INTERROGATORIOS por Donald Weber
Interrogatorios se trata de un lugar en donde la justicia y la clemencia, la esperanza y la desesperación se producen, se compran, se intercambian y se venden; es una fábrica a prueba de sonido en la cual la verdad es tanto el producto final como lo único que jamás sale del cuarto. Buscaba hacer una fotografía muy sencilla, pero con un retrato muy complejo. Puesto que la verdad es cómplice de un reconocimiento mutuo, por muy efímero que sea, entre el poder y el someterse al poder.
Sin confesiones ni declaraciones de culpabilidad, los tribunales de todas partes inmediatamente se paralizarían; alrededor del 90% de todos los cargos en el sistema judicial de Rusia resultan en declaraciones de culpabilidad y solamente los criminales experimentados o los acusados con educación académica superior tienen oportunidad ante cualquier sistema judicial. Este sistema no está diseñado para otorgar un juicio justo, esto es lo que los policías están haciendo detrás de sus puertas cerradas— el sistema feudal de ordalías todavía se usa mucho hoy en día. El juicio por ordalías es lo que está sucediendo aquí, ahora; pero ocurre a puertas cerradas al público.
A cada sospechoso se le da un espacio equivalente al de su sala de interrogaciones. Esto quiere decir que esta obra se ubica en los confines de la Sala de Interrogaciones y describe a las personas que entran y salen de esta sala, sus historias, su drama. Jóvenes y viejos, hombres y mujeres, débiles desafortunados y criminales reincidentes, todos.
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