en el umbral de la luz
© Pedro Meyer 2000


por Pedro Meyer



 

 

 

 

 

PDF

Español

De niño siempre me intrigaban esas partículas de polvo que parecían subir rodando por el camino marcado por los haces de luz. Mi recámara se convertía en un escenario para semejantes espectáculos luminosos cuando los rayos se filtraban a través de las persianas. Me imaginaba que me volvía muy pequeño y que me montaba sobre una de esas partículas en movimiento, y que me iba a un mundo diferente. Un mundo de donde provenía la luz.

Primero descubrí que el sol era el proveedor de dicha luz pero luego un día me emocioné muchísimo cuando me di cuenta que la luna también traía esos regalos luminosos de cuando en cuando. La luz era algo que yo jamás podía agarrar. Cada vez que trataba, siempre evadía mis pequeños dedos cuando intentaban acariciar el río luminoso que venía de la ventana.

Mientras en vano exploraba formas de volverme más pequeño para poder viajar sobre las partículas de polvo al mundo de donde provenía la luz, me topé con una fotografía que tenía una imagen de dicha luz. Miré la foto y descubrí que ésta siempre permanecía ahí, ya no desaparecería pasado cierto tiempo. Ahora ya no necesitaba ir al lugar de donde provenía, después de todo había descubierto el pasaje secreto a la luz: una fotografía.

Mi hijo Julio
Mi hijo Julio © Pedro Meyer 1998

La semana pasada, al entrar una mañana muy temprano en mi estudio, me sentí humilde una vez más ante la belleza de la luz que simplemente entraba a través de la ventana. Esta vez la imagen fue tomada con una cámara digital (nuestra portada). ¿Quién dijo alguna vez que la fotografía digital no tenía nada que ver con la luz?

Pedro Meyer
March 2000



Envíe sus comentarios a nuestra sección de foros