier imagen que no se regala y que es licenciada para obtener una ganancia.   Como consecuencia, las únicas entidades que obtienen utilidades decentes de la fotografía son las grandes corporaciones, porque sólo ellas tienen la infraestructura para mantener grandes conglomerados de imágenes.   Hace 15 años, mi campo laboral contaba con una docena de agencias fotográficas que trabajaban con fotógrafos independientes, que proporcionaban imágenes para periódicos y revistas. Algunos se especializaban en deportes, algunos en proyectos documentales a largo plazo, otros en noticias de alto impacto. Algunas eran cooperativas manejadas por sus miembros, algunas eran grandes, otras pequeñas.   En otras palabras el “ecosistema fotográfico” era razonablemente diverso y una gran variedad de imágenes era producida por profesionales que obtenían salarios razonables.   Casi todas estas agencias han desaparecido y sólo quedan unas pocas corporaciones de imagen como Getty Images, Corbis —propiedad de Bill Gates—, y Júpiter Images, que dominan el mercado y pueden producir imágenes capturadas por sus empleados o por fotógrafos contratados, cuya titularidad de derechos le pertenece por completo a la corporación. El trabajo va de la fotografía de stock de alta calidad a las imágenes noticiosas.   Si las fotografías protegidas por derecho de autor o que virtualmente son gratuitas (mejor conocidas como “sin pago de regalías”, Royalty Free), pueden ser recopiladas, significa, por economía de escala, que estas grandes inventarios sacan del negocio a los competidores más pequeños obteniendo jugosas ganancias. Ahora esto es un negocio manejado por volumen, a tal grado que podría decirse que las imágenes individuales ya no tienen valor. La gente no paga por las imágenes o sólo una pequeña cuota –iStockphoto, una biblioteca de imágenes perteneciente a Getty Images, las ofrece hasta en 50 centavos.   Toda esta transformación de las imágenes en “materia prima” a infectado las actitudes de los editores que comisionan fotos “en vivo”. Estos editores ahora ven a los fotógrafos como hacedores de baratijas, y mientras más baratas, mejor.   Los robos masivos en Internet y el desplome del valor unitario de las imágenes han hecho que los fotógrafos ya no puedan trabajar de manera independiente y que tengan que trabajar para estas corporaciones para ganarse al vida. Mientras el contenido digital es cada vez más una “materia prima”, es más evidente que solamente las grandes corporaciones se benefician de ello, gracias a las economías de escala. Para clavar el último clavo en el ataúd, tenemos al “periodismo ciudadano”.   --   El amateurismo no es malo en sí mismo, pero se ha vuelto un factor para castigar y empobrecer a la gente creativa que ha decidido hacer de la autoría su única actividad económica. Ahora se espera que trabajemos por caridad.   El Crowdsourcing (término que significa algo parecido a “obtener recursos de la muchedumbre) es la palabra de moda, pero dentro del sistema económico actual, es simplemente la globalización puesta en práctica. La cual es la misma fuerza que obligó a los artesanos del siglo XIX a vender su fuerza de trabajo a las fábricas. En este caso, el que produce a más bajo costo – el fotógrafo aficionado que pone sus fotografías en la red para “minarla con contenido”, es también el consumidor. El aficionado comprará un periódico o revista sólo por la emoción de ser publicado. Es el mismo modelo usado por los dueños de las minas cuando pagaban a sus trabajadores con “dinero de la compañía”.   El resultado es un ambiente en donde no existe el derecho de autor que sólo ha enriquecido a las grandes corporaciones en perjuicio de los autores individuales. ¿No deberían los pequeños estar protegidos igualmente que los grandes por la ley?   No podemos costearlo. Demandar por violaciones múltiples al derecho de autor es imposible para los individuos. Hay algunas señales de vigilancia grupal. Por ejemplo, agencias fotográficas en los EE.UU. recientemente se unieron para demandar al blog de celebridades “Perez Hilton”, por cientos de miles de dólares por uso no autorizado de sus imágenes en sus sitios Web, y compañías de software como PicScout han hallado un mercado para programas que detectan usos ilegales de fotografías.   (Perez Hilton genera grandes ganancias por publicidad que no se comparten con los fotógrafos cuyas imágenes han sido robadas y utilizadas en el blog.)   Solamente las grandes corporaciones tienen los medios para defender sus derechos de autor, así que la extendida práctica de robar a los autores individuales, es la que más les beneficia y esto tiene el espeluznante efecto de que los autores prefieran no poner sus fotos en Internet.   En lugar de combatir a las grandes corporaciones, los utopistas de la tecnología han decidido pelear contra las leyes que protegen a los individuos.   La “Ley de Obras Huérfanas” que estuvo a punto de ser aprobada por el congreso estadounidense a principios del año pasado, contenía artículos que hubieran devastado a los artistas individuales, al debilitar su capacidad de demandar a los infractores de derechos. Si esta ley es aprobada, será mucho más fácil poder robar contenido en Internet y mucho más difícil el poder perseguirlo y detenerlo.   Así pues, en la práctica, se desalienta a los profesionales para que pongan imágenes de alta calidad en Internet y se alza la barrera cultural que los miembros de “Copyleft” y “Creative Commons” buscan derribar. Esta gente, que pone nuestro material bajo una licencia de “cópiame” o bajo dominio público, generalmente tienen un empleo. Yo no. Mi fotografía es mi trabajo. Los autores que hacen esto normalmente lo hacen como un truco publicitario o como artículo de promoción.   El arrojar al derecho de autor por la ventana, o comportarse como si no existiera es tan miope, que provoca esa atrofia cultural que los detractores del derecho de autor dicen combatir.   La mayor parte de los argumentos en contra del derecho de autor se basan en un disgusto contra la “propiedad” obtenida injustamente. Pero para los autores individuales, no es, ni nunca ha sido, un asunto de “propiedad”, sino de nuestro trabajo. El derecho de autor nos permite ganarnos la vida, y su violación habitual sencillamente fortalece la capacidad de las grandes compañías para apoderarse de nuestro trabajo y quedarse con él como si fuera de su propiedad.   En la realidad, lo que sucede en Internet es que se transfiere el trabajo de los autores a las grandes corporaciones sin costo alguno para éstas. Los detractores del derecho de autor se han vuelto aliados involuntarios o cómplices de las grandes empresas.     ©Sion Touhig es un fotoreportero que ha cubierto los conflictos en los Balcanes, Afganistán y Palestina. Fue nombrado fotógrafo noticioso del año en 1999 y cuatro veces sus fotos han sido elegidas entre las “fotos del año” por la revista Time/Life. Su blog se encuentra en SionPhoto.     Historias relacionadas: El fotoperiodismo agoniza por Andrew Orlowski       http://zonezero.com/magazine/articles/the_register/indexsp.html    
Viernes, 12 Enero 2007
Autor:Pedro Meyer
        Después de 3 meses de viajar por el mundo, me encuentro a bordo de un avión, en la última etapa del vuelo de Frankfurt a la Ciudad de México.   En este viaje he ido a muchas partes del mundo, he visto distintas culturas y un inmenso despliegue de visiones. He aprendido cuanto nos parecemos pero que diferentes somos de un país a otro. Sin embargo, la globalización es una realidad que no tiene vuelta de hoja, y es más, creo que se incrementará cada vez más, rápidamente sin importar los temores que se han expresado en todo el mundo. Se dice que nuestras realidades actuales cambiarán más en los próximos diez años que en los últimos cien. Leo esto en el Internet, sentado a bordo de un avión mientras le mando un e-mail a un amigo comentando este punto.       También me he acercado más a temas como la contaminación ambiental. Siempre pensé que la contaminación del aire en la Ciudad de México era muy grave hasta que llegué a China (a Pingyao para ser más preciso). La contaminación de México palidecía en comparación. Pero al respirar el aire de Finlandia, casi al final de mi viaje, me hizo percatarme de lo que realmente es el aire puro.   En Jinan, ciudad de cinco y medio millones de personas, el aire era una densa niebla que hacía de la respiración todo un reto. Curiosamente, una joven de unos veinte años, la estudiante universitaria que fue nuestra guía e intérprete y que hablaba muy buen inglés, no podía entender a lo que me refería cuando hablaba del tema de la contaminación.       Primero pensé que era una cuestión del idioma, que quizá ella no entendía el término "contaminación", hasta que caí en cuenta que ella, por no haber viajado nunca fuera de su ciudad, carecía de un referente para comparar el nivel altísimo de contaminación del aire que ha habido en esta ciudad en los últimos veinte años.     El respirar un aire distinto al que estaba acostumbrada no tenía sentido para ella, puesto que siempre había sido así.   A pesar de estas realidades, las autoridades chinas, están sembrando árboles y jardines como si el aire ya tuviera la pureza de Finlandia y la jardinería fuera el último grito de la moda, ya apuntando en la dirección de la solución para el problema del aire contaminado (las declaraciones oficiales dicen que será resuelto en la próxima década). Me puedo imaginar muy bien que esto sucederá antes que en México.       En todos los rincones del planeta que visitamos, encontramos evidencia de que la foto digital es la que domina actualmente. Realmente me pregunto a dónde fueron a parar todas aquellas cámaras de película. No vi más de diez de éstas en todo el viaje, pero sí vi a miles de turistas en todo el mundo con cámaras digitales.     En Finlandia, lugar en donde se encuentra el más grande fabricante de teléfonos celulares del mundo, NOKIA, descubrimos un hecho asombroso. Adivinen quién vendió más cámaras en sus teléfonos celulares el año pasado que todas las ventas combinadas de cámaras digitales normales y cámaras de película. Eso sí que es un cambio en el mundo. Durante los años 60, uno de los ramos del consorcio Nokia incluía a una importante fábrica de hule, y tuvieron la idea de hacer botas de colores muy brillantes, en una época en que todas las botas eran negras, recordándonos la frase de Henry Ford: “Pueden tener el color que quieran mientras sea negro”. Comenzaron haciendo botas, y terminaron como el fabricante de cámaras más grande del mundo.     En ese entonces Kodak era la compañía fotográfica más importante del mundo. Hoy en día, Kodak vale unos 7 mil millones de dólares. Apple, que era apenas un proyecto montado en un garaje en 1975, vale ahora 70 mil millones, diez veces más. Es un ejemplo de cómo las cosas pueden pasar sin que ni remotamente las podamos imaginar. La corporación Google, que apenas se fundó en 1996, vale ahora 152 mil millones de dólares. Veintidós veces más que lo que la Kodak vale en este momento (diciembre del 2006).     Durante el “Gran Salto Adelante” de Mao de 1958 a 1962, China perdió 30 millones de habitantes debido al hambre. Las cosas han cambiado desde entonces, y ahora es la fábrica del mundo, y por lo tanto una de las economías más grandes del planeta.   Extrañamente, todos estos cambios están ligados al surgimiento de las tecnologías digitales. Tanto las compañías cuya fortuna decayó, como la Kodak, como las que se han convertido en nuevos paradigmas, como Apple y Google, son buenos ejemplos de esto. Aquellos que creen que el crecimiento de China se basa sólo en la mano de obra barata, desconocen el importante papel de la tecnología digital en su éxito.   Tanto Hasselblad como Leica quedaron en la bancarrota y sus nuevas administraciones han comenzado a sustituir sus tradicionales modelos de película con cámaras digitales. Creo que el ciclo digital se ha completado en todo el mundo. Y, desde luego que sólo es el comienzo de esta profunda transformación, las emociones apenas empiezan.       Ya en el próximo año, los teléfonos celulares contarán con una cámara de 5 mega píxeles que toman foto y video, y la lista continúa. Mi “laptop” Apple toma foto y video, como si ello fuera lo más natural que uno pudiera esperar de una computadora. Por supuesto, podemos publicar instantáneamente en Internet, y aún más sorprendente —por lo menos para mí— es que esta publicación ya se podría encontrar con Google en segundos.   Para terminar, así como también termina el año, todos aquí en ZoneZero queremos agradecer su apoyo por mantener a este sitio como uno de sus preferidos para obtener información sobre fotografía en esta era de lo analógico a lo digital. Queremos recompensar su lealtad e interés con dos obsequios, totalmente gratuitos y sin otro compromiso más que el que sean de su entera satisfacción.   Pueden descargar el libro “De Fiesta” del fotógrafo mexicano Raúl Ortega completo en formato PDF. Este es un libro único sobre las celebraciones tradicionales en Chiapas, con introducción escrita por Elena Poniatowska (versión bilingüe en español e inglés) y 80 páginas de fotografías y texto. El otro obsequio que les tenemos es la hermosa revista "FOTOPHILE", número 51 publicada por Orville Robertson de Long Island en Nueva York. Tiene 52 páginas en formato PDF. Esta solamente en inglés… lo sentimos, pero es muy rica en contenido e imágenes, si no la conocen todavía, les aseguramos que les encantará. Para descargar sus obsequios haga click. Válido hasta el 10 de Enero 2007. "de fiesta" por Raúl Ortega descargar versión pdf   "FOTOPHILE" by Orville Robertson descargar versión pdf A nombre propio y de todos los que trabajamos en ZoneZero me permito desearles lo mejor para continuar esta sociedad en la que exploraremos todas las maravillosas oportunidades que el futuro depara a todos los interesados en la fotografía.       Pedro Meyer Diciembre 2006   Como siempre, por favor pongan sus comentarios en nuestros foros.           http://zonezero.com/editorial/diciembre06/diciembre06.html      
Miércoles, 20 Diciembre 2006
Autor:The Getty Trust Fund
  Ayuda a crear un archivo de material fotográfico de la era pre-digital   La fotografía digital está reemplazando a la tradicional. Y ello ocurre tan rápidamente, que tanto la fotografía tradicional como el conocimiento sobre cómo crearla están en peligro de desaparecer. Requerimos tu ayuda   Científicos del Instituto de Conservación Getty, necesitan tus viejos papeles fotográficos, películas, negativos e impresiones para construir un archivo de conocimiento y materiales de la era clásica de la fotografía. Este archivo se convertirá en una colección que será una referencia para la generaciones futuras de académicos y conservadores y les permitirá investigar y autentificar tesoros de la era clásica de la fotografía.     Asombrosamente, las grandes compañías fotográficas como Kodak, Ilford, Fuji, Polaroid y AGFA no conservaron muestras de los cientos de tipos distintos de película y papel que desarrollaron durante el pasado siglo. Esperamos que ustedes sí lo hayan hecho.   Lo que pueden hacer   Envíenos muestras de papel y placas fotográficas, películas, negativos, libros de muestras y fotografías fechadas. Requerimos ejemplos de todos los tipos de material de cada año, desde 1827. Así que envíenos esa caja de papel Elite Kodak que esta guardando polvo en el sótano. Esa película FOMA de 1985 que piensa que nunca va a usar o fotografías sobrantes de esa excursión campestre de 1988 ( ¡o del 2006!) que no pusiste en tu álbum familiar.   Necesitamos muestras que tengan fecha e incluyan datos del fabricante. Incluso los materiales dañados nos son de utilidad mientras tengan la fecha, el nombre y la marca del fabricante.   Éstos son algunos ejemplos de los materiales que pueden enviarnos.   •Fotografías- no envíen sus tesoros familiares solo las sobrantes y rechazadas. •Por favor solo envíen fotos con fecha y/o que contengan nombre o logotipo del fabricante. •Las instantáneas Polaroid, Kodak o de otra marca. •Película sin usar en los recipientes originales, blanco y negro, color y Polaroid. Si tienen el empaque original, envíenlo también. •Papel fotográfico expuesto, incluidas impresiones, hojas de contacto e impresiones de contacto si tienen la fecha y el nombre o logotipo del fabricante. •Películas, hojas o placas de negativos y transparencias.   Si no estás seguro de enviarnos tus materiales lee nuestra sección de preguntas más frecuentes, abajo. ¿Crees que tienes algo realmente raro? Ve la lista de nuestros materiales más buscados   Cómo enviar   Envía tua materiales al Instituto de Conservación Getty a la siguiente dirección:   Project in Conservation of Photographs Getty Conservation Institute 1200 Getty Center Drive Suite 700 Los Angeles, CA 90049-1684   Antes de enviar tus materiales por favor lee nuestro documento de liberación de responsabilidad legal. Por favor incluye tu nombre y dirección de remitente con tu donación.   Te enviaremos un reconocimiento cuando recibamos tu donación, y añadiremos tu nombre a una lista de contribuyentes que existirá junto con este importante archivo a perpetuidad. Haznos saber si no deseas que tu nombre sea agregado a la lista.   PREGUNTAS MÁS FRECUENTES   Qué enviarnos   ¿Qué tipos de materiales fotográficos necesitamos? Necesitamos películas, papel fotográfico sin exponer e impresiones fotográficas. Las fotografías deben tener fecha e información del fabricante.   Favor de NO enviar cámaras, equipo de revelado o químicos.   ¿Qué tanto debo enviar? Necesitamos solo muestras no grandes cantidades. Por ejemplo, no nos envíen todas las impresiones de un mismo rollo de película. Con dos o tres basta. De igual modo, si tienes 50 rollos de película de un mismo lote de fábrica, solo envíanos 2 ó 3 rollos.   Si tienes película sin exponer o papel en su empaque original envía todo el paquete y su contenido si te es posible. Por ejemplo, un paquete de papel sin abrir es ideal ya que podemos verificar el lote de fábrica y la fecha. No es necesario enviar mas de una caja del mismo lote de fábrica.   Mi película no es muy vieja ¿Aún así la quieren? ¡SI! Necesitamos muestras de todos los tipos de material de toda la historia de la fotografía clásica. Eso es cualquier cosa hecha de 1827 a la fecha de todos los fabricantes, sin importar su origen.   Tengo películas viejas dañadas que tal vez si estén expuestas ¿Aún así las quieren? ¡SI! Mientras tengan fecha y logotipo del fabricante, aún el material dañado tiene valor científico.   POR QUÉ ENVIARNOS TUS MATERIALES ¿Qué ocurrirá con mis materiales? Los materiales que nos envíes formarán parte de un importante archivo de materiales fotográficos. Habrá acceso al archivo público para conservadores, científicos e investigadores de todo el mundo.   ¿Se me devolverán los materiales? NO. Tus materiales serán parte del archivo permanente, así que por favor no envíes tus tesoros familiares. Envía las fotos que no quieras o te sobren.   ¿Se reconocerá mi donación al proyecto? SI. Te enviaremos un reconocimiento por escrito y agregaremos tu nombre a la lista de donantes que formará parte del archivo mismo.   ¿Es mi donación deducible de impuestos? Esperamos que las donaciones tengan un valor mínimo, así que el Instituto de Conservación Getty no proporcionará documentación para deducción de impuestos. Si deseas donar material fotográfico de valor por favor contáctanos en gciweb@getty.edu   CÓMO ENVIAR EL MATERIAL   ¿Cuál es la mejor manera de enviar el material al Instituto de Conservación Getty? Envía tu material por el medio que te sea más conveniente, aceptamos envíos de cualquier empresa de paquetería, ya sea el servicio postal regular, UPS, FedEx o DHL. No es necesario que la envíes con un empaque especial.   ¿Pagará el Getty los gastos de envío? NO. No nos es posible rembolsar los gastos de envío a los donadores. Sin embargo hay opciones económicas para enviarnos el material, como el servicio postal regular de tercera clase. Pregunta por las opciones más económicas en tu oficina de correos.   PREGUNTAS SOBRE EL PROYECTO   ¿Quién podrá usar el archivo? El archivo de materiales fotográficos tendrá su sede en el Instituto de Conservación Getty en Los Ángeles, California, EE.UU., y los conservadores, científicos e investigadores de todo el mundo tendrán acceso.   ¿Hay alguna otra institución creando un archivo como éste? NO, de hecho los científicos del Instituto de Conservación Getty decidieron crear este archivo porque no pudieron encontrar ninguna otra institución o compañía que guardara estos materiales. Si bien muchos museos tienen colecciones de fotografía y algunos museos coleccionan cámaras y equipo fotográfico, no existe ninguna otra institución que se especialice en coleccionar materiales fotográficos.   ¿Por que es importante tener muestras de cada año? En primer lugar, muchos procesos y materiales fotográficos distintos han sido creados desde la invención de la fotografía en 1827. Tener muestras de cada año ayudará a crear un registro de todos estos procesos, aun los que hayan tenido una existencia muy corta.   Finalmente, aunque la receta es más o menos la misma, la composición química específica del papel fotográfico puede variar entre distintos lotes de la misma fábrica. Un rollo de película Kodak TMax hecha en mayo de 1993 puede tener una composición química ligeramente diferente a la de un rollo de la misma película hecha en junio del mismo año.       www.thegetty.edu Diciembre 2006           http://zonezero.com/magazine/articles/gettymuseum/indexsp.html    
Martes, 05 Diciembre 2006
Autor:ZoneZero
  Nos despedimos de un año más. Entre más concientes nos volvemos de tantas realidades que existen de manera simultánea, el tiempo parece acelerarse más y más. La tecnología es en gran parte responsable de estos cambios en nuestra percepción y nosotros en el estudio ZoneZero pensamos que esto justamente es motivo para celebrar. Por eso mismo, queremos hacer un evento fotográfico de esta celebración. ¡Acompáñanos en este evento mundial y brindemos por un maravilloso 2006 para todos ustedes!   Ver exhibición    
Viernes, 01 Diciembre 2006
Autor:Vicki Goldberg
  Publicado con el permiso de: Abbeville Press, Fine Arts & Illustrated Books   La fotografía fue un medio poderoso desde su aparición en 1839 y ya usaba pesas y esteroidesen su adolescencia. En 1860 Mathew Brady tomo una foto que probó que el medio tenía el poder de afectar acontecimientos. Su primer retrato de Abraham Lincoln fue la primera fotografía en la historia que influyó directamente en la elección del presidente del país y lo hizo debido a un cambio en la distribución de las fotografías.     Mathew Brady: Abraham Lincoln, 1860                   Brady tomó esta fotografía el día que Lincoln llegó a Nueva York desde su hogar en el corazón de Estados Unidos para buscar la nominación presidencial del partido Republicano. Casi nadie en la Costa Este sabía algo de él o visto una de sus fotografías, pero se rumoraba que era muy feo. Era descomunalmente alto, contrahecho, y su oscura piel estaba muy arrugada. Sus adversarios cantaban una canción que al final decía “Por el amor de Dios, no mostréis su retrato.” La cara de un político era extremadamente importante entonces ya que los norteamericanos creían con firmeza que el rostro revelaba totalmente el carácter de las personas.             Brady elevó el cuello de la camisa de Lincoln para que su cuello se viera más corto, lo hizo posar para que se viera serio, digno y sabio, y le retocó las arrugas. Le dio a Lincoln un buen carácter y una apariencia presidencial.   Ese mismo día, Lincoln pronunció un discurso en el en Nueva York. Era un orador carismático, y un asistente dijo “Yo pensaba que Lincoln era el tipo más feo que hubiera visto, pero era el hombre más guapo que jamás escuché dar un discurso.” Después del discurso en el Instituto Cooper, un reportero lo declaró el más grandioso hombre desde San Pablo. Lincoln dijo después. “Brady y el Cooper me hicieron presidente”.   La foto funcionó por que podía ser reproducida y distribuida en masa. Para 1860, los negativos fotográficos habían sustituido al no reproducible daguerrotipo y la recién inventada tarjeta fotográfica de bolsillo era muy barata. Todos querían saber cómo se veía el hombre más grandioso desde San Pablo, y se vendieron decenas de miles de copias baratas de la foto de Brady. Las revistas imprimieron versiones en grabado y una imprenta de litografía, Currier & Ives, copió la imagen. La invirtieron, recortaron y colorearon realizaron muchos cambios, pero las copias en litografía eran las que la gente veía más a menudo, puesto que estas pequeñas impresiones podías ser adquiridas hasta por 20 centavos.         BROCHE DE CAMPAÑA   El ferrotipo apareció casi al mismo tiempo y la foto de Lincoln se convirtió en varios broches con ferrotipos, los primeros broches de campaña que se usaron en las solapas de los caballeros, los antecesores de los broches de Mao.   Debido a la foto de Brady , por vez primera los votantes realmente sabían cómo se veía un candidato. En efecto, la fotografía estaba creando celebridad. Al mismo tiempo creaba el énfasis en la apariencia que hace que hoy un candidato que se vea bien en al televisión tenga mayores oportunidades que uno que no. Ya en 1868, una revista publicó que “Las ventajas que un candidato bien parecido… tiene sobre sus competidores son…infinitamente más grandes de lo que pudieron haber sido antes de la invención de la fotografía”.   --- La fotografía registra todo tipo de imágenes y su potencial para la vigilancia fue establecido casi desde su comienzo en el siglo XIX. La fotografía policiaca comenzó en la década de 1840 y la vigilancia se consolidó durante al guerra Franco-Prusiana en 1871. Cuando los prusianos derrotaron a Francia, el gobierno francés accedió a que ocuparan París durante 48 horas, pero los parisinos estaban tan furiosos por ello, que se rebelaron y establecieron La Comuna de París, el primer gobierno socialista de la historia. El gobierno acabó por tener que sitiar su propia capital. Durante el sitio de París, los comuneros, orgullosos de su causa, posaron para unas fotografías.         Braquehais: Comuneros   He aquí un retrato grupal de comuneros, ansiosos por tener un recuerdo de su rebelión. Después de ser derrotados por el gobierno, la policía se apoderó de todas las fotos que pudo hallar y distribuyó copias en todas las estaciones de tren y puertos para evitar escapes y, gracias a las fotos, se aprisionó e incluso ejecutó a los que se logró identificar.   Las fotos demostraron ser muy útiles para que el Estado pudiera identificar y controlar a sus ciudadanos. Las autoridades de laépoca probablemente no estaban concientes de que tales imágenes pudieran ser imprecisas. Los hombres pueden cambiar de apariencia de muchas maneras. Siendo de lo más fácil el rasurase o dejarse crecer la barba o el bigote, es muy posible que alguna gente en los retratos pudiera escapar y que inocentes que se parecían a la foto fueran injustamente condenados.   La utilidad de la vigilancia depende de la precisión en su interpretación, Cuando la fotos aéreas de las instalaciones de misiles en Cuba fueron tomadas en 1962 y hubo amenaza de una guerra nuclear, un asesor militar norteamericano dijo que eran fotos de campos de béisbol.   En el siglo XIX, la gente creía ciegamente en la veracidad de la fotografía y no cuestionaba su interpretación. Ahora creemos que las fotos mienten. Y en algún momento del siglo XIX tampoco estaban muy seguros de ella.               Edweard Muybridge: Caballo a Galope 1878   Cuando la cámara de Muybridge detuvo el movimiento de un caballo a galope en 1878, demostró que el arte se había equivocado totalmente durante miles de años. Los caballos, tal como algunos habían supuesto, llegan a tener las cuatro patas en el aire, no unas adelante y otras atrás del cuerpo, como un caballito de madera, que era como los artistas los mostraban siempre. Esta noticia fue impactante. Muybridge probó que no es verdad que la gente sepa algo con seguridad por que lo ve con sus propios ojos.   Una prestigiosa revista de arte comentó: “Para gran sorpresa de los fotógrafos y de todos aquellos que vieron estas impresiones, las actitudes son decepción y de incredulidad”. No se suponía que los caballos se vieran como las fotos de Muybridge, sino que se vieran como los pintores siempre los habían mostrado. Estas fotos revelaron que la percepción depende en gran medida en la representación, vemos lo que ya hemos visto antes, lo que se nos ah enseñado a creer, lo que pensamos que sabemos. La fotografía ya estaba cambiando a la naturaleza de la percepción. Las imágenes provocaron una fuerte discusión artística entre conocimiento y visión.     Thomas Eakins Bronce (de un caballo) & The Fairman Rogers Four-in-Hand, (pintura) 1879   Cuando Thomas Eakins pintaba un carruaje tirado por cuatro caballos, la gente se quejaba de que las ruedas no parecían estar en movimiento, ya que nadie podía ver con claridad el movimiento de los rayos de la rueda. Los fotógrafos mostraban los hechos tan perfectamente que el realismo ya no se veía tan real, así que tal vez la cámara no era tan veraz después de todo. Rodin dijo: ”Es el artista el que es veraz y la fotografía la que miente, puesto que el tiempo no se detiene en la realidad”. Rodin y otros preferían que el arte apareciera como real a la experiencia y no a los hechos, pero los logros de Muybridge afectaron a la definición misma de la verdad, mucho antes de que decidiéramos que de todos modos, las fotografías eran mentiras.               SUCEDIÓ UNA NOCHE   Muybridge desarrollo un procedimiento para proyectar sus fotos fijas tan rápidamente, que pareciera que el caballo galopaba por la pantalla, por eso ha sido llamado el padre del cine. Las películas y las fotos fijas siempre colaboraron, y por lo menos una vez obtuvieron un gran y mesurable impacto. Clark Gable y Claudette Colbert ganaron “Oscares” por sus actuaciones en la comedia “Sucedió una Noche”. Colbert interpretó a una heredera rebelde que huía de su rico padre, y Gable a un reportero que se le une buscando una historia. Una noche , por falta de dinero se ven obligados a compartir una habitación de motel, pero en esta casta época, Gable divide la habitación colgando una sabana en una cuerda.   Ambos insisten en tener el mismo lado de la cortina. Ella no accede, así que Gable decide darle una lección de cómo se desviste un hombre. Primero demuestra cómo se quita la chaqueta, luego la corbata, luego la camisa. Luego se quita los zapatos y los calcetines. Cuando no tiene puestos mas que los pantalones, y no parece que vaya a detenerse, ella rápidamente cambia de lado.   Gable se convirtió en una gran estrella y símbolo sexual con este film. Las mujeres lo acosaban, así que los hombres norteamericanos lo copiaban en todo. Los que antes se afeitaban, empezaron a usar bigote, compraban el mismo tipo de camisas, suéteres y gabanes con cinturón que él usaba, sencillamente él impuso la moda masculina.   En 1934 todos los hombres norteamericanos usaban camisetas, pero cuando Gable se quitó la camisa, no usaba una, esto significó que si él no la usaba , entonces las camisetas no eran verdaderamente masculinas, así que dejaron de usarse. La venta de camisetas bajo un 75% y los fabricantes se quejaron con Hollywood de llevarlos a la bancarrota en un momento de fuerte depresión económica en el país, así que en 1939, cuando Gable volvió a quitarse la camisa, como podrán suponer, si usó una camiseta.       Gable y Norma Shearer: Idiot's Delight 1939   Esta película no fue tan buena, así que dudo mucho de que la industria de las camisetas se recuperara por completo.   Las revistas de aficionados del cine, las estrellas y las nuevas revistas fotográficas como Life en los 30, encumbraron el poder de la fotografía para generar celebridad, influir en las modas y comportamiento y alterar las costumbres de la nación.   Las fotografías noticiosas también obtuvieron un gran empuje por el creciente dominio de los medios visuales. La Guerra de Vietnam, ha sido llamada la primera guerra por televisión, pero se le recuerda más por las fotos fijas que por los videos de la tele.       Eddie Adams: El General Loan ejecuta un presunto miembro de Vietcong Febrero 1, 1968   La ofensiva del Tet comenzó el 30 de enero de 1968, importantes bases norteamericanas y aliadas fueron atacadas, así como pueblos y ciudades de Vietnam del Sur, incluso la supuestamente segura Saigón, en donde se ubicaba la embajada de los Estados Unidos. Ésta y otras fotos se mostraron por la televisión en la noche siguiente y el día después de que la fotografía de Adam apareciera en primera plana de los diarios en todo Estados Unidos, fue reimpresa y mostrada por televisión en todo el mundo. Después, dos televisoras norteamericanas mostraron el video de la ejecución y lo distribuyeron a televisoras internacionales. El video transmitido por la ABC se detenía en el momento del disparo y continuaba con el hombre yaciendo en el suelo, pero insertando la fotografía en la pausa.     La ofensiva del Tet impactó a los norteamericanos y se cree que fue el momento en el que el país dejó de apoyar la guerra. Los vietnamitas del norte y el Vietcong atacaron después de una larga campaña de relaciones públicas del gobierno del presidente Lyndon Johnson para convencer a la población de que la guerra finalmente se estaba ganando. Cuando llegaron los primeros boletines de la ofensiva del Tet, Walter Cronkite, el conductor de noticias de televisión más respetado del país, exclamó: ”¿Qué diablos está pasando? Creí que estábamos ganando la guerra”. Después se veía la horripilante imagen de un hombre al que se le volaba la tapa de los sesos en primera plana, una imagen espantosa pero fascinante, que mostraba un asesinato que iba en contra de todos los principios democráticos y leyes, y que en un solo cuadro reveló a los americanos que el gobierno había mentido sobre la guerra. El verdugo, el oficial de policía de más alto rango en Vietnam del Sur, ejecutó a un prisionero sin previo juicio. La foto, que rápidamente se convirtió en un símbolo de todo lo que estaba mal en esta guerra, parecía decir que se apoyaba a un gobierno por el que no valía la pena luchar.   Uno de los asistentes y confidentes del presidente Jonson declaró después: “Vi la ocupación de los terrenos de la embajada norteamericana y la terrible escena del general Loan ejecutando al prisionero del Vietcong. Se sentían la fealdad y lo interminable de la guerra y, aunque suene ingenuo, el carácter inmoral de una guerra en la que un persona es ejecutada a quemarropa.” No era el único en pensar así. Las protestas contra la guerra aumentaron dramáticamente, y la aprobación al desempeño del presidente cayó por los suelos, dos meses después de la ofensiva del Tet, anunció que no se postularía para la reelección. Esto, por supuesto, no fue debido a una sola foto, pero ésta vino a simbolizar los horrores e inutilidad de la guerra y las mentiras de los líderes americanos.       LA TIERRA, NASA Hasta nuestra visión de nuestro lugar en el universo ha sido afectada por las fotografías. En los 60, algunas personas estaban preocupadas por el daño que le hacíamos al planeta con los pesticidas y la amenaza de una guerra nuclear, pero poco se hacía al respecto. En la Navidad de 1968, tres astronautas de la misión del Apolo VIII orbitaron a la Luna y enviaron imágenes de la Tierra que parecían “una alocada pelota de básquetbol que rebotaba por toda la pantalla”. Después de regresar a la Tierra, la NASA publicó las fotos fijas que habían tomado, incluyendo una de la Tierra tomada en la Nochebuena.   William Anders La Tierra Diciembre 24, 1968   William Anders, el astronauta que tomó esta foto, dijo: ”Les aseguro que en lugar de un gran gigante, [la Tierra] debe ser vista como una frágil esfera de un árbol de Navidad, que debemos manejar con muchísimo cuidado.” Fue como habernos visto en un espejo por primera vez y descubrir que éramos raros, hermosos y peligrosamente vulnerables. Esta imagen y otras tomadas en el espacio fueron publicadas en todo nuestro, repentinamente pequeño, planeta. Era impresionante pensar que nuestro hogar era solo un planeta menor vagando en un inmenso vació, pero esta foto mostraba que la Luna estaba muerta y la Tierra estaba viva. Repentinamente, en Estados Unidos, comenzó un gran movimiento ecologista entre los jóvenes y el primer Día de la Tierra fue celebrado en 1970.   Un científico inglés nombrado James Lovelock por fin tiene sustento para su teoría, la cual llamó la hipótesis de Gaia, que la Tierra misma era un ser viviente, mantenido vivo por la constante interacción de todas las partes del organismo, desde las piedras hasta el aire. El reciente énfasis del calentamiento global proviene de poder percatarnos de la interdependencia de todas las partes y eventos del planeta, y ello fue en parte posible gracias a las fotografías tomadas desde el espacio.   Texto resumido de: The Power of Photography: How Photographs Changed Our Lives (El Poder de la Fotografía: Cómo cambia Nuestras Vidas) de Vicki Golberg (Abbeville Press, 1993)   La fotografía se encuentra hoy en día en una posición peculiar. Hay mas fotos en mas medios que nunca antes. EN 1998, se estimó que los estadounidenses veían una 11,000 imágenes al día, cifra que seguramente ha aumentado. El Internet es solo otro lugar más en donde podemos ver fotos de todo tipo, además de ser muchísimo mas eficiente para distribuirlas. Obviamente, nadie puede absorber ni mucho menos recordar tantas imágenes. La sobreabundancia de imágenes es imposible de procesar, así que la gente deja de mirar. Aprenden cómo echar vistazos a las fotos tal como se hace con un texto, y saben, sin que se les tenga que enseñar, cómo deslizar la vista por una foto sin realmente verla. Tomar una foto memorable que atrape a la gente es más difícil que nunca. Así que debemos preguntarnos: ¿Las fotografías tienen todavía un poder real? Claro que sí.     NASA: DETALLE DE LA CONSTELACIÓN DE ORIÓN   Ésta ha provocado controversias religiosas, reflexiones filosóficas y anhelos espirituales, que me parece que deben haber amplificado el misticismo que rodeó al cambio de milenio.     NASA: MARTE   El mundo esta ansioso por saber si es que existe la posibilidad de que haya habido vida en Marte o alguna otra parte, un acertijo en el corazón de la visión que los humanos tienen de sí mismos. Cuando se realizó el primer vuelo exitoso sobre Marte en 1965 y se enviaron las primeras fotos, un bromista dijo que una palabra hubiera valido más que mil imágenes.   Algunas fotos individuales de nuestro planeta todavía tienen el poder de conmover mentes y provocar acciones.       9/11: SEPTIEMBRE 11, 2001   Las fotografías de la destrucción del World Trade Center el 11 de septiembre del 2001, revolvió horror y simpatía al rededor de casi todo el mundo.   Por otro lado muy pocas imágenes de la actual guerra en Irak serán recordadas sin importar lo maravilloso de su composición o lo urgente de la acción que muestran, pero algunas fotos de aficionados con teléfonos celulares seguramente lo serán. Las fotos de la prisión de Abu Ghraib, tomadas por los soldados que participaron en los abusos, han sido vistas por muchos millones y se han convertido en reconocibles íconos de la peor especie         Lynndie England Hombre con Correa                     Abu Ghraib Prisionero Encapuchado GRAFFITI DEL PRISIONERO Y ESTATUA DE LA LIBERTAD, IRAK   Su efecto radica en dos elementos, el contenido de las imágenes y la digitalización. El contenido ha desacreditado por completo la autoridad moral de los Estados Unidos, sembrado el odio hacia éste país en millones de corazones y servido como excusa, si no como causa de muchos ataques a los norteamericanos en Irak. Pero el poder de estas fotos para influir muchas mentes está en la digitalización. La digitalización de las cámaras y la disponibilidad masiva de tales cámaras, incluyendo las de los teléfonos celulares, así como de escáneres y el acceso a Internet han facilitado poner fotos de todo tipo en la red, así que ha surgido una cultura que dice que vale la pena fotografiar casi cualquier cosa y compartirla con los amigos o con innumerables personas anónimas.   Ahora los soldados cuentan con pequeñas cámaras y toman fotos al instante, imágenes tomadas por aficionados sin entrenamiento pero con acceso a lugares a los que los foto reporteros profesionales no pueden llegar. Estas fotos pueden llegar a amigos, familias o enormes públicos sin ser censuradas por los militares o los editores, un fenómeno esencialmente nuevo en la historia de la fotografía de guerra. El secreto de su poder yace en la red de distribución. Es inmensa, sin controles ni muchas posibilidades de establecerlos.   Esta red de distribución ha generado otros cambios en la fotografía de guerra. La cobertura “en vivo” de escenas de muerte en “tiempo real” es uno de ellos, pero en particular pienso en los videos y fotos fijas tomadas de decapitaciones de terroristas o personas secuestradas. Estas imágenes tiene un propósito doble: sembrar el terror en los corazones de los enemigos de los secuestradores y reclutar combatientes para la causa terrorista y han tenido mucho éxito en ambos. En el pasado, creo que las imágenes de la brutalidad de la guerra – por ejemplo, fotos de los campos de concentración de la Segunda Guerra Mundial y hasta la foto de Eddie Adams del general Loan ejecutando a un sospechoso- han sido usadas principalmente como evidencia de que la gente que cometió tales atrocidades son perversas y son nuestros enemigos, sin embargo nos encontramos ante la paradoja de que las fotos de la brutalidad de Abu Ghraib dificultan el reclutamiento para un bando y lo facilitan para el otro, y se piensa que han provocado más decapitaciones, al convencer a algunos de que el Islam puede alcanzar de nuevo la grandeza mediante el terrorismo.         Reuters: Beirut Foto manipulada de explosión August, 2006         El tema de la manipulación de fotos digitales es también muy importante. Esta fotografía de una explosión en Beirut durante la guerra en Líbano durante el pasado agosto fue alterada por el fotógrafo para aumentar y oscurecer el humo, provocando que el daño apareciera mayor de lo que era. EL Los Angeles Times publicó la foto sin percatarse que había sido manipulada. Cuando esto salió a la luz, el periódico despidió al fotógrafo. La edición de fotografías manipuladas digitalmente es mejor edición.   El cuidado que tienen las organizaciones periodísticas para asegurar al publico que sus fotógrafos dicen la verdad es en sí mismo un reconocimiento de que las fotografías, que ya eran poderosas en el siglo XIX y ejercieron su poder a lo largo del XX, continuaran haciéndolo en el XXI.       Vicki Goldberg©2006 vickigoldberg@gmail.com             http://zonezero.com/magazine/articles/goldbergvicki/indexsp.html        
Viernes, 17 Noviembre 2006
Autor:ZoneZero
      Lamentable fallecimiento del colega norteamericano Brad Will, muerto el día 27 de Octubre del 2006, en Oaxaca, México, cuando trabajaba como periodista para la red global Indymedia.   Fue baleado en el torso cuando documentaba un ataque paramilitar armado a la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, una fusión de profesores huelguistas y otras organizaciones comunitarias exigiendo democracia en México.   Nos solidarizamos con los familiares y amigos de todas las personas que hasta hoy han perdido la vida, resultado heridos o afectados en estos incidentes.   Descanse en Paz Brad Will         http://zonezero.com/magazine/obituaries/bradwill/indexsp.html    
Viernes, 27 Octubre 2006
Autor:Pedro Meyer
  Un grupo de científicos colocó cinco monos en una jaula, en cuyo centro colocaron una escalera y sobre ella, un montón de plátanos. Cuando un mono subía la escalera para agarrar los plátanos, los científicos lanzaban un chorro de agua fría sobre los que quedaban en el suelo.   Después de algún tiempo, cuando un mono iba a subir la escalera, los otros lo agarraban a palos.   Pasado algún tiempo, ningún mono subía la escalera, a pesar de la tentación de los plátanos. Entonces, los científicos sustituyeron a uno de los monos.   La primera cosa que hizo fue subir la escalera, siendo rápidamente bajado por los otros, quienes le pegaron. Después de algunas palizas, el nuevo integrante del grupo ya no subía más la escalera.   Un segundo mono fue sustuido, y ocurrió lo mismo. El primer sustituto participó con entusiasmo de la paliza al novato. Un tercero fue cambiado, y se repitió el hecho. El cuarto y, finalmente, el último de los veteranos fue sustituido.   Los científicos quedaron, entonces, con un grupo de cinco monos que, aun cuando nunca recibieron un baño de agua fría, continuaban golpeando a aquél que intentase llegar a los plátanos.   Si fuese posible preguntar a alguno de ellos por qué le pegaban a quien intentase subir la escalera, con certeza la respuesta sería:   "No lo sé, las cosas siempre se han hecho así aquí..."               http://zonezero.com/magazine/articles/meyer4/indexsp.html    
Lunes, 16 Octubre 2006

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